Elementos del Ejército y de la Guardia Nacional trasladaron, el 11 de noviembre de 2024, a Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe” y de 72 años de edad -fundador del Cártel de Guadalajara, el primero que hubo en México, junto a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”-, del Centro Federal de Reinserción Social (CEFERESO) Número 1, El Altiplano -ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México-, al Centro Médico “Lic. Adolfo López Mateos” -en Toluca de Lerdo y administrado por la Secretaría de Salud mexiquense-, donde se le realizaría un procedimiento quirúrgico, previamente programado, derivado de un padecimiento en la próstata y de la cual ya había sido operado el 25 de septiembre de 2023.
Imágenes tomadas y difundidas por la agencia Cuartoscuro, muestran al capo sinaloense arriba de la aeronave, con un gorro quirúrgico puesto en la cabeza, así como una mascarilla color blanca, colocada sobre la boca y nariz de Caro Quintero.
Por unanimidad de votos, los integrantes del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal aprobaron, el 7 de agosto de 2024, el proyecto de sentencia del magistrado Ricardo Paredes Calderón, que declaró improcedente el recurso interpuesto por Edgar Manuel Contreras Hernández, director general de Procedimientos Constitucionales de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), contra la suspensión de plano que un juez de amparo concedió a “El Príncipe”, contra su extradición a Estados Unidos.
Según la lista de notificaciones del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), la suspensión concedida al capo sinaloense, prohibía a las autoridades mexicanas realizar la extradición a territorio estadounidense.
“Para el efecto de que la parte quejosa quede a disposición de este Juzgado Federal por cuanto hace a su libertad personal, en el lugar en que se encuentra recluido y para que se abstengan de ejecutar contra el quejoso la petición de extradición, que dice, existe en su contra; debiendo las autoridades responsables informar, en un término no mayor a veinticuatro horas, el cumplimiento que den a esta determinación”, indicó la notificación del CJF.
Luis Rodríguez Bucio, entonces titular de la Subsecretaría de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) Federal, exhibió, el 3 de octubre de 2023, a José Fernando García Quiroz, titular del Juzgado Octavo de Distrito en Materia de Amparo en el Estado de México, quien el 22 de septiembre de ese mismo año, concedió el amparo indirecto 1493/2023, a favor de Caro Quintero, para no ser extraditado a EE. UU.
Durante la conferencia de prensa matutina presidencial -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, el funcionario federal detalló el citando juez otorgó una suspensión provisional en favor del fundador del extinto Cártel de Guadalajara -el primero que existió en México-, contra el procedimiento de extradición 5/2013, contra Caro Quintero, solicitada por el Gobierno de Estados Unidos.
El general de brigada del Estado Mayor en retiro recordó que el capo sinaloense era requerido por la justicia de Estados Unidos por, entre otros delitos, su presunto involucramiento en el secuestro y asesinato, en 1985, de Enrique ‘kiki’ Camarena, agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
“El 22 de septiembre otorgó una suspensión provisional a favor de Rafael ‘N’ contra el procedimiento de extradición número 5/21013, para efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan y se suspenda todo acto tendente a extraditar al quejoso del territorio nacional”, explicó Rodríguez Bucio.
¿QUIÉN ES RAFAEL CARO QUINTERO?
Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe”, de 71 años de edad, nació en un poblado llamado Huixiopa, en el municipio de Badiraguato, Sinaloa, el 24 de octubre de 1952. El capo sinaloense permaneció 28 años de prisión, de los 40 que tenía de condena. Junto con Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, fundaron el Cártel de Guadalajara, en la década de los 80’s del Siglo pasado.
Alias “El Príncipe” cumplía hasta agosto de 2013 una sentencia, por la que permaneció 28 años de prisión -de los 40 que tenía de condena-, por el asesinato de Enrique “Kiki” Camarena Salazar, agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, pos sus siglas en inglés), pero logró salir de la cárcel gracias a un amparo, el cual fue revertido dos años después por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“[Caro Quintero] continúa dirigiendo un gran cartel que introduce de manera ilegal drogas en este país. Perseguir a sus colaboradores y estructura de apoyo es crucial para acabar de una vez con su empresa criminal”, dijo en un comunicado fechado el 2 de diciembre del 2020, Timothy J. Shea, director interino de la DEA.
