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viernes, septiembre 27, 2024
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Cuando se pausa el coito

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 

En las relaciones sexuales a veces cosas suceden inesperadas o sorpresivas, que cada pareja puede considerar como eventos que sólo a ellos les pasa, lo cual en ocasiones suelen ser divertidos, pero cuando es lo contrario puede desencadenar algunos problemitas. Veremos alguno de esas sorpresas.

Cuando estando en pleno acto sexual con su pareja, todo va muy bien y cada vez estás más cerca de alcanzar el orgasmo, pero en un momento repentino e inesperado, el hombre sufre una pausa, en España y algunos países latinoamericanos a esto le llaman ‘gatillazo’, palabra que proviene de una traba que ocurre con el gatillo de un arma de fuego, lo que coloquialmente se le adoptó el significado al hecho de que un hombre pierda la erección en la cama.

No se trata de que no pueda tener una erección, porque evidentemente la tuvo, el problema es que la pierde de un momento a otro, causando un alto o pausa confuso que acaba con el encuentro sexual. Si bien hay quienes continúan el acto a través de otros métodos, por lo general desmotiva, al punto de que el hombre prefiere pararle.

Según la doctora Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y directora del Instituto Clínico de Sexología en Barcelona, el gatillazo “siempre es un fantasma que está presente en las relaciones sexuales”. La razón principal es que casi todos los hombres comparten ese miedo, aunado a la estrecha relación entre el coito vaginal y el sentido de un acto sexual.

Muchas veces la inseguridad sexual y el creerse que no se va a estar a la altura son el mejor caldo de cultivo para que ocurra este fenómeno, ya sea por la poca experiencia, los nervios y la conducta de la pareja en esos momentos clave, ocasionando que cualquier hombre, incluso un joven vigoroso, lo sufra. De hecho, hay hombres que les ocurre de otra forma, al no poder eyacular.

Ya más adultos, podría atribuirse a factores físicos: hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo, consumo de alcohol, tabaquismo. En este escenario se trabaja bajo el diagnóstico de disfunción eréctil, salvo que debe diferenciarse cuándo es de carácter físico o psicológico.

Algunos especialistas proponen suspender temporalmente el coito vaginal de su vida íntima si las “pausas” ocurren con frecuencia. Lo mejor es dejarlo, porque seguir añade aún más estrés. Hay que tener versatilidad y pasar a otros juegos o prácticas o, mejor verlo filosóficamente, suspender el acto, abrir una botella de vino y hablar sobre el tema con humor y empatía.

Recuerden además que el coito vaginal es la forma menos efectiva para que una mujer alcance pronto el orgasmo, aunque existen posiciones más ricas para conseguirlo. El sexo oral y la estimulación directa con las manos (masturbación) son un camino más rápido para que tu pareja llegue a su cúspide de placer.

Mientras tanto, el trabajo de la pareja que sufre el gatillazo consiste en apoyo, empatía y un poco de humor, siempre que el afectado lo tolere y lo encuentre ameno. Está comprobado que el humor y los elogios pueden disimular las torpezas en la cama; y sobre todo que, al conversar sobre el tema, relajados y dispuestos a encontrar una solución definitiva, lo podrán superar.

 

El Lic. y C.P. Roberto Bautista es terapeuta sexual y de parejas con maestría en Mediación.

Correo: bautista46@hotmail.com

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