De Trez en Trez
Uno.- Como cada cambio de Gobierno Federal, las expectativas de que todo sea mejor repiten el ciclo sexenal.
Así ha sido desde que tengo memoria de ello; luego de tremendos fallos, crisis, errores, devaluaciones, violencia, inseguridad, desastres y otras desgracias naturales y humanas, renace la esperanza que “todo cambie” como por arte de magia con el “nuevo gobierno”.
Lo mismo sucedió cuando iniciaron sus mandatos Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Muchas esperanzas de mejora al inicio y escasos logros presidenciales al final. Unos dieron pie a férreos mandatos, otros fueron represores; algunos frívolos y corruptos; uno cambió las botas por el mandil y no cumplió el verdadero cambio; hasta llegar al inmediato anterior que vivió de la mentira, del ataque y en un país que sólo existió en su mente.
Doz.- Con el ascenso al poder de Claudia Sheinbaum Pardo como primera Presidenta de México, no es diferente, a pesar de que ha dado señales de continuismo al referirse a su gestión como “el segundo piso de la 4T” y de que AMLO le heredó a personajes afines a él en puestos claves del nuevo Gobierno Federal.
Según encuestas (las famosas y cada vez menos confiables encuestas), 7 de cada 10 mexicanos creen que el país estará mejor bajo el liderazgo de Sheinbaum Pardo y el 66 por ciento cree que será buena Presidenta (sinembargo.mx/29-092024/455…).
Por su parte, El Financiero le asigna un “67 por ciento de aprobación al trabajo que hasta ahora ha hecho como mandataria electa…” en su encuesta nacional realizada en septiembre. Y aquí agregamos, que, como tal, se limitó a ratificar todo lo afirmado por AMLO y a ser su acompañante en las giras finales del ahora expresidente.
Muchos se basan solamente -sin restarle importancia- en el hecho de que Sheinbaum es mujer, y presumen demostrará sensibilidad, empatía, dedicación y honradez en su trabajo.
La cuestión de género, si bien es importante destacarlo, está siendo sobredimensionada, desde la ceremonia de toma de posesión de Claudia Sheinbaum sólo estuvieron las cadetes de las fuerzas armadas de México a sus espaldas y en las vallas y sólo mujeres legisladoras en la comisión de bienvenida, exclusivamente del partido Morena.
Trez.- Claudia hereda un país sumido en violencia, con problemas de narcotráfico, migración, endeudado (aunque se diga lo contrario), con una política exterior equivocada; polarizado, endiosado con AMLO, militarizado (aunque lo niegue), en pobreza, desigual, con corrupción, sin justicia, con educación deficiente, con discriminación y con un sistema de salud deteriorado, entre otros problemas.
No tiene excusa; llega con todo el poder, ha prometido -igual que AMLO- no fallar.
No queda más que volver a abrir “el taller de ojalatería” y más que desear, trabajar para que México esté mejor, aunque el camino sea de subida.
P.D.- En su protesta del cargo, pintó un país color de rosa…
P.D.2.– Sí, México es un país maravilloso. Ojalá no se lo “terminen de acabar”.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com