Residentes de Lomas de la Esperanza, en la delegación San Antonio de los Buenos, denuncian que sus casas siguen presentando los desgastes evidenciados poco después de haber arribado a ese fraccionamiento en 2021 tras perder su patrimonio en la colonia El Rubí: paredes agrietadas, filtraciones de agua, hundimientos de piso.
Recalcan que con todo y que ya recurrieron a las autoridades competentes, los daños persisten. El 2 de julio de 2024 personal, de Protección Civil atendió un llamado en la unidad habitacional.
“Ya en las noches se escucha cómo truenan las casas y de repente caen pedacitos de emplaste a las camas. Ya es una cosa que obviamente, esto no va a parar. Es seguro, es lógico que (las casas) se están asentando día con día”, expuso a ZETA Francisco Armando Montes Jiménez, quien habita en el número 36 de Avenida del Optimismo en el consabido fraccionamiento, en cuyo caso solicitó una inspección ocular al director de Protección Civil Municipal del XXIV Ayuntamiento de Tijuana, Miguel Ángel Ceballos Ramírez.
Las casas fueron edificadas con recurso de la Comisión Nacional de Vivienda, así como de Corazón Urbano, asociación civil que estuvo a cargo de la ejecución de la obra en un predio de más de 35 mil metros cuadrados. Para los trabajos de edificación, Conavi aportó 240 mil pesos por residencia, en tanto que la AC, 35 mil.
“Las familias afectadas desde hace tres años habitarán en viviendas adecuadas a sus necesidades y libres de riesgos de derrumbe”, informó el 1 de febrero de 2021 la Conavi, a propósito de las personas afectadas con los deslizamientos de Lomas del Rubí, acaecidos en 2018.
Otra residente, identificada como Carmen Rivas, mostró una pared al interior de su domicilio en la que se apreciaron manchas grises: “Esto que tiene aquí, esto es pura humedad, porque cuando llueve se nos metía el agua, se trasminaba toda el agua y se nos metía por la parte de abajo y se empezó a manchar así y a craquear las paredes”.
Sostuvo que en determinado momento personal de Conavi inspeccionó el inmueble: “Miraron la casa y tomaron fotos. Fue todo lo que hicieron. Ya no me volvieron a contactar”, relató.
“Yo ahorita he estado hablando con los de Conavi y no contestan”, aseguró Jorge Espinoza Vázquez, cuya propiedad se encuentra sobre la misma avenida (del Optimismo).
En un primer momento, empleados de la Comisión atendieron las llamadas que otros residentes y él llegaron a hacer al órgano descentralizado sin que ello se tradujera en una solución a los desperfectos que reportaron: “Cuando contestaban nos seguían diciendo que lo iban a reparar y no se reparaba nada. Entonces tuvimos nosotros personalmente que hacer las cosas”.
En unos casos las cuarteaduras siguen la trayectoria de los bloques, de manera que se muestran escalonadas, llegando a abarcar casi paredes enteras; en otros, se presentan en sentido horizontal, en la parte superior de la pared. También las hay entre una casa y otra, o al ras del suelo, al exterior, lo que da constancia de un incipiente hundimiento de la construcción.
En la solicitud dirigida al director de Protección Civil, el residente Montes Jiménez indicó a propósito de las grietas y el hundimiento de piso que “desde un principio” dio cuenta de esas anomalías “a los encargados de la construcción” y que éstos le dijeron “que era normal”. Sin embargo, anotó, la situación actual es tal que “se están separando las bardas”.
El reporte emitido por el verificador de Protección Civil, José Luis Pulido Ledezma, arrojó que “en diversas partes de la vivienda”, a saber, pasillo y dos recámaras, se apreciaron fisuras, lo mismo que en la sala, con la particularidad de que en esta sección presentaron una dirección o trayectoria escalonada.
“Al momento de la revisión ocular la vivienda no presenta un riesgo inminente”, quedó establecido en el informe. De cualquier manera, el técnico recomendó “acudir a la Dirección de Administración Urbana a solicitar un dictamen estructural para tener una mayor seguridad” del estado de la vivienda. Igualmente, sugirió pedir que se llevara a cabo un estudio de mecánica de suelo.
