El secretario general del Gobierno del Estado, Alfredo Álvarez Cárdenas, prometió que el gobierno pagará a los damnificados del deslizamiento de la calle Escandinavos, en el fraccionamiento Lomas Conjunto Residencial, en Tijuana.
Sin embargo, hay incertidumbre entre los afectados porque “no hay nada escrito”, ni se les ha dado un plazo; e incluso no se les confirmó sobre una reunión que tendrían esta semana. Una afectada a ZETA, recriminó que recibieron la atención de Álvarez Cárdenas hasta que protestaron en un evento de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
En el lugar, el hundimiento de la calle sigue avanzando a tal grado que ya hay una centena de viviendas etiquetadas por Protección Civil municipal (52 casas consideradas inhabitables que fueron engomadas en rojo y 48 en riesgo, etiquetadas en amarillo), cuando meses atrás, en abril, sólo estaban etiquetadas 19 (10 en rojo y 9 en amarillo).
Noemí, una de las vecinas, comentó que en la última reunión -celebrada a mediados de agosto- Álvarez Cárdenas aseguró “que nos iban a pagar, pero no nos han dicho ni cuándo ni de qué manera”.
El único adelanto que dio fue que el Estado realizaría avalúos para determinar el valor de cada casa, pero no sería al 100 por ciento. “En eso estamos en desacuerdo, porque nosotros consideramos que ésta es una buena zona donde, independientemente del problema que tuvimos, tienen un avalúo elevado”.
Afuera de su casa, Noemí compartió que otro tema que ha quedado pendiente ha sido el apoyo para la renta de vivienda y de locales (para aquéllos que tienen un negocio en su casa), ya que en el área las rentas están en cerca de 15 mil pesos al mes, por lo que se está pidiendo que el apoyo sea mayor al que otorga Bienestar, de cuatro mil pesos.
“Se les hace muy cómodo decir ‘salte de tu casa’ cuando la mayoría de aquí es adulto mayor y no puede rentar una casa. Sabemos que corremos peligro, pero no es fácil salirte cuando no tienes adónde irte”.
“Las autoridades ya nos dijeron que no van a arreglar, van a inhabilitar el predio y lo van a dar un uso de suelo no habitacional, para que ya no se pueda construir”, refirió Noemí, quien consideró que la atención del gobierno ha sido “tardía” y “a destiempo”, permitiendo que se agravara el problema desde el 10 de julio de 2023. “Por eso es muy triste que te digan ‘salte’, cuando antes tuvo solución”.
En la reunión con Álvarez Cárdenas de mediados de agosto, las autoridades dieron a conocer el dictamen elaborado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) y el estudio que había hecho la CESPT para rehabilitar la red de drenaje del lugar, los cuales arrojaron que fueron ocho las causas que provocaron que la tierra cediera.
“Que el Infonavit no tuvo que haber construido aquí, que el municipio no tenía concluido el pluvial, las ampliaciones de las viviendas, cortes al pie del cañón, que la tierra de aquí no es apta para uso habitacional y las fugas de drenaje y agua potable”, compartió otra afectada.
MÁS GRIETAS EN PRIVADA SANTA FE 2
Residentes del fraccionamiento Privada Santa Fe 2 denunciaron que están apareciendo más grietas en sus viviendas y algunas ya tienen una inclinación hacia la ladera, pese a que no ha llovido y la desarrolladora ENCASA terminó de reparar los patios traseros, que se hundieron a menos de un año de haber sido edificadas.
Por semanas Protección Civil hizo “caso omiso a los reportes”, y fue hasta el 22 de agosto pasado que personal de la dependencia -dirigida por Miguel Ángel Ceballos Ramírez- acudió al fraccionamiento en acompañamiento de la SDTUA, sin que hiciera la revaloración solicitada por los habitantes.
“Se limitó a recomendarnos seguir monitoreando los daños”, aseguró Gilberto, dueño de una de las 25 viviendas engomadas en amarillo (en riesgo) por Protección Civil, y cuyo dato difiere al proporcionado a las 17 que habían compartido los residentes en febrero pasado.
Gilberto recordó que en agosto de 2023 comenzaron a observarse grietas y hundimientos en los patios traseros, colindantes a un muro de contención. El cual “falló”, según lo expuesto por el titular de la Dirección de Administración Urbana Ricardo Güereña Castro.
En abril pasado la constructora comenzó a hacer las reparaciones, sin que entregara a los afectados los estudios hechos en sus propiedades, y aparentemente antes de que el propio Ayuntamiento autorizara oficialmente los trabajos.
“El Ayuntamiento está encubriendo muchas irregularidades desde la reparación, diagnóstico e inclusive los permisos originales que pudo haber tenido la constructora”, consideró Gilberto, quien denunció que los residentes fueron presionados por la autoridad para que aceptaran las reparaciones en los patios, aun cuando no se les entregaron el estudio ni el plan de trabajo.
El titular de la DAU, Ricardo Güereña Castro, afirmó que aún no se sabe por qué, en un primer momento, falló el muro de contención. “Falla el muro de contención, cuando se están haciendo los estudios y la remediación se detectan otros movimientos”, relacionados con las nuevas grietas que han señalado los propietarios recientemente, por lo que estudios complementarios determinarán la causa.
Las declaraciones del funcionario local dejan abierta la posibilidad de que las remediaciones ya hechas en los patios traseros no sean suficientes, y que, con la temporada de lluvias próxima, sigan ocurriendo desperfectos en las casas.
