Hizo favor de regalarme su libro el lunes, y a pesar de haber tenido una semana muy ocupada, para el miércoles ya llevaba la mitad, terminándolo de leer el viernes. No podía parar de leerlo, por lo que cada oportunidad que tuve, la dediqué a su lectura.
Bueno, incluso las aportaciones de quienes participaron con sus textos en el libro son excelentes, como es el caso de Adela Navarro, José Arreola, Guadalupe Rivemar y Daniel Salinas.
Cabe mencionar que cuando tuvo la amabilidad de obsequiármelo, quizá como muchos otros destinatarios de su más reciente pieza literaria, iba a intentar pedirle que me lo autografiara, pero evidentemente ya estaba preparado, porque me detuvo el gesto comentándome: “No los estoy firmando sino hasta que lo lean”.
Aunque su obra se llama Andanzas y Vericuetos, es también un libro de testimonios, puesto que muchos de los pasajes fueron vividos por el autor, don José Galicot, quien nos lleva de la mano por diferentes etapas de su vida; y además de que así lo conocemos más, completamos nuestra imagen de personajes ejemplares que, como él, han sido motor para construir la región Tijuana-San Diego y han imprimido sus huellas en el mundo, con sello Tikun Olam.
Me ha fascinado percatarme de que, a pesar de la diferencia de edades, hemos tenido en común múltiples aspectos, como la pasión por la lectura, particularmente compartida a través de dimensiones distintas, pero paralelas; o como la era de los estudios de educación secundaria, donde igual vibramos con Sandokan y los Tigres de Mompracen y viajamos prematuramente al futuro gracias a Julio Verne.
Es un libro que te enseña historia, sin ser un libro de historia. Es un libro que te ilustra sobre negocios, sin ser un libro de negocios. Que te estimula, sin ser un libro motivacional. Que te impulsa a emprender, sin ser un libro de emprendimiento… y así podríamos seguir buscando hasta el infinito definir una obra tan versátil, caleidoscópica y multifacética, que tal como las plumas de un faisán, de un ave del paraíso o de un pavorreal en éxtasis, te hipnotizan con su derroche de color y fantasía danzante que no puedes parar de ver.
La obra también resalta la resiliencia y los valores, como la solidaridad, lealtad hacia los amigos y amor por tu ciudad, esencia del ser humano socialmente responsable que es imprescindible preservar y reforzar.
Gracias don Pepe porque a través de sus letras me teletransportó a los tiempos en que conocí la deslumbrante discoteque “Oh!” -en aquel entonces jamás imaginé que conocería a su creador-, habiéndome hecho regresar mentalmente con su libro a Acapulco, a la “Baby Rock”, a mis tiempos de estudiante, y a sufrir y disfrutar tropezones y triunfos de la vida.
Todo es cuestión de Andanzas y Vericuetos de Yosef.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano. Correo: AlbertoSandoval.AlianzaCivil@gmail.com Internet: http://about.me/sandovalalberto/ Facebook: Alberto Sandoval. X (Twitter): @AlSandoval