Han transcurrido los primeros veinte días del gobierno morenista de Claudia Josefina Agatón Muñiz en el Ayuntamiento de Ensenada, y lo que ha mejorado es la seguridad, pero no la de la ciudadanía, sino la de sus colaboradores, pues al menos siete servidores públicos ya solicitaron escoltas personales con el argumento de estar en condición de riesgo, aclarando que los resultados de sus análisis de riesgo, si es que existen, no han sido transparentados. El primero en recibir protección fue el actual director de Desarrollo Económico Municipal, Carlos Ibarra Aguilar. Le siguieron la regidora priista Ana Daniela García Salgado; el coordinador de Gabinete, José Antonio Vázquez Castañeda; el secretario del Ayuntamiento, Julio César Arenas Ruiz; y el síndico procurador, Elí Oviedo Díaz, ninguno de los cuales trabaja en un área de seguridad, salvo el síndico, que sí maneja temas de policías, pero por alguna razón no se sienten seguros en el puerto y quieren ser escoltados por policías municipales. A los funcionarios escoltados, se suman aquellos que por la naturaleza de su cargo, son susceptibles a sufrir agresiones, como la alcaldesa, el subdirector de Seguridad Pública y el jefe de seguridad, Martín Álvaro Alva Urías, quien en sus primeras declaraciones destacó la precariedad en que se encuentra la corporación en términos de recursos humanos, por lo cual, lejos de sacar de circulación a los oficiales, resaltó la urgencia de contratar a por lo menos un centenar más policías de la Academia para cumplir el plan de seguridad y sus aspiraciones de elevar el rango de la corporación de Dirección a Secretaría de Seguridad Pública. Pero con tanto funcionario escoltado, falta harán policías para hacer un buen trabajo en calle y prevenir la inseguridad en las calles de Ensenada.