Cuatro décadas, 16 álbumes y mucha música datan desde que Mario Siperman, Aníbal Rigozzi, Vicentino y Flavio Cianciarulo se reunieran para crear la que se volvería una de las principales agrupaciones de rock latinoamericano: Los Fabulosos Cadillacs, que se resumirán en dos reencuentros bajacalifornianos con “El león del ritmo”: hoy en El Fex, en Mexicali, y mañana 16 de noviembre en el Baja California Center, en Playas de Rosarito, por los cuales su bajista y compositor, Cianciarulo, compartió sus inquietudes y motivaciones.
“Si nosotros lo pasamos bien, ustedes seguro lo van a pasar bien, nos vamos a retroalimentar. Pero, primero que nada, consideramos que nosotros tenemos que estar bien en el escenario y gozar de nuestra música. Y eso felizmente pasa, porque se nos ve. Nos gusta tocar juntos, somos hermanos musicales. Creo que si nos divertimos nosotros, en el sentido no vacuo de la palabra ‘divertirse’, sino en el sentido más profundo, disfrutando de nuestra música, realmente que eso ocurra es una bendición”.
En este proceso de goce, el músico ha colaborado con otros artistas e incursionado también en proyectos solistas y en otras áreas artísticas, como la autoría de libros y conducción radiofónica; y en su recorrido por el mundo y el cambio generacional reconoce que México tiene un espacio especial en su corazón:
“Para mí estar en México es algo que excede a lo público. Mi esposa es mexicana, mis hijos son argentino-mexicanos; la música está siempre acá, en casa, yo escucho un montón de música mexicana. Imagínense que para mí, en lo personal, como Flavio Cianciarulo, es algo muy personal lo de México, y después para todos, en nombre de Los Cadillacs también, siempre es grato tocar en todas las ciudades de México posibles. Contentos de desembarcar en ciudades de mi querido México”, reiteró el compositor de “Matador”, quien en su diálogo con la música está en constante renovación y balance entre los grandes himnos de la agrupación y nuevas propuestas. “Siempre vamos renovando para también nosotros no aburrirnos… o sea sí, tocar siempre los titulares, hay canciones que no pueden salir de la lista, pero podemos entrar y salir algunas; algunas descansan, después vuelven. Y eso está bueno para nosotros y público también”.
A pesar de la aceleración de la escena musical, Flavio ha aprendido que “el silencio en la música es muy importante. Miles Davis decía ‘valoren el silencio’. El silencio de la vida, de la vida musical de nosotros, se aprende; de los silencios se aprende. Musicalmente, humanamente… así que hemos aprendido mucho de los silencios de la vida”, aprendizaje con el que también se abre y respeta a nuevas propuestas.
“Yo no tengo ningún tipo de conflicto con la música nueva. Para mí todo vale, todo está bien; no discrepo con ningún tipo de orden musical, ni que sea peor, ni mejor, ni ‘antes era mejor’. Porque siempre el ‘antes era mejor’ carece siempre. Como en los 70, con los músicos más setentosos, cuando caímos los de los ochenta (decían) ‘no, porque antes el rock era mejor’… Bueno, no importa, ahora es así, y ahora es así la música, y buenísimo. Todo tiene cabida en este mundo”, sentenció Cianciarulo.
En su visita a la Tía Juana, primera ciudad mexicana en la que se presentaran en el desaparecido Río Rita, junto a Tijuana No, los Cadillacs serán acompañados por la banda sonorense Nunca Jamás.