El diálogo entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, con las madres y padres de los 43 normalistas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa -desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero-, “terminó” y en consecuencia no habría ningún otro encuentro con el político tabasqueño durante lo que restaba de su Gobierno.
Tras acusar que las últimas reuniones con el mandatario nacional “han sido pura confrontación y confrontación”, Vidulfo Rosales Sierra -abogado de un grupo de padres y madres de los normalistas- admitió que de “común acuerdo” se tomó la decisión de no encontrarse más, siempre y cuando no concurrieran eventos sobresalientes en la investigación, hasta el 30 de septiembre del mismo año.
El litigante también indicó que durante el encuentro con el titular del Poder Ejecutivo Federal y Rosendo Gómez Piedra -titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), de la Fiscalía General de la República (FGR)-, les proporcionaron información relevante acerca de dos hallazgos, entre ellos la detención de un presunto integrante del grupo criminal Guerreros Unidos, Marco Antonio Ríos Berber, alias “La Pompi”, quien supuestamente tendría datos relevantes del caso.
“La información que nos dieron básicamente data de dos detenciones nuevas que se hicieron, una de ellas de importancia y algunos sitios de búsquedas en terreno que se ha tenido algunos avances considerables. De ahí en fuera ya no tenemos resultados en los temas de la extradición de Tomás Zerón de Lucio, de José Ulises Bernabé, de las líneas de búsquedas nuevas que hay, no tuvimos ningún avance”, explicó Rosales Sierra.
“Nos acaban de hablar de una detención importante, esperamos que esa detención pueda detonar algunos hilos en la investigación y que se pueda obtener, si Marco Antonio Ríos Berber es uno de los implicados” declaró el abogado, al salir de Palacio Nacional.
El litigante también estimó que hasta 2021 se registraron avances importantes en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, solo que a partir de ese momento y hasta la fecha, según él, todo se había estancado.
“Nosotros, el balance que hoy podemos realizar es que al inicio de este gobierno hubo una voluntad, una voluntad clara, se creó una Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa [Covaj] ex profeso, una Fiscalía especial para ello, hubo avances importantes hasta el año 2021, que es cuando se detuvo a un número relevante de personas, se encontraron los restos de dos estudiantes y se detuvieron a los militares, pero desde 2022 para acá, creo que cayó el caso en un estancamiento” evaluó Rosales Sierra.
El abogado adelantó que la lucha de las madres y padres de los estudiantes continuaría en las calles de manera “pacífica, pero contundente” y por ello, de cara a que el próximo mes de septiembre se cumplirían diez años de la desaparición de los 43 normalistas, es que se encontraban realizando una serie de exigencias.
Rosales Sierra también reiteró los anhelos de sus representados de que durante el próximo Gobierno que encabezaria la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, pudiera haber avances, ya que, según él, en la Administración de López Obrador el diálogo se agotó.
“No hay nada, en la última recta de este Gobierno hubo un mal trato, la relación fue crítica, fue, imagínense, estuvimos aquí plantados para un diálogo, luego de lo cual fluyó el diálogo, hubo un diálogo, pero un diálogo tenso, con muchas tensiones en las últimas reuniones. Entonces, no terminamos bien con este Gobierno, terminamos mal”, dijo el abogado.
“Sin embargo, viene un nuevo Gobierno, esperamos que en ese se pueda reconstruir el diálogo, se pueda reencauzar el caso Ayotzinapa y se pueda trazar una nueva ruta, que nos lleve a retomar las líneas importantes que hay, porque hoy hay líneas importantes de investigación que están paradas”, declaró Rosales Sierra.
Por su parte, Joaquina García Velázquez, madre de Martín Jiménez Sánchez, uno de los 43 jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos, afirmó que la última reunión que sostuvieron con el presidente López Obrador fue muy triste.
“Para nosotros fue una reunión muy triste, porque pues ya no tenemos nada en concreto, seguimos en las mismas condiciones. Hay nuevos presos que detuvieron, pero pues hasta ahí nada más. Es un sabor amargo de no saber nada”, lamentó la mujer.
