La señora Rosario Miranda teme que ella junto con sus dos nietos menores de edad, uno de ellos de tres meses, queden sepultados en su casa por el derrumbe de un talud que se encuentra enfrente de su propiedad, en la rampa Alemán, de Tijuana.
El 12 de junio de 2024, Protección Civil municipal determinó que existe el riesgo de derrumbe del talud y señaló que es “importante” que se realice una evaluación y se lleve a cabo mantenimiento preventivo y correctivo. Pero Rosario comenta que funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental (SDTUA) le han dicho que “que no pueden hacer nada, que no me pueden ayudar”.
Afuera de su modesta casa son visibles las piedras y la tierra que se ha ido desprendiendo de la ladera. Rosario cuenta que el desprendimiento del talud data de varios años atrás, y que “como era mínimo lo que se caía no me hicieron caso”. Con el paso del tiempo, la caída de tierra y piedras se ha ido acentuando por los escurrimientos de agua del pluvial de la propiedad de arriba y la lluvia.
En enero de 2024, relató, nuevamente acudió al Ayuntamiento de Tijuana para pedir ayuda puesto que “estaban cayendo pedazos de cemento que hay allá arriba”. En un inicio a Rosario le dijeron que sí podrían ayudarla, y al cabo de unos días la propietaria del predio utilizado como bodega que se encuentra encima del talud fue citada al Ayuntamiento.
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Posteriormente, la propietaria del predio usado como bodega colocó un tubo de PVC para dirigir el agua de lluvia por el talud y de ese modo evitar el escurrimiento directo al cerro, pero el tubo quedó al pie del talud, y sigue habiendo desprendimiento de rocas que han golpeado la casa de Rosario.
La adulta mayor también ha hecho gestiones ante la delegación Centro para pedir que sea retirado el escombro del talud sobre la rampa Alemán, ya que es el único acceso de ella y sus vecinos a sus propiedades, sin que personal de la demarcación haya acudido.
“La calle es vía pública, ellos me tienen que ayudar a quitar la tierra, obviamente yo no puedo. Si yo pudiera y tuviera la manera de pagarle a alguien para que me lo quitara yo lo quitaba”. Pero en tal caso también se requiere una asesoría, para evitar que el cerro se derrumbe más, comentó Rosario.
En entrevista con ZETA, Ricardo Güereña Castro, titular de la Dirección de Administración Urbana, afirmó que “ya se solucionó” lo del escurrimiento de agua, que fue en principio la denuncia, puesto que la propietaria del predio de arriba colocó nuevamente la tubería que dijo le habían robado.
Aunque el funcionario reconoció que al hacer la inspección se encontró que el talud tiene “algún estado un poco ya dañado”, señaló que atender el tema “va a ser un poquito más tardado y eso va a depender de los propietarios del talud”.
“No hay un riesgo crítico, sin embargo, la petición de estabilidad que haremos es preventiva”, minimizó. Dijo que esta semana terminaría la búsqueda de los propietarios del talud y la próxima semana se les citaría para solicitarles que busquen a un especialista para que les hagan una propuesta de estabilidad y protección para mantener protegido el talud y prevenir que siga erosionándose.
No obstante, Güereña Castro no descartó que al menos una parte del talud sea propiedad del gobierno municipal. “Hasta que no terminemos la búsqueda se confirmará si parte del talud le pertenece al Ayuntamiento”, manifestó.
Agregó que, el Departamento de Edificación y Daños a su cargo (con alrededor de 19 personas) no tiene una petición para que se quite la tierra y las piedras sobre la rampa, pero sí podría verse con las autoridades competentes para atenderlo.
