La postura inicial de negociación que tenga Estados Unidos sobre el T-MEC y la de Canadá, donde dos provincias se han manifestado por un acuerdo bilateral, podría detonar una acción de calificación crediticia de México, estimó Víctor Manuel Herrera, presidente de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF).
En días pasados, la agencia calificadora Moody’s cambió de perspectiva (de estable a negativa) la calificación de México “Baa2”, lo que significa que podría bajarla de 6 a 12 meses.
La determinación de Moody’s se dio al considerar que la reforma constitucional “podría debilitar los controles y equilibrios del sistema judicial con un posible impacto negativo en la fortaleza económica y fiscal del país”. Aunado al “deterioro de la asequibilidad de la deuda” que dificulta la consolidación del déficit público.
En conferencia de prensa virtual, Herrera dijo que las perspectivas tienen un horizonte de 1 a 3 años a menos que el deterioro sea más acelerado. Aun cuando Moody’s y Standard & Poor’s bajaran la calificación, hay “un colchón” para mantener el grado de inversión.
Sin embargo, la calificación de Fitch Ratings está un “escalón por debajo” de Moody’s y Standard & Poor’s, por lo que si Fitch decide tener una acción negativa en la calificación empezará a haber dinámicas de mercado “bastante negativas” sobre los bonos gubernamentales y de todas las empresas en México.
El 20 de noviembre pasado, Moody’s recortó su expectativa de crecimiento económico para México, de 2.4% a 1.5% en 2024. Para el próximo año también la redujo de 1.5 a 1.3% del PIB.