Un transportista llevaba unos pingüinos al zoológico cuando, a medio camino, se le descompone el camión refrigerado. Preocupado, trata de reparar la avería, pero ve pasar un camión repartidor de leche y logra que se detenga.
Entonces le dice al lechero:
— Mira, te voy a dar mil pesos para que me hagas el favor de llevar estos pingüinos al zoológico.
El lechero acepta el dinero y se lleva con gusto los pingüinos en su camión refrigerado.
Mientras tanto, el transportista logra arreglar el daño, y de inmediato enfila hacia el zoológico. En cuanto llega, ve salir al lechero, con los pingüinos detrás de él, en fila. El chófer le pregunta al lechero:
— ¿A dónde vas con los pingüinos?
El lechero se le queda viendo y le responde:
— Ya los llevé al zoológico, pero como me sobró dinero, ahora pensaba llevarlos a comer.
Autor: Un veterinario.
Borracho en la playa
Había un tipo gritando en la playa como un loco:
—¡¡¡Una ballena, una ballena!!!
Se acercan todos los bañistas corriendo. Después vienen los policías y preguntan:
— ¿Dónde está la ballena?
El hombre responde:
— No, no señor, es que se me han caído dos botellas de cerveza al mar y una va llena.
Autor: Un sobrio.
El pato
Dos amigos están tomando unas cervezas en el bar y dice uno:
— En mi casa tengo un pato que habla.
Y le dice el otro:
— Ya estás borracho… ¿cómo vas a tener un pato que habla?
— Ven a mi casa y te lo enseño.
Se van y llegan a la casa. Entran y sale el pato.
— Observa esto: ¡Pato! Ve y tráeme las pantuflas.
El pato responde:
— Cuak cuak.
Y el hombre le dice:
— ¿Pues cuáles van ser? ¡Las que están debajo de la cama!
Autor: Otro veterinario.
Respuestas obvias
Un borracho que llega a casa y su mujer le dice:
— ¿De dónde viene, Pepe?
Y el borracho responde:
— ¿De dónde viene Pepe? ¿De dónde va a venir Pepe? Pues de José.
* * *
— Anoche soñé que ganaba 300 millones de pesos como mi padre.
— ¿Tu padre ganaba 300 millones?
— No, también lo soñaba.
* * *
— Mi reinita, ¿viste El Señor de los Anillos?
— Sííí, pero no le compré nada…
* * *
— ¿Cómo se declara el acusado?
— Con flores y arrodillado, la verdad juez, soy un hombre bastante tradicional…
* * *
— ¿Que le dice un jaguar a otro jaguar?
— Jaguar you.
* * *
— Papá, ¿cuánto cuesta casarse?
— No tengo ni idea, hijo, ¡todavía no he acabado de pagar las consecuencias!
Autor: Un preguntón.
Para los que no quieren dar propina
Un hombre pide una pizza para que se la lleven a casa y cuando la recibe le pregunta al repartidor:
— ¿Cuál es la propina acostumbrada?
— Pues… suele ser de 20 pesos, pero mi jefe dice que si logro que el cliente suelte un pesito, ya sería un milagro.
— ¿Ah, sí? ¡¡Pues toma 50 pesos!!!
— ¡Gracias señor! Lo ahorraré para mis estudios.
— ¡Muy bien muchacho, eso está muy bien! ¿Y se puede saber qué estudias?
— Psicología, señor.
Autor: Un universitario que también es mesero.
La condena
Un preso regresa a su celda después de celebrarse el juicio y su compañero le pregunta:
— ¿Cómo te fue el juicio? ¿Cuánto te dieron?
— ¡Uf!! 30 años.
— ¿Y qué te ha dicho tu abogado?
— Pues que no me preocupe, que en invierno los días son más cortos.
Autor: Un optimista enfadoso.
Disfrazados
Una pareja se disfraza para asistir a una fiesta. A última hora una migraña indispone a la mujer, por lo que se va el solo. Más tarde se le pasa el dolor de cabeza a la mujer, y decide ir a la fiesta, y de paso controlar cómo se divierte su marido.
Observa que se liga a toda chica que encuentra, incluida ella, quien finge no conocerlo y se pasan una noche de película. A la mañana siguiente ella le pregunta con cierta ironía:
— ¿Qué tal la fiesta de ayer?
— Pues mira, la verdad, sabes que sin ti no me la paso bien y estuve toda la noche jugando póquer con los amigos, pero me dijeron que el que la pasó de miedo fue Pedro. Como a la mera hora yo no fui, le presté mi disfraz.
Autor: Ex, ex, ex.
La persecución
Un auto corre a 120 Km/h y un agente de tránsito lo sigue. Así se avientan 300 kilómetros. Al final el auto se para, el agente se baja y le dice:
— A ver los papeles.
Los revisa con muy mala actitud y finalmente dice:
— Pero si está todo correcto… ¿Por qué huías?
— Verás…. es que la semana pasada mi mujer se fue con un agente y yo creí que eras tú que venía a devolvérmela.
Autor: Otro ex, ex, ex…