María Corina Machado Parisca, coordinadora nacional del partido Vente Venezuela, desde 2012, pidió, el 8 de agosto de 2024, al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y a Claudia Sheinbaum Pardo, virtual mandataria de la República electa, exigir a Nicolás Maduro Moros aceptar su derrota, en los comicios presidenciales del 28 de julio del mismo año y negociar una transición ordenada del poder, al candidato opositor, del partido Mesa de la Unidad Democrática, Edmundo González Urrutia,
Durante una rueda de prensa virtual con representantes de diversos medios mexicanos, Machado Parisca sostuvo que el Gobierno mexicano tenía “una enorme responsabilidad” en la crisis poselectoral que se vivía Venezuela, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano le otorgó el triunfo a Maduro Moros, sin divulgar las actas de las mesas de votación.
El CNE de Venezuela anunció, el lunes 29 de julio de 2024, que el gobernante del país sudamericano fue reelecto para un tercer mandato de seis años, con 51 por ciento de los votos, frente a González Urrutia, con 44 por ciento de los sufragios. No obstante, la oposición sostuvo que tenía copia del 84 por ciento de las actas para demostrar un fraude.
Maduro Moros, presidente de Venezuela desde el 5 de marzo de 2013, pidió, el 31 de julio de 2024, cárcel para el candidato opositor, del partido Mesa de la Unidad Democrática, es Edmundo González Urrutia, así como para María Corina Machado Parisca, coordinadora nacional del partido Vente Venezuela.
El candidato oficialista, del Partido Socialista Unido de Venezuela, es Maduro Moros, de 61 años de edad, presidente de dicho país sudamericano, desde el 5 de marzo de 2013 y que busca su segunda reelección.
Antes, Maduro Moros fue titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre 2006 y 2012, así como vicepresidente, desde 2012 al 2013, durante el Gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías, a quien suplió como titular del Poder Ejecutivo Federal, tras fallecer.
Mientras que el candidato opositor, del partido Mesa de la Unidad Democrática, es González Urrutia, de 74 años de edad, quien fue embajador de Venezuela en Argelia, entre 1991 y 1993, durante la segunda Administración de Carlos Andrés Pérez, y, en Argentina, entre 1998 y 2002, durante los gobiernos de Hugo Rafael Chávez Frías y Chávez Frías.
González Urrutia fue elegido como candidato de la coalición opositora venezolana, tras la inhabilitación de Machado Parisca, coordinadora nacional del partido Vente Venezuela, desde 2012, quien también se desempeñó como diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela, del 5 de enero de 2011 al 24 de marzo de 2014.
La dirigente opositora venezolana señaló que el Gobierno encabezado por López Obrador tenía interlocución con Maduro Moros, por lo cual debería hacerle saber “que lo mejor es una negociación”, cuyo punto de partida fuera reconocer su derrota electoral, y tenía que llamarlo a parar la represión contra los ciudadanos que exigían su renuncia.
Asimismo, Machado Parisca solicitó, además, al Instituto Nacional Electoral (INE) de México, que verificara la base de datos en la que la oposición venezolana tenía concentradas el 83.5 por ciento de las actas de las mesas de votación, de los comicios llevados a cabo el 28 de julio de 2024, a fin de que corroborara, que Maduro Moros perdió las elecciones.
“Esa es la prueba de nuestra victoria, ahí están las actas”, señaló la líder opositor venezolana, quien también comentó que dichas constancias electorales le daban a González Urrutia el 67 por ciento de los votos y a Maduro Moros, un 30 por ciento de los sufragios.
Por ello, según insistió Machado Parisca, aunque el actual mandatario venezolano obtuviera el 100 por ciento de votos en las actas que le faltaban a la oposición por escrutar -el 16.5 por ciento-, se acercaría a González Urrutia. Esto algo que el INE podría “corroborar con sus propios ojos”, enfatizó
Además, la dirigente de la oposición en Venezuela llamó también a la presidenta de la República electa de México, a escuchar a las mujeres venezolanas, su fuerza y su convicción en la lucha contra un régimen que, según ella, se quería robar la elección.
