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sábado, septiembre 7, 2024
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Valle del Mezquite: Trampa mortal

Vecinos viven en departamentos que están a punto de colapsar y ni las autoridades o la empresa Grupo Fonsier se hacen responsables de su reubicación

Desde hace cinco años los habitantes del Fraccionamiento Valle del Mezquite, particularmente de la zona de departamentos de interés social ubicados en Viento Matinal y Viento de Verano, que fueron construidos por Grupo Fonsier, S.A. de C.V., denunciaron grietas en la construcción, catalogadas como vicios ocultos, y que hoy representan una trampa mortal.

“Claro que siempre hay un riesgo latente, sobre todo por las propias manifestaciones y denuncias de los vecinos, que son los que habitan esa unidad habitacional y que ya presentó muchos vicios ocultos, y que luego con el tiempo se reflejan en las construcciones, y que, pues, ahí es responsabilidad del propio constructor”, fueron las palabras de Héctor Amparano Herrera, subsecretario de Protección Civil del Gobierno de Baja California Sur.

Las múltiples grietas hacen inhabitable al conjunto habitacional, que afecta a por lo menos 24 familias, mismas que hoy temen por sus vidas, ya que con cada sismo y en cada huracán los edificios se fracturan y separan cada vez más.

Uno de los casos que sobresalen, es el de Araceli García Ojeda, originaria de Santa Rosalía, municipio de Mulegé; hace siete años se mudó porque pudieron adquirir un departamento con la constructora en un precio de 385 mil pesos mediante el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y pagar a 30 años.

Sin embargo, a pocos años de haberse mudado detectaron vicios ocultos en el departamento; por ejemplo, uno de los muros estaba hecho con unicel y cubierto con yeso, simulando un muro de concreto. Además, de que las uniones del edificio poco a poco se separaron y las paredes se llenaron de grietas verticales, luego llegaron las horizontales, y recientemente en diagonal, aunque su departamento no es el más afectado.

“Cuatro o cinco años que se empezó a detectar las grietas, esto nos causó preocupación porque somos aquí en esta área como 24 familias que vivimos en riesgo de un derrumbe; somos bastante gente mayor que vivimos aquí, hay bastante gente que usamos bastón: yo uso bastón, mi cuñada usa bastón, hay más gente mayor ahí abajo, niños que vivimos en riesgo”, indicó la señora Araceli.

“Qué lástima que no está mi vecino de aquí abajo en la esquina (para entrevistarlo), en su departamento puedes ver hasta el cerro a través de las grietas, son muy grandes; ahí vino el Infonavit a resanar las grietas, pero apenas en un mes después se abrieron más. No entienden que los edificios se están cómo separando, se está yendo de lado, pero ellos dicen que no pueden hacer nada, que se debe hacer cargo la empresa”, dijo Araceli.

Javier Sandoval Camacho, habitante afectado dijo que Grupo Fonsier está obligado a pagar por los vicios ocultos, Foto: Antonio Cervantes

La señora Martha, la vecina de Araceli en la parte baja, invitó a ZETA a pasar a su departamento; allí se observó el suelo cuarteado, las paredes despegadas del piso y además construidas con unicel y tapadas con yeso. Si bien ese tipo de construcciones están permitidas, dijo que no cumplieron con los estándares para evitar daños en paredes.

“Si se dan cuenta los edificios están hacia allá, se están ladeando; las paredes se están cayendo, se están cuarteando, la verdad, y disculpe lo que voy a decir, pero es un cochinero, es un cochinero lo que vendieron. Como nos dijo Infonavit es que esto estaba bien, estaba bien y ellos son muy estrictos con los créditos, entonces, ¿qué está pasando? No viene Protección Civil, no viene absolutamente nadie”, lanzó Martha.

Muchas historias se dicen del conjunto departamental; dentro de lo que saben es que, como se encuentra junto a unos cerros, donde hay escurrimientos de agua de lluvia, el terreno acumulaba agua y se producían lagunas en la zona, lo que dejó el terreno débil para construcción.

Cuando el señor Javier Sandoval Camacho recurrió a preguntar con los albañiles que trabajaron en la obra, lo que descubrió es que en su construcción no fue de la calidad esperada; incluso señalaron que se cayeron al momento de edificarlos la primera vez.

