22.1 C
Tijuana
miércoles, septiembre 18, 2024
Publicidad

Didi

Sean Wang hizo de sus recuerdos de adolescencia una joyita cinematográfica que cuenta la historia de Chris Wang (Izaac Wang), un chico de 13 años que está a punto de comenzar la secundaria, tiene amigos con los que no se identifica del todo, una guerra con su hermana universitaria Vivian (Shirlet Chen) y un choque generacional con su madre, Chungsing (una maravillosa Joan Chen), relación que no se beneficia mucho con el hecho de que el padre vive y trabaja en Taiwán, mientras que la familia reside en Fremont, California.

La época es a principios del año 2000 y nada parece salirle bien al joven protagonista que quiere patinar, pero no puede, desea besar a Madi (Mahaela Park) y le gana la timidez, la angustia parece carcomerlo y lo vuelve introspectivo, a veces renegado, malcriado.

Esto podría asemejarse a tantas otras películas sobre el despertar de un muchacho, sin embargo, aquí hay algo que resalta y es ese conflicto entre Wang y Chungsing que finalmente tiene instantes de resolución cuando se asoma la compasión en momentos difíciles de la vida de ambos personajes.

Finalmente, la vida es agridulce y esa es la lección más importante que Wang habrá de aprender en este estupendo filme marcado por escenas muy memorables, creíble, sólido y difícil de olvidar. ****

Punto final. – Falta una buena apuesta del Género H en 2024.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas