Juan Luis, alias “El Chapito”, era compañero de trabajo y amigo, desde hace dos años, de Flor de Jesús Poz Aguilar, quien desapareció el pasado 17 de febrero del presente año en Santa Fe, en Tijuana; y ahora, se ha convertido en el presunto responsable de privarla de su libertad y desaparecerla.
El Chapito fue detenido el 3 de septiembre y vinculado a proceso el día 5 por el delito de desaparición cometida por particulares, ya que según información de la Fiscalía General de Baja California (FGE), derivado de la investigación se sabe que el 17 de febrero a las 10:30 a.m., mientras Flor se encontraba trabajando en compañía de Juan Luis al interior del fraccionamiento Viñas del Mar, construido por la empresa desarrolladora Ruba; presuntamente, él la privó de la libertad y la escondió, desconociéndose a la fecha su paradero.
El hombre se convirtió en el principal sospechoso luego de que el celular de Flor apareciera con la misma ubicación de él al interior de la vivienda en la que ambos se encontraban trabajando el día de la desaparición, además de que Juan Luis fue la última persona en verla.
Ello sin contar con que al inicio de las investigaciones aseguró haberla visto salir caminando de la privada, pero al revisar las cámaras de vigilancia a la mujer no se le ve ni entrar ni salir del lugar, por lo que habría mentido en su declaración.
Sin paradero
Según se compartió a ZETA, durante la audiencia celebrada el 5 de septiembre Juan Luis se negó a revelar el paradero de Flor, lo que dejó nuevamente en la angustia e incertidumbre a su familia y amigos, quienes dijeron que su peor temor es que a pesar de estar tras las rejas y llegar a ser sentenciado, nunca confiese qué le hizo y dónde está.
“Tenemos ese temor de que no diga dónde la dejó; hay muchos casos así, es uno de nuestros mayores miedos”, expresó Johana Zarco, amiga cercana de Flor y su familia.
Por ahora la FGE cuenta con un plazo de investigación complementaria de seis meses, tiempo en el que se buscarán pistas y más pruebas para tratar de dar con el paradero de la mujer de 33 años; sin embargo, Johanna aseguró que no se detendrán, pues “Lo que sigue para nosotros es seguirla buscando”, por lo que continuarán realizando búsquedas por su cuenta junto al Colectivo Todos Somos Erick Carrillo.