“He oído decir que mientras se puede amar, no es uno viejo. Y he oído decir que dondequiera que se pronuncia el nombre del hombre se anuncia la doctrina de la inmortalidad: ésta es inherente a su constitución”.
-Ralph Waldo Emerson, Ancianidad.
Los dolores se suceden hasta que nace el niño.- Otro periodo presidencial de seis años en México, y cuatro en Estados Unidos. No son las primeras mujeres en el mundo. Indira Gandhi en la India; Golda Meir en Israel; Margaret Thatcher en Inglaterra; Benazair Bhutto en Pakistán; Ellen Johnson Sirleaf en Liberia; Michelle Bachelet, médico pediatra, presidenta en Chile por dos períodos (2006-2010 y 2014-2018).
Escuché decir al doctor en derecho constitucional Ignacio Burgoa Orihuela, en la UNAM, el sentido jurídico y político de la expresión espurio. Con motivo del triunfo aparente de la Revolución Mexicana en 1917, el “triunfador” Venustiano Carranza llegó a firmar el famoso Constituyente de Querétaro. El jurista Burgoa se admiró de que tal documento fue firmado a prisa y espuriamente por dos que tres diputados liberales. O sea, a prisa y sin sustento legítimo.
La Constitución Política de México es, digamos, voluble o reformable. Ya les explicó pacientemente el licenciado bajacaliforniano Gustavo Sánchez Vásquez, con más de 35 años litigando y ahora Senador de la República, que no es bueno que a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lleguen “abogados” sin experiencia no sólo en litigar, sino en dictar sentencias. Pero desafortunadamente, el mal ejemplo de López Obrador hizo metástasis y se extendió: entre 12 a 16 años y no logró terminar la licenciatura en Ciencias Políticas en la UNAM. Y he allí el caso de Batres, Esquivel, y muchos otros que, sin más esfuerzo, plagiaron tesis o compraron un título en alguna universidad patito.
La misma tempestad existe en cualquier cabeza bien organizada en la que se incube algún beneficio mundial. El reto no sólo para México –por eso enjaularon al alcalde de San Diego por ladrón- sino en todo el mundo es que la administración pública requiere una reforma, pero de nosotros, y no un cambio de colores, logos o de apariencia cosmética.
Con propiedad y valentía, el Sr. Obispo de Cuernavaca, Ramón Castro ha sido claro al referir las limitaciones del sexenio que terminó y el que empieza este 2024: destrucción, muerte y mentiras.
El 30 de septiembre ya se contabilizaban oficialmente 199 mil 500 ejecutados en el país. Corrompieron a tres senadores y retuvieron otro para alcanzar dizque la “mayoría calificada” para la dizque “reforma”. Y entre los legisladores, pues se agandallaron las curules (diputaciones), Según el Chilangonario de Legarreta, Gandalla significa: que gana algo, que llega primero, que logra apartar, que asalta, toma, atrapa o roba; el que golpea primero de manera artera o cobarde. Dirían en la Bondojos y Neza: No seas gandalla, no te claves lo de mi pasaje.
De lo poco que pudiera saber de la democracia mexicana es que no le duró mucho el gusto a Carranza porque sería eliminado por los sonorenses. Y así quedó la Constitución de 1917; que fue una dizque “reforma” en 1857, al gusto de los católicos de aquella época. Y no como de acuerdo a la sabiduría sana al reformarse otra vez en 1993.
Así que lo espurio o superficial con que se reformó supuestamente la actual Constitución en 2024 es muy probable que termine en letra muerta, y sea revertida para supervivencia no sólo de la democracia, sino de la República y la separación de Poderes.
Admirable uno de los grandes padres del pensamiento norteamericano, Emerson: “El hombre necesita amigos, empleo, conocimiento, poder, casa y tierra, esposa e hijos, honor y fama, tiene necesidades religiosas, estéticas, domésticas, civiles y humanas. Unas tras otra y un día tras otro, el hombre aprende a cristalizar sus ideas en hechos”.
Si la geografía mexicana recorre las penínsulas desde Mérida hasta Ensenada, vea usted la vergüenza del cruce fronterizo San Luis Río Colorado, Sonora, con Baja California y con Arizona.
En especial los viernes las largas filas de 3-5 millas, y luego entrar a la zona de cráteres en abandono por la calle primera y el caos vial. Enormes pérdidas económicas, salud y tiempo hacia México y a Baja California. ¿Cuál es la excusa sexenal desde el 2006 a 2024?, diferentes partidos y ningún gobierno ha resuelto el asunto.
Por eso la ciudadanía no quiere participar en la verdadera democracia. Pueblo indiferente.
Germán Orozco reside en Mexicali.