Shea sostuvo que a pesar de que habían pasado 35 años del secuestro, tortura y asesinato del agente especial de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar, llevar a Caro Quintero -señalado como autor intelectual del crimen- ante la justicia de EE.UU. es una de las máximas prioridades para la agencia antinarcóticos estadounidense.
“Llevar a Rafael Caro Quintero ante la justicia es una de las principales prioridades de la DEA. Fue responsable de la brutal tortura y muerte de un agente especial de la DEA en 1985, y no descansaremos hasta que sea detenido”, abundó el director interino de la Agencia.
Antes, el 23 de noviembre del 2020, Caro Quintero fue colocado por la DEA, en el primer lugar de la lista de los diez fugitivos más buscados, lugar que antes fue ocupado por el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
La agencia antidrogas estadounidense ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por información que lleve a la captura de Caro Quintero, entonces prófugo de la justicia, luego que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revirtió un amparo que le permitió recuperar su libertad, el 9 de agosto del 2013.
La página de internet de la DEA catalogaba al capo sinaloense como “armado y peligroso”. Además, se ofrecía una recompensa de 20 millones de pesos (403 millones 216 mil pesos mexicanos, al tipo de cambio actual), por Caro Quintero, quien era buscado por los delitos de “Secuestro y asesinato de un agente federal, delitos violentos en ayuda del crimen organizado, complicidad, cómplice del hecho. También buscado por: posesión con intención de distribuir marihuana y cocaína, asesinato, empresa criminal continua”.
“Rafael CARO-PAEZ, Rafael CARO-QUENTARO, Rafael CAGO-QUINTERO, Ravael CARO-QUENTERO, Rafael CARO-PAYAN, Rafael CARO-QUENTARO, Raxael CARO-QUENTERO, Pedro SANTOS-ESCAMILLA, R One, R # 1, Rafa, El CHARRAL, El GRENAS, Don RAFA, Licenciado RIOS”, señalaba la DEA, respecto a los alias conocidos del capo sinaloense.
Por su parte, el capo sinaloense Caro Quintero, informó mediante un escrito presentado, el 22 de mayo del 2020, al Primer Tribunal Colegiado Penal en la Ciudad de México, que era económicamente insolvente, y que su situación se había complicado porque, en su condición de prófugo de la justicia y adulto mayor, no tenía la oportunidad de trabajar y generar un ingreso.
“El nombrado recurrente alega insolvencia porque dice tener más de 60 años de edad, no estar pensionado ni jubilado, y como hecho notorio aduce encontrarse sustraído de la acción de la justicia, lo que le impide –dice– laborar o desempeñar alguna actividad por la que pueda adquirir recursos económicos”, dijo Caro Quintero, según un acuerdo publicado el 26 de mayo del 2020 por el Primer Tribunal Colegiado Penal de la capital de la República.
Según lo informó el diario Reforma, esta era una de las dos promociones que “El Príncipe” presentó vía electrónica ante el Tribunal capitalino, en el amparo en revisión contra la orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos, por el asesinato en 1985, de Enrique “Kiki” Camarena Salazar, miembro de la DEA.
El rotativo, basado en informes del Poder Judicial de la Federación (PJF), señaló que la manifestación del ex líder del extinto Cártel de Guadalajara, respecto a la supuesta carencia de recursos, la hizo con el propósito de que el Tribunal no le impusiera el pago de una garantía.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), informó el 30 de marzo del 2020, que bloqueó ese mismo día las cuentas bancarias de 18 personas relacionadas con el Cártel de Sinaloa y el capo sinaloense Caro Quintero.
La UIF, cuyo titular era, en ese entonces, Santiago Nieto Castillo, informó que tras reportarse movimientos inusuales en el sistema financiero de 18 cuentas bancarias, procedió a su bloqueo luego de indagarlas y encontrar vínculos con el crimen organizado.
Catorce de dichas cuentas estaban supuestamente relacionadas con el Cártel de Sinaloa. Nueve de estas son personas físicas y las cinco restantes de empresas. Mientras que otras cuatro con el capo sinaloense Caro Quintero.
El 9 de octubre de 2019, el ex líder del extinto Cártel de Guadalajara, le fue negado un amparo que había solicitado contra la solicitud del Gobierno de EE.UU., para que sea extraditado a dicho país.
Por unanimidad, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló la propuesta del ministro Luis María Aguilar Morales, de negar un amparo al capo sinaloense, para que en caso de ser detenido, sea extraditado a territorio estadounidense.