“Nosotros seguimos monitoreando las casas y dependiendo de lo que encontremos, de los estudios y lo que se vaya a hacer es como vamos a saber si esperamos más movimiento, o más asentamiento, para desalojar a gente; o sabremos que es un trabajo que no tiene más consecuencias y se repara”,
Güereña Castro aclaró que actualmente se “monitorea” la zona, aunque “ahorita no hay testigos colocados” que estén siendo observados ni por la DAU ni por Protección Civil. “Va a llegar un momento en que, si nosotros vemos que aumente ese movimiento, se van a colocar testigos para ver qué tanto movimiento hay”.
Coincidió con el ingeniero civil Francisco Javier Franco Casas, en que las afectaciones del fraccionamiento podrían afectar al bulevar Paseo Banderas (único acceso pavimentado a fraccionamientos como Cedros, Viñas del Mar y Burdeos), aunque en este momento no se ha detectado ninguna.
Güereña Castro negó que la dirección a su cargo haya presionado o coaccionado a los residentes para aceptar las obras de remediación en los patios traseros de sus viviendas, sin que se les haya proporcionado los estudios y el plan de trabajo por parte de la desarrolladora.
En el fraccionamiento, otro afectado comentó que él y su esposa invirtieron su fondo de retiro -de 130 mil dólares aproximadamente- en una de las viviendas, con la intención de rentarla para tener ingresos adicionales a su pensión. Pero las afectaciones registradas en su vivienda han hecho que no pueda rentarse.
“Con el engomado amarillo el rentero se va a asustar. Tenemos 15 días que la están anunciando con una agencia, pero no ha salido nada favorable. Desde ahí nosotros estamos perdiendo”.
Es “inquietante”, dijo, que sigan presentándose afectaciones en otras partes de la vivienda y del fraccionamiento. “No sabemos qué va a pasar con las viviendas en 5, 8, 10 años. Pueden hundirse y quién nos la va a comprar. Estamos perdiendo cuando era una inversión para nuestra vejez”.
La delegada del Infonavit en Baja California Ana Lizeth Gómez, confirmó que 12 acreditados presentaron una queja, que ha habido comunicación con el desarrollador y que una aseguradora valorará las viviendas para determinar la cantidad que se va a indemnizar a los acreditados, sin precisar cuándo podría aplicarse el seguro.
En este caso será un seguro por daños contra desastre natural (terremoto, deslave, desplazamiento de terreno), al considerarse que los desperfectos en las viviendas fueron causados por las lluvias. Para aplicar el seguro tienen que estar al corriente en sus pagos y no tener más de dos años las viviendas, aclaró la funcionaria federal.
Otra cosa es el proceso para aplicar el seguro de calidad, en que se revisan temas estructurales. El cual aplica a viviendas nuevas adquiridas con crédito tradicional para daños estructurales a consecuencia directa de vicios del suelo, errores de cálculo y/o diseño estructural, mano de obra defectuosa y mala calidad de materiales.
9 MDP PARA REHABILITAR CALLE TARAHUMARA EN LA SIERRA
Juan Carlos Higuera Cruz, cuyo acceso a su vivienda se limitó con el colapso de los dos edificios en la calle Tarahumara, en el fraccionamiento La Sierra, denunció que el Ayuntamiento de Tijuana no le ha proporcionado información relativa al estudio hecho, pese a que se ha presentado en múltiples ocasiones en la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental (SDTUA).
Ante la “falta de empatía”, Higuera Cruz presentó una queja administrativa con la secretaría, para pedir que el gobierno municipal rehabilite la calle, de modo que pueda tener un mejor acceso a su casa y estacionar más cerca su automóvil, para mayor seguridad.
Su representante legal, Hassan Franco Ruiz, quien también es presidente de la Federación Estatal de Colegios, Barras y Asociados de Abogados de Baja California, comentó que la queja ante SDTUA se debe a que el gobierno municipal no termina de determinar si la zona sigue siendo de riesgo o se puede pavimentar. “Según estudios de uno de los afectados la calle ya se puede pavimentar, pero los ciudadanos de la zona siguen sufriendo los estragos”.
La solicitud a la SDTUA no ha sido resuelta por la transición. No obstante, la autoridad tiene 90 días para contestar, lapso que aún no fenece. De no constar sería una “negativa ficta, y yo pudiera presentar un juicio de amparo”, indicó Franco Ruiz.
En entrevista con ZETA, el ingeniero civil Francisco Javier Franco Casas, afirmó que es factible rehabilitar la calle Tarahumara. Los trabajos -según calculó- costarían alrededor de nueve millones de pesos, y consistirían en poner un ancla o un muro, hacer un terraplén y reconstruirla, con lo que se salvarían tres propiedades que están en el límite del deslizamiento.
Semanas atrás, contratado por el Ayuntamiento, el especialista elaboró un estudio en la zona en el que encontró agua a una profundidad cercana a los 10 metros, por lo que “se descarta” que haya habido una fuga en las tuberías de agua y drenaje de la CESPT, ya que esas líneas van a 1-1.20 metros de profundidad (y las de drenaje a una profundidad un poco mayor).
“En los estudios que se hicieron no se encontró una evidencia clara de que hubo una fuga de la CESPT. Fueron fugas dentro de la misma casa, porque también los vecinos mencionaron que tuvieron muchas fugas en la cisterna, entonces los que provocaron el problema fueron ellos mismos”, aseveró Franco Casas.
Los estudios que se hicieron para la edificación de los edificios no fueron a “una profundidad adecuada”, por lo que al no tener toda la información, se subvaluó la zona y no se observó que había un deslizamiento antiguo “como a cinco metros” de profundidad, agregó.