A tres meses de la inauguración de la Arena Valle de Guadalupe (AVG), un enorme recinto con capacidad de 10 mil asistentes para organizar eventos masivos dentro de la Ruta del Vino, ya dejó a más de 5 mil personas sin el reembolso de boletos por el concierto de Carín León, así como de Pepe y Ángela Aguilar.
Los consumidores usaron la plataforma digital Tickets AVG para realizar la compra de las entradas de ambos conciertos y, al momento de reclamar el reembolso, han encontrado trabas legales.
En la página sólo aparece un contacto de correo sin número telefónico, pero no existe un establecimiento físico ni Registro Federal de Contribuyentes (RFC) o razón social visible, tampoco el nombre comercial está inscrito en el Registro Público de Comercio (RPC), uno de los requisitos para presentar una queja.
Aunque para la Fiscalía General del Estado (FGE) se trata de un fraude, sería complicado presentar denuncia penal por este delito, pues la empresa argumentaría ser víctima de los artistas incumplidos, no obstante, aclaran que existe la vía civil para demandar.
Una de las características de los eventos en el Valle de Guadalupe o sus alrededores, es el costo de los boletos. En el caso de Carín León, las personas pagaron entre mil 800 pesos, incluyendo costo de “servicio” y “tarjeta”, aunque hubo quienes desembolsaron hasta 7 mil pesos o más por un espacio en Zona VIP. Los datos están disponibles en el portal AVG Tickets.
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“Puro fraude, no reembolsaron nada”, escribió la usuaria Hannette en una publicación.
ZETA contactó a los coordinadores de la AVG, quienes han tenido acercamiento con la prensa, no obstante, la empresa se negó a emitir un posicionamiento sobre el problema que enfrentan con los miles de compradores de boletos.
El jueves 4 de julio, AVG lanzó un Aviso Importante en sus redes sociales con las fechas de reembolso entre el 8 de julio y el 9 de agosto, dependiendo las zonas compradas, además de informar sobre la nueva fecha del concierto de Carín León, el 17 de noviembre.
El 17 de mayo se llevó a cabo el evento inaugural con la presencia de la prensa para transmitir a nivel local y nacional. Nelly Sanoja fue presentada como la representante de AVG, quien habló de cómo la arena pretende contribuir a la derrama económica de Ensenada. Lo mismo dijo Gilberto Gamiño, secretario del Comité de Turismo y Convenciones (Cotuco).
Marco Santelices, representante de la promotora In House Espectáculos, así como el alcalde suplente Carlos Ibarra, respaldaron el proyecto.
“No sólo vienen al concierto (los asistentes a los eventos en AVG), también son noches de hotel, lo que es una gran derrama económica, además, tenemos tour operadores que pueden hacer sinergia con experiencias turísticas”, indicó en su momento Gamiño.
Durante la inauguración, hubo políticos y aspirantes a cargos de elección popular de Encuentro Social como Gilberto Covelli -entonces aspirante a una diputación por el XV Distrito- como el único partido invitado al exclusivo evento.
En el mismo evento anunciaron los siguientes espectáculos. Los promotores dijeron estar en negociaciones con 23 artistas de talla internacional como Ricky Martín – que sí se llevó a cabo- Jennifer López, Michael Bublé y Andrea Bocelli.
Uno de los movimientos administrativos en puerta se dará a partir del 7 de septiembre, cuando se realice el concierto de Luis Miguel y se dé el ingreso de Aarón Ampudia como operador del recinto.
FANÁTICOS IGNORADOS POR AVG TICKETS
Dianet, profesionista con un consultorio en Ensenada, quien apostó por conocer las nuevas instalaciones de la AVG, contó su mala experiencia con uno de los primeros conciertos.
Platicó que tras una conversación con su pareja, decidieron confiar su dinero en el concierto de Carín León y el 31 de mayo adquirieron entradas generales en mil 500 pesos cada una.
“(Los asientos) Eran hasta arriba, está bien, hasta que se anunció que no iba a ser posible el concierto, mandé un correo para solicitar información sobre la devolución del dinero”.
La respuesta de la boletera fue que el concierto no había sido cancelado, sino reprogramado para noviembre, fecha que en ese momento no estaba confirmada.
Días después llenó los requisitos para el reembolso, como nombre completo, confirmación del boleto, terminación de los cuatro dígitos con la tarjeta y fecha en que se compró el boleto. Sin embargo, se llegó el día que le tocaba -entre el 5 y 9 de agosto-, pero no recibió su dinero.