“Dicen que cuando estos departamentos los hicieron se cayeron y volvieron a construir, volvieron a construir otra vez aquí la verdad, y mira, pues no quedó bien, y la verdad sí me gustaría una reubicación porque estamos arriesgando nuestra vida, pues, de varios vecinos. Antes dicen que había una laguna donde la gente hasta se bañaba, había agua, incluso en la cancha de allá, principalmente cancha que hicieron ya se está levantando el muro; la calle que está enseguida una vez se hundió, se cayó la calle, se hundió definitivamente, y lo bueno que no le pasó a algún carro”, aseguró Javier.

LA PROPIEDAD SE DEVALÚA, NADIE RESPONDE

El contrato entre Javier Sandoval Camacho y la desarrolladora Grupo Fonsier es muy clara en las obligaciones. La número 1 responsabiliza al desarrollador por vicios ocultos, y cualquier desperfecto que se presente en la vivienda.

Muros de unicel en lugar de concreto, la oferta era de concreto con 10 centímetros de espesor les dieron lámina de poliestireno, Foto: Antonio Cervantes

“La Desarrolladora es la única responsable de los defectos técnicos o vicios ocultos que presente la vivienda que ampara esta Póliza De Garantía, y se obliga a sanearlos en los términos que se establecen en la presente Póliza; por lo que tomando en cuenta la naturaleza de los actos jurídicos y de los contratos que ha suscrito, libera en forma expresa al Acreedor Hipotecario de toda responsabilidad en cualquier reclamación que se presente en tal sentido” [sic].

La propiedad número 710 de la manzana 528 del edificio 40 le pertenece al señor Javier, y precisamente este edificio es el más dañado, pues los vicios ocultos son más que evidentes, y tienen que ver más con el terreno en que se construyó; en conclusión les entregaron una trampa mortal de la que nadie se quiere responsabilizar.

“Entregaron el conjunto habitacional y se fueron, ya no hubo responsabilidad de ellos de los daños (Grupo Fonsier); y el Infonavit ellos nomás compran y no se hacen responsables. De hecho ellos tienen que, cuando compran así, tienen que venir a ver cómo está el nivel de riesgo; se supone que compran casas que cumplan protocolos, (pero) dicen los albañiles que construyeron con materiales de baja calidad. Hicieron un cochinero, los cuartos son puro corcho”, aseguró Javier Sandoval.

Grupo Fonsier, S.A. de C.V. se constituyó el 27 de agosto del 2003, una sociedad por 99 años y con domicilio en San José del Cabo, municipio de Los Cabos; los accionistas que iniciaron la sociedad son Ana Isabel Fonseca Verduga con el 45       por ciento de las acciones; Maritza Guadalupe Espinosa Serrano con el 25 por ciento de las acciones; Gustavo Rodríguez Valdes y Juan Gabriel Ibarra Cárdenas con el 15 por ciento cada uno.

Actualmente los accionistas, según asamblea del 11 de noviembre del 2021, son Jesús Enrique Velarde Nieto y Luisa Yaneth Ramírez Villa; además como Delegado Especial funge Eduardo García Hernández, este último quien presuntamente quedó de resolver los problemas de la desarrolladora frente a los vecinos de Valle del Mezquite.

“Aquí ya no es habitable y pedimos la ayuda de Protección Civil, vino, miró, pero no nos dio una solución, ni decir ‘les voy a dar un papel para que vayan y demanden’; absolutamente nada, nadie nos está ayudando. ¿Sinceramente cómo vas a arreglar eso tú?, no tiene arreglo esa grieta, se tiene que derrumbar”, comentó Martha.

Los vecinos temen que las autoridades estén coludidas con la desarrolladora que les vendió, pues cuando pidieron ayuda, la respuesta fue que para buscar una reubicación tendrían que hacer muchos pasos, dándoles a entender que sería un procedimiento muy largo y tedioso.

“Que tenemos que hacer varios pasos, que tenemos que llevar varios procesos para llegar a la reubicación; la reubicación porque es un peligro este edificio. Imagínense, costó 385 mil pesos, y hace poco vino una persona de México a hacer un avalúo, para darnos el primer paso y ver los arreglos (reparaciones) que íbamos a hacer, y él evaluó el departamento en 245 mil pesos; o sea que se está devaluando nuestro patrimonio: costó 385 mil pesos el departamento y ya bajó muchísimo, y lo vamos a pagar en 30 años y nos va a costar casi 700 mil pesos”, expresó Araceli.

Hace un mes vinieron las autoridades a hacer una reunión general con toda la colonia, donde estuvieron Protección Civil Estatal y el Infonavit, pero no hubo la solución esperada; afirman que sólo se deslindaron del problema.