“Es incuestionable que los artículos 17 y 18 de la Ley de Extradición, así como el artículo 11 del Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos, al tener su fundamento en el artículo 119 constitucional, no pueden ser considerados inconstitucionales, como lo pretende el recurrente”, resolvió la Primera Sala de la SCJN.
Ese mismo día, la juez Núñez Solorio, concedió la suspensión de plano a Caro Quintero, solicitada por el capo el 25 de noviembre del 2019, a efecto “de que las cosas se mantengan en el estado que guardan y no se ejecute la extradición de los quejosos, lo anterior, hasta en tanto se notifique a las autoridades la resolución que en su caso se emita dentro del juicio de amparo”.
Según el expediente 895/2019, Caro Quintero señala como autoridades responsables, entre otras, a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Sin embargo, la juez Núñez Solorio dejó en claro que la suspensión de plano sólo se limitaría a paralizar los efectos de la orden de extradición por las autoridades responsables señaladas, por lo que no surtiría efectos si la orden fue dictada por autoridades distintas.
Tampoco surtiría efectos si la orden de extradición ya fue ejecutada con antelación o si se trata de hechos diversos de los expresados en la demanda de amparo; como tampoco si es emitida con posterioridad, ya que debe atenderse a que el juicio de amparo procede contra actos existentes y concretos, no probables, ni eventuales.
Asimismo, la juez Núñez Solorio dio de plazo cinco días para que los abogados del narcotraficante sinaloense especifiquen qué acto o actos son lo que reclama, ya que en la demanda de Caro Quintero, esto no se advierte con precisión.
Mientras tanto, el Gobierno estadounidense solicitó que, de ser reaprehendido, Caro Quintero fuera extraditado a EE.UU. para comparecer ante la justicia de dicho país, lo cual fue autorizado por la SCJN el 9 de octubre del 2019.
El 23 de octubre del 2020, el Departamento de Justicia de EE.UU. informó a través de un comunicado, que buscaba confiscar bienes en México, que adquirió con recursos ilícitos el capo sinaloense. Según el documento emitido por las autoridades estadounidenses, las ocho propiedades del entonces prófugo de la justicia se encuentran en Guadalajara, Jalisco.
A finales de julio del 2019, Ray Donovan, agente especial encargado de la oficina de la DEA en Nueva York, afirmó que Caro Quintero -uno de los principales capos de la droga en la década de los 80 del Siglo pasado- era la “prioridad” del Gobierno estadounidense.
El 28 de marzo del 2019, alias “El Príncipe” o “Rafa”, logró por segunda ocasión impedir que la SCJN se pronunciara sobre el amparo que promovió, con el cual pretendía evitar su extradición a Estados Unidos. Caro Quintero presentó una solicitud para que el ministro Luis María Aguilar Morales se declarara impedido para conocer su demanda de garantías.
El ex presidente de la SCJN hizo público el proyecto de sentencia donde proponía a los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte, negar la protección de la justicia al capo sinaloense, quien el 26 de marzo del 2019 reclamó el Tratado de extradición entre México y EE.UU., petición que fue admitida a trámite y turnada al ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Esa fue la segunda vez que Caro Quintero procedía de la misma forma, ya que en noviembre del 2016, el narcotraficante sinaloense reclamó que el entonces presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, elaborara el proyecto de sentencia.
Aguilar Morales proponía en su proyecto de sentencia negar el amparo al capo sinaloense, y devolver el asunto a un Tribunal Colegiado, para que solo revise cuestiones de legalidad, y con ello determinar si Caro Quintero debe ser entregado a las autoridades estadounidenses.
El 12 de abril del 2018, “El Príncipe” fue incluido en la lista de los “Diez Fugitivos Más Buscados” del FBI estadounidense, por ser el presunto autor intelectual del asesinato de Enrique “Kiki” Camarena Salazar, crimen por el que ya había purgado una condena de 28 años de prisión en México.
Caro Quintero, a quien el FBI considera que “está armado y es extremadamente peligroso”, y por quien ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que lleve a su captura, había negado en una entrevista videograbada con la periodista Anabel Hernández García, publicada en el diario digital The Huffington Post, el 5 de abril del 2020, que siguiera activo en el narcotráfico y que se encuentra fugitivo, “por un crimen por el que ya pagó”.
En dicha entrevista, publicada también por el portal Aristegui Noticias, el capo de 67 años de edad y originario de Badiraguato, Sinaloa, pidió a la DEA, del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, y al Gobierno Federal mexicano, que “hagan bien su trabajo” y que lo “dejen en paz”.