Cumplido el plazo, mandó dos correos más a la dirección disponible en la página oficial de la AVG, sin respuesta.
“Estamos esperando en verdad una explicación por parte de la empresa, cuál es el motivo del atraso del depósito, pero nada; para mí esto es puro fraude”, lamentó.
Las redes sociales han inundado el sitio de la AVG expresando descontento y desconfianza con los espectáculos anunciados:
“Honestamente si no tienen la capacidad (inversión) de hacer este tipo de eventos para qué lanzan fechas, la mayoría sabemos que estos artistas te cobran un monto, y si no creen llegar a las cantidades que cobran, para qué seguir perdiendo credibilidad”, compartió el usuario Diego García.
A estos comentarios se sumaron otros que aseguran estar confundidos con la falta de comunicación, ya que sólo proporcionan un correo electrónico para atender dudas relacionadas con los conciertos.
AFECTADOS TIENEN HASTA UN AÑO PARA PRESENTAR QUEJA
Óscar Zárate. delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), está al tanto de lo sucedido en el Valle de Guadalupe y sugiere a los afectados presentar queja formal contra el proveedor, en este caso AVG Tickets, para dar inicio al procedimiento conciliatorio, pero no dio a conocer la cantidad de denuncias por boletos cancelados y no reembolsados.
El 12 de junio, Profeco emitió una medida precautoria para la proveedora Venta de Boletos por Computadora, SA de CV (Ticketmaster) por anunciar la decisión de no reembolsar boletos.
De acuerdo con la procuraduría, los afectados tienen hasta un año para presentarse en cualquiera de las delegaciones del país para presentar una queja relacionada con el impago de boletos.
En el caso de Ticketmaster, le dieron un plazo de 48 horas para suspender el comunicado donde se niegan a regresar el dinero por inasistencia de alguno o algunos de los artistas anunciados para un festival. Aclararon que la cláusula de no reembolso publicada en ese momento por la empresa podría ser violatoria de los artículos 1, 7, 10 segundo párrafo, 56 y 85 de la Ley Federal de Protección al Consumidor: “Todo proveedor se encuentra obligado a respetar los servicios que se hubieran ofrecido o convenido con el consumidor; es decir, si ofreció que un artista determinado estaría en el evento en cuestión, lo cual pudo motivar la compra de éste evento, la proveedora debe respetar tales condiciones”.
En dado caso que el proveedor incumpla estas condiciones, a menos que se presente un asunto de fuerza mayor como una enfermedad o accidente, el consumidor tiene derecho a solicitar el reembolso del precio pagado (costo del boleto y cargos por servicio), así como una bonificación o compensación no menor al 20 por ciento, ya sea respecto al total de días que dure el festival o sólo del día que el consumidor decida no asistir.
PODRÍA SER UN DELITO DE FRAUDE: FGE
Agentes de la fiscalía estatal se dicen dispuestos a recibir las denuncias penales por el delito de fraude con el fin de lograr corroborar que la empresa continuó vendiendo entradas a pesar de la cancelación del evento.
El fiscal central Rafael Orozco explicó que este delito pudiera ser equiparable al fraude que se comete cuando alguien engaña o se aprovecha del error en que alguien se encuentra para obtener algo de manera indebida.
Hasta el momento, en Tijuana, Mexicali, San Felipe y Tecate, no hay denuncias por fraude, aunque recordó que en la Capital del Estado hubo un caso en que abrieron varias carpetas de investigación por un concierto cancelado y no devolvieron el dinero.
De entrada, el fraude se acredita si la persona señalada sabe que no se llevaría a cabo el concierto, punto en que se complica el asunto.
En este caso, el imputado sería la promotora del evento, pero si ellos afirman que también fueron víctimas del artista que les canceló de último momento a pesar del pago del anticipo, es decir, por causas ajenas a su voluntad.
“Es un asunto civil, porque cuando lo compras es una especie de contrato tácito, a pagar un boleto para poder ingresar al concierto, y si no le regresan el dinero, se convierte en un compromiso contractual tácito. Habrá que revisar la conducta de la empresa, si es que sabía o no sobre la cancelación y continuó con la venta de las entradas. Como corporación, independiente o no, vamos a estar recibiendo las denuncias y determinaremos si son responsables o está fuera de nuestra competencia”, puntualizó el fiscal central.