“Infonavit vino, hizo una reunión, pero prácticamente se lavó las manos; que ellos lo único que hacen es dar un crédito y hasta ahí, que el seguro es el que se encarga de esto, en una ocasión vinieron a resanar. Pero, o sea, esto no es nada de resanar. Ya es un peligro, hay niños y personas con discapacidad, habemos varios vecinos ya preocupados por la situación”, añadió Martha.

Según Protección Civil Estatal, se deben buscar alternativas, y que el Infonavit les hizo un planteamiento para resarcir la necesidad y acabar con el temor de los habitantes de Valle del Mezquite.

“Ya tuvimos una reunión de trabajo, en donde el Infonavit les hizo varios planteamientos para efecto de buscar alternativas que pudieran servir para buscar soluciones a ese tema; es un tema que viene de muchos años atrás, en donde pues se dieron las autorizaciones para la construcción de edificaciones que ahora presentan daños estructurales”, reconoció Héctor Amparano de Protección Civil Estatal.

 

GRUPO FONSIER LES VENDIÓ GATO POR LIEBRE

La empresa les mintió desde el momento en que les ofreció una vivienda “digna”. El modelo es “Departamento Álamo”, y les prometió muros de concreto f’c=200 kg/cm2 con 10 centímetros de espesor con refuerzo de varilla #3 horizontal y vertical; sin embargo, los que les dio fueron muros de Panel Simple Estructural, que están conformados por una lámina de poliestireno expandido y posiblemente una malla de acero.

Cuando en realidad, debieron ser muros prefabricados de concreto, arena y grava, por lo que es muy claro el sentir de los habitantes de los departamentos, al expresar que les vendieron “gato por liebre”.

“La vecina puso la demanda; ya tiene casi cinco años y es hora que no se resuelve. Se fue abriendo, se fue abriendo la grieta y ahí están las consecuencias, por dentro las paredes se están cayendo, huecos y todo; un problema con el agua… o sea, aquí sinceramente no es no está para vivir. Cuando llueve nos quedamos sin salida; nos trajeron a una trampa, nos vendieron ahora sí que como dicen nos vendieron gato por liebre”, señaló la señora Martha.

Edificio 40 de Valle del Mezquite, se está yendo de lado y su construcción denota múltiples fracturas, Foto: Antonio Cervantes

También debieron instalar muros de block y cemento, pero los vecinos no los han observado, o quizá sean los que ya se cuartearon, especulan. Además del servicio de agua potable, los residentes tienen problemas con el suministro de energía eléctrica; una semana antes de que ZETA los acompañara, se les quemaron los núcleos de carga que les pusieron, defectuosos o que no cubrían la necesidad de los departamentos a su ver, por lo cual tuvieron que invertir de su bolsa para resarcir el problema.

De todos estos problemas, ya les hicieron saber a la desarrolladora, pero ésta dejó de atender mensajes y llamadas, y lo peor de todo es que la autoridad no los respalda en obligarlos a responder por los vicios ocultos en el conjunto habitacional.

“La persona encargada nos proporcionó su propio número, que habláramos con él para llegar a un arreglo o a ver qué es lo que se podía hacer; el día que nos dio el número nos contestó y ya de ahí en adelante no nos responde, ni una llamada, ni mensaje, ni nada. Había quedado que se iba a reunir con los vecinos aquí, nosotros organizamos una reunión a la cual él no asistió, porque no nos respondió; el nombre de él es Eduardo, el arquitecto Eduardo García”, exhibió Martha.

Los departamentos de los vecinos, los compraron en 385 mil pesos, cuentan con dos recamaras, sala-comedor, cocina, un baño, patio y área de servicio, toda la construcción en un espacio de 45.18 metros cuadrados, pero nada de esto vale la pena si están viviendo en peligro todos los días.

“Una lluvia, sinceramente, no la van a aguantar; éste de acá ya se está abriendo también. O sea, ya la situación ya no está para decir o aplicar un seguro, ya no; es para que reubiquen. El Infonavit dijo que ellos no iban a reubicar, que esto ya es cuestión de la empresa, y pues cómo le hacemos si la empresa no contesta”, finalizó Martha.

Autor(a)

Antonio Cervantes
Antonio Cervantes
Antonio Cervantes Antonio Cervantes Antonio T 42 antonio@zetatijuana.com
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