La acusación de la DEA y la Fiscalía neoyorquina (EDNY Docket No. 15-CO-208 S-2), también detalló el “papel principal” de Caro Quintero “en el tráfico de metanfetaminas, heroína, cocaína y mariguana a los Estados Unidos y otros países, y refleja sus actividades criminales de 1980 a 2017”.
“El 30 de julio de 1992, la Corte de Distrito del Distrito Central de California emitió una orden federal de arresto, acusando a Caro Quintero de crímenes violentos en favor del crimen organizado, de conspiración para secuestrar a un agente federal, de secuestrar a un agente federal, de asesinar a un agente federal, de ayudar, instigar y ser cómplice después de ese hecho”, indicó el Gobierno estadounidense.
“Hoy, junto con nuestros socios federales de la DEA, del Servicio de Alguaciles y del Departamento de Estado, estamos comprometidos a llevar ante la justicia a este criminal peligroso y líder de un cártel, quien es responsable del asesinato brutal de un agente de la DEA”, dijo el Director Adjunto del FBI, David L. Bowdich.
“El agente especial Camarena estaba dedicado a detener el narcotráfico y a romper el círculo de delitos relacionados con las drogas. Él mostró gran valentía para ir tras los narcotraficantes más violentos. Y es precisamente por esta valentía y entrega que no vamos a dejar de buscar a Caro Quintero sino hasta que demos con él y lo pongamos tras las rejas, donde pertenece”, abundó Bowdich.
En julio del 2016, en una entrevista publicada por el semanario Proceso, el capo sinaloense había dicho, también, que ya no pertenecía al narcotráfico y que no mató a Enrique “Kiki” Camarena, además de que no estaba en guerra, ni Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, ni con Ismael Zambada García, “El Mayo”.
A principios de la década de 1980, Caro Quintero, en aquel momento con 30 años de edad, junto a “Don Neto” y a “El Padrino”, se convirtió en uno de los tres líderes del Cártel de Guadalajara, el cual formó alianza posteriormente con el Cártel de Medellín, liderado por el traficante colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria.
“Se considera a Caro Quintero como uno de los ‘padrinos’ del narcotráfico, que ayudó a formar el Cártel de Guadalajara a finales de la década de 1970. Supuestamente, se convirtió en uno de los principales proveedores de heroína, cocaína y mariguana a los Estados Unidos y estuvo a cargo del cártel en Costa Rica y en la frontera entre los Estados Unidos y México”, señaló el Gobierno estadounidense en su comunicado.
Fue entonces cuando Enrique “Kiki” Camarena Salazar se infiltró en el Cártel de Guadalajara. En 1984, como resultado de la información obtenida por el agente encubierto estadounidense, cientos de soldados mexicanos asaltaron Rancho Búfalo, una plantación de marihuana del grupo criminal, cuya producción anual estimada era de cientos de millones de dólares.
“En noviembre de 1984, las autoridades mexicanas allanaron una plantación de 2 mil 500 acres de mariguana, propiedad de Caro Quintero. El Cártel de Guadalajara culpó al agente especial Camarena Salazar por la redada, y decidió tomar represalias”, abundó el Gobierno estadounidense.
“El agente especial Camarena, un ex marino, bombero, oficial de policía y alguacil adjunto, estuvo muy cerca de descubrir una ruta de millones de dólares para transportar drogas por un millón de dólares de México a los Estados Unidos en 1985”, señaló el Gobierno de EE.UU.
“Kiki” Camarena Salazar y el piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, fueron secuestrados por un grupo de hombres armados el 7 de febrero de 1985, en Jalisco. Un mes después sus cuerpos fueron hallados en un rancho del estado de Michoacán, con señales de tortura.
“Antes de que pudiera exponer las operaciones de narcotráfico, fue secuestrado en ruta a almorzar con su esposa el 7 de febrero de 1985 en Guadalajara, Jalisco. Supuestamente, las órdenes directas del secuestro fueron dadas por Caro Quintero”, indicó el Gobierno estadounidense.
“Camarena fue rodeado por cinco hombres armados que lo arrojaron dentro de un automóvil y se lo llevaron. Se cree que Camarena murió a los dos o tres días de su secuestro, pero su cuerpo no fue encontrado sino hasta el 5 de marzo de 1985. Sobreviven al agente especial Camarena su esposa y sus tres hijos”, abundó el Gobierno de EE.UU.