“Lo que prosigue es que vayan por lo menos un grupo de personas, unas cinco, vayan a la delegación para que les hagan un peritaje, dice, pero aquí la cosa está delicada, por lo que se ve, porque eso ya no es normal”, comentó Montes Jiménez en referencia a lo que le habría dicho el verificador.
En cuanto al consabido desgaste en las viviendas, el residente aseveró: “Prácticamente estamos en desgracia, porque esto de la noche a la mañana puede pasar lo peor”.
Opinó que “si las casas ya se asentaron, tuvieron movimiento, lo más seguro es que las tuberías (sanitarias) ya se tronaron”.
A decir del entrevistado, la razón de que las residencias se hayan sumido recae en el modelo de construcción implementado: “Todo vino a consecuencia de que no estaba bien compactado, las casas se asentaron; la cuarteadura (al ras del suelo) es el asentamiento de las casas. Puede traer cualquier ingeniero civil, cualquier arquitecto y cualquiera va a decir es porque se asentó la casa”.
Tal como se pudo apreciar en la vivienda propiedad de Jorge Espinoza Vázquez, para la edificación de las casas no se llevaron a cabo trabajos de cimentación. “Lo único que hicieron es pusieron la dala (plancha de concreto) y construyeron encima de la dala, y eso es lo que ocasiona cuando no ponen cimentación”.
Pese a que a los residentes se les otorgó un año de garantía para que en dado caso pudieran hacerse reparaciones, de acuerdo con Espinoza, las demandas de los afectados no se atendieron. De ahí que se pronunciara por interponer una denuncia.
“Tendríamos que hacer una demanda ante el Ministerio Público para ver a quién corresponde solucionar eso (la formación de las fisuras), porque Conavi va a decir ‘pues ya el año de garantía, ya se terminó’”, reveló.
El recurso deberá presentarse en cuanto antes, “porque si no, nos va a pasar lo mismo que en Lomas del Rubí, que cuando veamos ya, es porque ya se cayeron las casas”, indicó.
Mariana Morales, residente de Lomas de la Esperanza y representante de damnificados de El Rubí, afirmó que Conavi no cuenta con oficina en Baja California, de tal suerte que a los afectados de la nueva unidad habitacional se les ha dificultado contactar a esa autoridad. “Hemos estado buscando los contactos de las personas que anteriormente eran los titulares o los encargados”, dijo, además de indicar que la Comisión debe hacer una nueva inspección.
“SI VUELVE A PASAR LO MISMO, AHORA SÍ A DÓNDE NOS VAMOS”: MORADOR
Una residente, quien dijo llamarse Luz y en cuyo caso habita en compañía de su esposo, dijo sentirse temerosa de revivir la experiencia que tuvieron en Lomas del Rubí con los movimientos de tierra que derivaron en el derrumbe viviendas.
Otro propietario, identificado como Eduardo, expuso que “hace dos años”, él mismo se tuvo que encargar de resanar una cuarteadura en la sala de su casa, fisura que, con todo y la reparación, reapareció. “Tiene meses que volvió a brotar sobre el yeso, porque ya está con yeso, volvió a brotar, pero se ha ido propagando más y más”, afirmó.
Coincidió con Espinoza en proceder por la vía legal: “Venimos arrastrando el tema de lo de Lomas del Rubí. Imagínese si en un futuro vuelve a pasar lo mismo o cualquier situación, entonces ahora sí adónde nos vamos”.
Mientras tanto, los moradores con viviendas averiadas han estado tratando de acondicionar los espacios, y “de unos meses para acá se han notado más las cuarteaduras y las fisuras en las paredes”, anotó el residente.
Las propiedades, de 120 metros cuadrados, fueron entregadas en 2021 en obra negra, con piso de concreto, paredes desprovistas de emplaste, techos sin impermeabilizar.
