Con la responsabilidad nacional del festival itinerante no-competitivo de documentales Ambulante, creado por Gael García Bernal y Diego Luna, la investigadora, docente y realizadora bajacaliforniana Itzel Martínez del Cañizo, suma a la transformación social y cultural a través de la cinematográfica colectiva; así lo enfatizó tras su visita a la primera edición del Festival de Cine de Valle de Guadalupe, pretexto para dialogar con ZETA sobre el ejercicio comunitario en Baja California a través del cine, áreas de oportunidad y crecimiento de la industria en la entidad.
“Mi búsqueda siempre estuvo centrada en un caminar juntos, en procesos en los cuales la película fuera el resultado de un espacio donde aquellos que están representados tomaran una acción viva en el proceso. La mayoría de los documentales que he hecho se realizaron en Tijuana e iban en torno a qué significa el cine en un ambiente comunitario”, precisó Martínez, quien durante el encuentro fílmico en territorio vinícola sostuvo el panel “El cine en la comunidad”.
“La charla que di fue más enfocada a la creación de un cine comunitario: hicimos un recorrido de las diferentes películas/documentales que he hecho, y las metodologías que siempre implicaban un proceso de coparticipación, un proceso y un desarrollo participativo, colaborativo, digamos, la aproximación creativa cuando te interesa construir un relato sobre una realidad distinta a la tuya; ahí es donde se construyen todos los dilemas, la visión de cómo vas a hablar de la otra persona y tu forma de aproximación”, apuntó la también maestra de Historia de Arte por la UNAM.
Desde su trabajo en Ambulante, Itzel resaltó que la intención de difundir el cine documental fuera de los entornos oficiales para el cine y grandes capitales, ha sido una labor que se ha fomentado desde 2005 con dicho festival itinerante y la proliferación de encuentros dedicados al séptimo que marcan una descentralización.
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“No puedes hacer cine sin ver cine. El cine mexicano y documental era clave en ese momento, distribuirlo y difundirlo, un cine socialmente comprometido. Fuimos representados una generación de cineastas y documentalistas que necesitaban más canales de apreciación de sus obras, y así surgen espacios de proyección como Ambulante”, puntualizó.
Liderando la percepción de Bordocs Foro Documental en esta frontera durante una década (2003-2013), la cineasta compartió su visión sobre el ritmo que sigue la industria fílmica en BC.
“Siempre se ha caracterizado por ser una región que, por un lado, sus artistas tienen la capacidad de gestionar sus procesos creativos; desafortunadamente seguimos en un modelo centralista, en el cual la principal actividad cultural y el respaldo está en los centros, pero Baja California siempre ha sido maravillosa. Estoy contenta de seguir viendo obras valiosas de nuevos realizadores y realizadoras. Pertenezco a ese territorio; me he alejado un tiempo, pero ha sido un reconectar con la comunidad local. Pero lo que veo es que no está muy conectada: trabajan mucho pero no hay una unidad; en cambio siguen teniendo una industria notoria, trabajando en individual y con un territorio con una necesidad de historias resilientes que contar. Hay mucha riqueza y fertilidad creativa para seguir aportando al cine nacional”, reflexionó.
