Dos cazadores se encuentran persiguiendo a una presa por el bosque cuando uno de ellos cae al suelo. El hombre parece haberse quedado sin aliento y tiene los ojos vidriosos. Su compañero agarra el teléfono, llama al número de emergencias y dice con voz entrecortada:
— ¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?
La operadora responde:
— Tranquilícese, señor, yo puedo ayudarlo. Primero asegurémonos de que efectivamente está muerto.
Se crea un silencio y a continuación se escucha un disparo. Al volver al teléfono, el amigo dice:
— De acuerdo, ¿y ahora qué?
Autor: Anónimo de Telnor.
Rapiditos
— ¿Cuál es el animal más antiguo?
— La vaca.
— ¿Por qué?
— Porqué está en blanco y negro.
* * *
Papá, ¿por qué te casaste con mamá?
Tú tampoco te lo explicas, ¿verdad hijo?
* * *
— Tía Rosario, ¿de dónde vienes?
— Del salón de belleza.
— Estaba cerrado, ¿verdad?
* * *
¿Cuál es la diferencia entre una pareja feliz y una desgraciada?
Un par de minutos.
* * *
¿Cuál es el colmo de una pareja aburrida?
Tener un romance apasionado durante el divorcio.
* * *
¿Por qué las parejas asesinas siempre tienen éxito en su relación?
Porque saben cómo enterrar sus problemas.
* * *
— ¿Qué pasa si te expulsan de cuatro universidades?
— Que estás perdiendo facultades.
* * *
— María, tú me estás engañando con el filósofo del pueblo.
— Esas no son más que falacias Pedro, simples falacias.
* * *
— Ya no me escuchas cuando te hablo, Antonio.
— Lo que quieras, cariño, una torta o cualquier cosa; yo tampoco tengo mucha hambre.
* * *
Una vecina a otra:
— ¡Vaya! ¡Es increíble el parecido que tiene tu hijo con su padre!
— Sí, lo sé… pero habla más bajito porque mi marido está en casa.
* * *
— Papá, tengo una buena y una mala noticia…
— Empieza por la buena; dame una alegría, anda…
— ¡Los airbags de tu carro funcionan muy bien!
Autor: Alguien que estaba contrarreloj.
Diablo en misa
Aún no había comenzado la misa. Algunos conversaban bajito, otros rezaban. De repente se aparece el diablo frente a la congregación. Todos salen disparados en estado de pánico. Todos… menos un viejecito que ni se movió. El diablo le clava una mirada fulminante y le dice:
— ¿Y tú? ¿No me tienes miedo?
— ¡Qué va! ¡Estuve casado con tu hermana cuarenta años!
Autor: La hermana.
Ladrón busca testigos
Un ladrón entra a un banco, apunta con su arma al cajero y exige que le dé todo el dinero.
Una vez con el botín, se da la vuelta hacia uno de los clientes y le pregunta:
— ¿Usted me vio robar?
— Si, pero de refilón.
El ladrón le pega un tiro en la cabeza. Se dirige a otra persona que había al lado:
— ¿Y usted me vio robar?
— No, la verdad es que apenas vi nada…
El ladrón le pega dos tiros en la cabeza. Se da vuelta hacia una familia que estaba parada a su lado y pregunta:
— ¿Y usted me vio robar?
El hombre le contesta:
— Yo no vi nada… pero mi suegra sí; hasta te grabó con el celular.
Autor: Suegro feliz.
Río profundo
Un hombre al lado de un río que quiere atravesar, le pregunta a otro hombre que estaba al otro lado del río:
— ¿Es muy profundo este río? ¿Se puede pasar sin que me cubra?
— Sí, claro que sí, sin problema. Es un río muy seguro y tranquilo.
En esto que el hombre se mete todo dispuesto en el río, y de repente se le empieza a llevar la corriente río abajo. Cruza como puede, nadando a la desesperada, y sale del río; se dirige enojadísimo hacia el hombre:
— ¡¡Pero tú, desgraciado!! ¿¿Por qué me dijiste que el agua no cubría y que se podía cruzar sin ningún problema el río??
— Ah… pues… hace unos minutos lo cruzó un patito ¡y el agua no le cubría nada!
Autor: Un campesino.
Cuento moderno
Había una vez dos bellísimas doncellas paseando por los alrededores de su castillo. De pronto, una de ellas escuchó una tímida voz que gritaba:
— ¡Ehhhh! ¡Mirad aquí abajo!
Las doncellas miraron y vieron un pequeño sapo a la orilla del foso.
— ¡Hola! —dijo el sapo—. En realidad soy un cantante, pero un genio malvado me ha convertido en un sapo. Si una de vosotras me besa, volveré a ser cantante y viviremos felices para siempre.
Entonces, la más bella de las dos doncellas lo cogió con la mano y se lo metió en el bolsillo.
— ¿Por qué hiciste eso? ¿No vas a besarlo?
La bella responde:
— ¿Estás loca? ¡Puedes ganar mucho más dinero con un sapo que habla que con un cantante!
Autor: Un chico Gen Z.