Filtraciones de agua, “anteriormente había, pero se ha tenido que ir arreglando; por ejemplo, yo ya impermeabilicé la pared de este lado, ya impermeabilicé dos veces porque sí había mucha humedad en la casa, se hacía moho de tanta humedad”; regularmente se impermeabiliza el techo, “pero en este caso las paredes también, antes de pintar”, manifestó el morador identificado como Eduardo.
Los desperfectos incluso han derivado en afectaciones al mobiliario. “La cama anterior se me echó a perder, porque yo la tenía pegada a la pared y todo el colchón estaba lleno de moho, por la humedad de la pared. Entonces tuve que impermeabilizar la pared. El otro mueble que tenía también, que era como comprimido, se me echó a perder”, describió.
“NO LOS VAMOS A DEJAR TIRADOS”: RUIZ URIBE
A decir del delegado federal único en Baja California, Jesús Alejandro Ruiz Uribe, el Gobierno de México no ha desatendido la problemática puesta de manifiesto por los propietarios de casas afectadas en Lomas de la Esperanza.
“Es Conavi, es con nosotros y sí hemos atendido en tema”, aseveró vía telefónica.
“Llevamos a un ingeniero primero privado, de nosotros, a que nos diera la opinión y nos dijo que los daños no eran de la gravedad que la gente estaba estimando que eran”, estableció.
Expuso que no había razón para que la autoridad federal se negara a adoptar medidas ante las afectaciones: “Todo tiene una fianza, todo se hizo con fianza, lo que se hizo fue el procedimiento formal de la Conavi, donde ya mandaron a los ingenieros de la Conavi a revisar y juzgaron sinceramente que los daños no eran de la gravedad que estaban diciendo ellos”.
Reconoció que algunas de las casas presentan mayores anomalías en vista de ubicarse cerca de donde desciende agua de un cerro. En tal caso, “falta una especie de murete, ese murete nos habíamos puesto de acuerdo con Presidencia Municipal para que nos ayudaran a hacerlo, ni siquiera es de contención porque no contiene realmente gran cantidad de tierra; es más bien para desviar el agua y no les estuviera cayendo en las casas, es hasta donde me quedé yo, ellos ya no han vuelto a comunicarse conmigo”, indicó Ruiz Uribe, quien al momento de la entrevista se encontraba en Acapulco, Guerrero, colaborando en la segunda etapa de reconstrucción por los embates que produjo el huracán Otis.
Se asumió como quien diseñó “la solución a ese problema (la falta de vivienda para los damnificados de El Rubí)”, y abundó: “Nosotros nos pusimos de acuerdo y dijimos, la Federación pone las casas, el gobierno municipal pone el terreno y Gobierno del Estado hace la urbanización, y así se hizo. Entonces se había acordado poner ese murete que se tiene que hacer y el gobierno municipal nos echara la mano, eso se acordó en las últimas reuniones”.
Ruiz Uribe dijo ser de la opinión de que “si hay más daños” se debe inspeccionar de nuevo: “No nos vamos a deshacer del problema, si no estuvieran vigentes (las fianzas), eso no sería pretexto para no intervenir nuevamente si es que está pasando algo grave”.
Sobre la falta de cimentación en el fraccionamiento, estableció que las viviendas están diseñadas para edificarse con apego a ese modelo. Negó que se tratara de “un invento” o una improvisación. “Es un diseño. Primero se hizo un estudio de la calidad del suelo y se hicieron esas casas así, pero son tan resistentes incluso para recibir otro techo arriba”.
La presente administración federal concluirá el 30 de septiembre de 2024. En lo que le resta al gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con el delegado, la Federación no se desentenderá las peticiones que en dado caso hagan los residentes de Lomas de la Esperanza.
“Que se asesoren bien. Tienen que tener la certeza de que este gobierno no los va a dejar tirados, como no los dejó tirados. No es de que ya hicimos y ahí nos vemos. Si hay algún problema de verdad, yo vuelvo a organizar el concurso del Gobierno del Estado, del gobierno municipal y la Federación y lo hacemos, sería de seguro mucho menos difícil de lo que hicimos antes”, enfatizó.
