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martes, octubre 1, 2024
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Ghostlight

Kelly O’Sullivan y Alex Thompson comparten créditos de dirección en esta brillante película donde el sentimentalismo fluye sin artificios y el duelo se exhibe como la profunda emoción que es y tiende a ocultarse en el caso de la familia compuesta por Dan Mueller (Keith Kupferer), un contratista que trabaja en obra pública; su esposa Sharon (Tara Mallen) y Daisy (Katherine Mallen Kupferer), la hija adolescente que tiene sus problemas en la escuela.

La vida cotidiana transcurre sin aparentes contratiempos, pero el secreto es evidente y se anticipa como una tragedia de la que, por supuesto, no se habla. Hay señales de apoyo mutuo entre los tres, sutiles, por supuesto. Pero el dolor tiene muchas manifestaciones, algunas algo violentas y del todo justificadas. Eso lo vemos en Dan, quien irónicamente termina involucrado en una puesta en escena de “Romeo y Julieta” en una comunidad pequeña donde todos se conocen.

La coincidencia de la obra de Shakespeare con la realidad de los Mueller es gracias al ingenio de O’Sullivan para desarrollar la premisa y llevarla a su desenlace con un extraordinario trabajo de los Kupferer, padre e hija en la vida real.

Nada se antoja forzado y el resultado final es de lo más conmovedor que se ha visto en cine en los últimos meses. Por eso este filme es memorable, no hay que decir más y recomendarlo enfáticamente. ****

Punto final. – A ver cómo le va a Joaquin Phoenix otra vez con el Guasón.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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