Un abogado llega tarde a un importante juicio y no encuentra estacionamiento… Levanta la vista al cielo y dice:
— Señor, por favor, consígueme un sitio para aparcar y te prometo que iré a Misa los domingos del resto de mi vida, dejo las malas compañías y los vicios. Y jamás en mi vida me volveré a emborrachar… ¡Y dejaré en paz a mi secretaria, que además está casada!
Milagrosamente, en ese momento, aparece un sitio libre, el hombre aparca y dice:
— No te preocupes Señor, que ya encontré uno, pero gracias de todos modos.
Autor: La secretaria.
Últimas palabras
Se encuentra el paciente tendido en la cama. Su médico, abogado, esposa e hijos están esperando el suspiro final, cuando de repente el paciente se sienta, mira a su alrededor y dice:
— ¡Asesinos, ladrones, mal agradecidos! —y se vuelve acostar.
El doctor un poco confundido, dice:
— Yo creo que está mejorando.
— ¿Por qué lo dice, doctor? —pregunta la esposa.
— Porque nos reconoció a todos.
Autor: El heredero.
Noticias de Italia
Un abogado mantiene un romance con su secretaria. Al poco tiempo ésta queda embarazada y el abogado, que no quiere que su esposa se entere, le da a una buena suma de dinero y le pide que vaya a parir a Italia. A lo que la secretaria pregunta:
— ¿Y cómo te comunicaré que ha nacido el bebé?
— Tan sólo envíame una postal y escribe “Spaghetti” por detrás. No te preocupes, yo me encargaré de todos los gastos.
Pasan seis meses y una mañana la esposa del abogado lo llama al bufete exaltada:
— ¡Querido, acabo de recibir el correo y hay una postal muy extraña de Italia…! La verdad no entiendo lo que significa.
El abogado, asustado, contesta:
— ¡Espera a que llegue a casa y te explico!
Cuando el hombre llega a casa y lee la postal, cae al suelo fulminado por un infarto. Llega una ambulancia y se lo llevan. Ya en el Hospital, el medico jefe se queda a confortar a la esposa y le pregunta cuál ha sido el trauma que ha precipitado tal ataque cardíaco. Entonces la esposa saca la postal y lee:
— “¡Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti y no es broma!”.
Autor: Padre novato.
Derechos
— Está usted detenido.
— ¡Léame mis derechos!
— Híjole, sargento, ¿qué hacemos? ¡Pide que leamos!
— Es listo el canijo… ¡¡¡Dale una chela!!!
Autor: Anónimo de la GN
El favor
Un hombre a su amigo:
— ¿Te puedo pedir un favor? Mira, es que me voy de viaje tres meses y me gustaría que vigilaras de cerca a mi mujer, es que no me fío de ella… Avísame cuando notes algo anormal.
Al cabo de 15 días, le pone un telegrama y le dice que regrese.
— Desde que te fuiste, el hijo del panadero va a tu casa todas las noches y sale al día siguiente.
— ¿Y me avisas ahora?
— Tú me dijiste que te avisase cuando notara algo anormal ¿no? Bueno, ¡pues anoche no fue!
Autor: El panadero.
Bodas de oro
Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:
— Oye me he enterado que para celebrar las bodas de plata vas a llevar a tu mujer a la India. ¡Caray, cómo te las gastas! Si para las bodas de plata la llevas a la India, ¿qué harás para las de oro?
— Iré a buscarla.
Autor: Ex marido.
Entre jardineros
— ¿Qué le dice un jardinero a otro?
— Disfrutemos mientras podamos.
Autor: Otro jardinero.
* * *
— Tu amiga no ha hablado en toda la noche.
— Ya te dije que es muda.
— ¿Sí? ¿Y todos los mudos son así de tímidos?
Autor: Mejor así lo dejamos.
Champú milagroso
Un hombre calvo está conversando con un amigo:
— Sabes, me he comprado un champú anticaída.
— ¿Y te funciona?
— No, me sigo resbalando en el baño.
Autor: Un dermatólogo.
Entre gallegos
— Manolo, ¿quieres ser testigo de Jehová?
— ¡Hombre! ¡Pero si ni siquiera he visto el accidente!
Autor: Un valenciano.
Saludos de Carlos
Se encuentran dos amigos y un le dice al otro:
— ¡Carlos te manda saludos!
— ¡Gracias!
— ¡¡Carlos te manda saludos!!
— Gracias.
— ¡¡¡Carlos te manda saludos!!!
— Gracias…
— ¡¡¡Carlos te manda saludos!!!!
— ¿Ya, no?
— Es que me dijo que te mandaba muchos saludos, ¿sabes?
Autor: Otro amigo de Carlos.