Machado Parisca sostuvo que, mientras tanto, había mantenido conversaciones con representantes de los gobiernos de Brasil y Colombia, pero no con el de México. “No hemos podido tener comunicación con el Gobierno de México, pero estamos abiertos a su intermediación”, aseguró.
Días antes, los gobiernos de México, Brasil y Colombia emitieron un comunicado conjunto, en el que urgieron a las autoridades electorales de Venezuela a dar a conocer en forma expedita los datos desglosados de las mesa de votación, de los comicios llevados a cabo el 28 de julio de 2024 y a permitir una “verificación imparcial” de los resultados.
Las administraciones encabezadas por López Obrador, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Francisco Petro Urrego , afirmaron que las controversias respecto a proceso electoral en Venezuela, deberían ser dirimidas por la vía institucional.
Ante ello, Machado Parisca insistió en la importancia que tenía que esos tres países le hicieran ver a Maduro Moros la necesidad de que negociara una transición pacífica, aunque advirtió que el punto de partida era el reconocimiento de su derrota y de la victoria de González Urrutia.
El 8 de agosto de 2024, el presidente López Obrador llamó a quel la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, fuera la instancia que declarara un ganador de las elecciones presidenciales en dicho país sudameticano y en caso de inconformidades, se siguiera el proceso legal correspondiente.
Durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, el político tabasqueño habló de la mediación que estaban realizando los gobiernos de México, Brasil y Colombia, entre el oficialismo y la oposición en Venezuela, en torno al proceso electoral, lo cual había sido respaldado por Estados Unidos.
“Lo que estamos planteando es que la autoridad electoral dé a conocer los resultados, que se siga el procedimiento establecido, igual que aquí hay un consejo electoral y un tribunal electoral para explicar, entonces, ya el consejo resuelve y pasa este asunto al tribunal, incluso, ya entregaron las actas, tengo entendido”, detalló el mandatario mexicano.
López Obrador dijo que era necesario hacer una revisión de las actas de votación, “eso le corresponde al Tribunal Electoral, y conocer a ciencia cierta quién triunfó, pero nadie se puede autonombrar o autoproclamar victorioso si no hay un órgano electoral que decide”, abundó el titular del Poder Ejecutivo Federal.
“Porque me imagino que los que participaron sabían que había un consejo y un tribunal, y que se tenía que ajustarse a un fallo también con el derecho de inconformidad y de presentar pruebas si hubiera irregularidades, pero revisar acta por acta y eso corresponde al tribunal”, agregó el mandatario mexicano, quien insistió en que “no queremos injerencismos y también lo que celebro, más que otra cosa, es que no haya violencia”.
“Cuando me pidió el presidente Lula y el presidente Petro, que habláramos sobre el tema coincidimos que lo más importante era evitar la confrontación, la violencia. Esto es parte de nuestra política exterior: la solución pacífica”, contó el político tabasqueño.
López Obrador pidió a que el Tribunal Electoral venezolano “termine de hacer su trabajo y que emita una resolución y a partir de ahí que se presenten pruebas si hubo irregularidades”. Además, solicitó que se declarara un triunfador “ya de parte del Tribunal como última instancia, y que se justifique a detalle con actas, y si existe inconformidad que se siga actuando por la vía legal y pacífica”.
Por último, el mandatario mexicano aseguró que una vez se declare un ganador por parte del Tribunal Electoral venezolano, México sí tendría mayor presencia en la observación del proceso que se siguiera, “siempre y cuando se vea que hay voluntad, vocación democrática, auténtica, que no haya intervencionismo ni afán de imposición, ni carga ideológica, sino que se respete la integridad de los venezolanos, lo que decidieron ellos, pero hasta ahí, muy cuidadosos, respetuosos, porque cada país es libre, independiente. Nosotros no tenemos que meternos ahí a decidir, jamás”.