Ciudad de México. Desde la tarde del primer día del Corona Capital 2024 era evidente cuál era el grupo más esperado. Corbatas rojas sobre playeras negras, al estilo de una famosa foto de Billie Joe Armstrong, se convirtieron en el común denominador entre hombres y mujeres que esperaban el regreso de Green Day a la Ciudad de México tras siete años de ausencia.
Y la ocasión amerita el código de vestimenta “de gala”, pues el trío californiano no sólo celebra que su ingenio musical continúa dando frutos con Saviors, álbum que los trae de gira por el mundo, sino que también festejan las décadas redondas de sus dos proyectos más importantes: Dookie (1994) y American Idiot (2004).
Green Day no fue puntual a diferencia de sus compañeros de día. En su lugar, un conejo rosa, con camisa negra y corbata roja, salió a animar a la gente que corrió para buscar un hueco entre la multitud, ya animada por temas de Queen como “Bohemian Rapsody” y una mezcla entre “La Marcha Imperial” de Star Wars, “Blitzkrieg Bop” y “I Love Rock ’n’ Roll”. El escenario se prendió de color rosa y fuegos salieron al unísono de la voz de Armstrong interpretando “The American Dream Is Killing Me”. Entre el coro del público, el vocalista preparó a todos para saltar.
Los fuegos artificiales llegaron con “Basket Case” y los tonos verdes con “Longview”. Dookie, ese tercer álbum que los encumbró, se hizo presente de corrido. “Welcome to Paradise” y “She” siguieron. Si el ambiente parecía estar al frente, atrás no faltaba quien moviera la cabeza o los pies al ritmo de la música. Y un loco se atrevió a traer un banquito de plástico para no perder la postal por falta de altura.
Una pausa surgió de repente en la música para pedir apoyo para una fan que aparentemente se sintió mal. Porque la seguridad es importante, “todos nos estamos divirtiendo”, expresó el frontman. Al final, la mujer joven subió al escenario a petición de Armstrong.
El primer quiebre a la regla de aniversario vino con “Know your Enemy”, el primer sencillo de 21st Century Breakdown. Otra fan, ahora sí como parte de una dinámica planeada, subió a cantar, aunque fuera unos segundos.
Billie Joe no trajo corbata; en cambio, usó una camisa negra con cuello y la orilla de su bolsa en el pecho de color rojo. Como parte de su personalidad, Tré Cool (el baterista) lució cabello y boca azules y Mike Dirnt (bajista) un traje naranja de estilo recluso. Como si tocar riffs para emocionar a los fans fuera un crimen de Estado.
“Dilemma”, de su reciente Saviors, vino a presentar lo nuevo de la banda, con los tonos rosas que carga en su portada con foto b/n. En otros conciertos de su tour, los escenarios han rendido tributo a las portadas de Dookie y American Idiot. Y el principal en el Autódromo Hermanos Rodríguez también lo hizo, añadiendo en el centro el humo de hongo de una bomba atómica y la mano blanca sosteniendo una granada de corazón conforme avanzó la noche y cambiaba el setlist conforme al material discográfico.
El salto a American Idiot fue un poco estrepitoso y directo. El tema homónimo, “Holiday” y “Boulevard of Broken Dreams” vinieron una tras otra, ocasionando que al terminar esta baraja de hits algunos decidieran abandonar el lugar, para evitar la salida masiva de almas complacidas.
“Esta noche es una revolución de corazones rotos”, dijo el vocalista antes de tocar “Wake Me Up When September Ends”, “el mundo está en caos, no sabemos qué va a pasar mañana. Pero hoy, ahora mismo, estamos juntos. Déjenme escucharlos”.
“Are We the Waiting”, “Give me Novacaine” y “St. Jimmy” continuaron el recorrido por los 20 años de American Idiot. Luces rojas, “Jesus of Suburbia” y un Simi vestido como Billie Joe anunciaron un cierre cada vez más cercano, a pesar de que el setlist rebasó las 1:00, cuando en teoría Green Day partiría. “Bobby Sox” puso el puente hacia “Good Riddance (Time of Your Life)”, el punto final de una jornada que cerró con 74 mil 416 asistentes.