El capo sinaloense, quien había sido condenado a 40 años de cárcel por el crimen de “Kiki” Camarena Salazar, pero sólo pasó 28 años en prisión, ya que fue liberado el 9 de agosto de 2013, por un Tribunal del estado de Jalisco, mismo que justificó la decisión con un tecnicismo jurídico, ya que consideró que el caso debió ser juzgado en el fuero común y no en el federal.
Caro Quintero se fugó tras conocer que la Procuraduría General de la República (PGR) obtuvo una nueva orden de aprehensión con fines de extradición a EE.UU., cuyo Departamento de Justicia, ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por su captura, misma que subió hasta los 20 mdd.
Dos días más tarde, el entonces Juez Sexto de Distrito en Procesos Penales Federales, Alejandro Caballero Vértiz, ordenó su detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos, con el propósito de juzgarlo por el crimen del agente “Kiki” Camarena.
En diciembre de 2013, el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, reveló que Caro Quintero envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto, en la que solicitó que no se le persiguiera más porque lo que tenía que pagar lo saldó en prisión. Sin embargo, en actualidad el capo sinaloense es buscado para que cumpliera los 12 años que le faltaban de condena.
El 22 de enero de 2015, el Segundo Tribunal Unitario del Tercer Circuito con sede en Guadalajara, en acato al fallo de la SCJN, declaró nuevamente penalmente responsables a Caro Quintero y a Fonseca Carrillo, por los delitos de privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro y homicidio calificado, en agravio del agente de la DEA y del piloto mexicano Zavala Avelar, por lo que de nueva cuenta le impuso al capo sinaloense la condena de 40 años de prisión.
El fundador del extinto Cártel de Guadalajara fue capturado el 15 de julio del 2022, cerca de la comunidad de San Simón, del municipio Choix, en el estado de Sinaloa, entre los límites con Chihuahua y Sonora. Desde entonces se encuentra preso en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 1, El Altiplano, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.
La Fiscalía General de los Estados Unidos, cuyo titular es Merrick Garland, solicitó, el 22 de julio del 2022, al juez John A. Kronstadt -de la Corte del Distrito Central de California, con sede en Los Ángeles-, iniciar, de manera formal, el proceso para solicitar al Gobierno de México la extradición del capo sinaloense Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe”, fundador del extinto Cártel de Guadalajara.
A través de una solicitud fechada el 22 de julio del 2022, que difundió el diario Milenio, el fiscal John Lujelian pidió abrir la orden de arresto contra Caro Quintero, misma que permanecía sellada, por delitos relacionados con tráfico de drogas, delincuencia organizada, secuestro y asesinato.
“Estados Unidos respetuosamente solicita que la Corte abra la solicitud de arresto del acusado Rafael Caro Quintero para que Estados Unidos pueda entregar la solicitud de arresto a México como parte de su solicitud de extradición […] debido a que el acusado Rafael Caro Quintero está en custodia, no hay más razón para que este documento se mantenga bajo sello”, indicó la Fiscalía General en su solicitud.
Esto con la finalidad de que dicha orden fuera entregada al Gobierno de México y se pudiera comenzar con el proceso para la extradición de Caro Quintero. Asimismo, la Fiscalía General estadunidense explicó que como el capo sinaloense ya estaba bajo custodia de autoridades mexicanas, ya no era necesario mantener la orden de arresto del narcotraficante bajo sello.
El 22 de julio del 2022, el Fiscal General de los Estados Unidos, Merrick Garland, felicitó a Marcelo Ebrard Casaubón, entonces titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, por la captura del capo sinaloense Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe”, fundador del extinto Cártel de Guadalajara.
“Sostuve conversación con Merrick Garland, Fiscal General de los Estados Unidos. Me transmitió su reconocimiento a México por la detención de Rafael Caro Quintero. También me pidió transmitir sus sinceras condolencias a las familias de los marinos que perdieron la vida”, indicó el canciller mexicano, en su cuenta de la red social Twitter.
Por su parte, la Fiscalía General estadounidense informó que “los dos líderes reafirmaron su compromiso compartido para trabajar expeditamente en la extradición de Caro Quintero, quien es buscado en los EU por cargos criminales incluyendo su presunto involucramiento en el secuestro y asesinato, en 1985, de Enrique ‘Kiki’ Camarena, agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).