Agentes investigan consecuencias de la escisión. Aumentan muertes violentas en bares, antros, restaurantes, mercados sobre ruedas y homicidas en motocicleta. En tres días de julio, 30 homicidios en Tijuana
Taxistas asesinados, homicidios en lugares públicos como antros, bares, restaurantes, carnicerías, mercados sobre ruedas, y el regreso de homicidas en motocicleta, son el resultado fatal de una nueva pugna interna en el Cártel Arellano Félix (CAF) ante la presunta separación de uno de sus cabecillas principales, reflexionan agentes investigadores.
Los enfrentamientos entre células se multiplican y la violencia se agrava por la intervención del Cártel Jalisco Nueva Generación. A este escenario de inseguridad se suma la sangrienta venganza del Cártel de Sinaloa contra el CAF por el robo de droga.
“Andan desatados”, expuso con preocupación un policía municipal que patrulla las calles.
El mes de julio inició con violencia homicida exacerbada: 20 personas fueron asesinadas en menos de 48 horas. Al tercer día del mes, de nuevo Tijuana acumuló 10 víctimas mortales. 30 homicidios en tres días en la ciudad, a los que se agregaron dos en Mexicali y uno en Rosarito y Ensenada respectivamente.
Ese día 3, fue notoria una balacera con víctimas sobrevivientes. El objetivo del ataque fue el ingeniero Químico Industrial jubilado de PEMEX en 2018, José Manuel Alvarado Doria, quien viajaba con su familia, y cuando estaba por llegar a su casa fue agredido a balazos por pistoleros del Cártel de Sinaloa. Ocurrió alrededor de la una de la tarde en la colonia Guadalupe Victoria en Tijuana. La esposa e hija resultaron ilesas, los dos escoltas que los acompañaban y repelieron la agresión fueron heridos; uno está en condición grave y el segundo, al igual que Alvarado Doria, tuvo lesiones menores.
El químico ingresó a PEMEX en 1999. En 2010 fue señalado de participar en el fraude de una subsidiaria de Petróleos Mexicanos, pero continuó laborando hasta jubilarse en 2018 con el cargo de subdirector de producción; sin embargo, lleva un proceso ante Conciliación y Arbitraje. Tiene casa en Tijuana, pero no es su única ciudad de residencia.
“Fue un ataque directo y organizado en el que participaron por lo menos nueve agresores”, explico un investigador, “el perfil de la víctima no es común, pero los primeros reportes extraoficiales indican que arrastra un problema desde Sinaloa, pero no especifican de qué se trata”.
La policía municipal detuvo a cinco de los homicidas, todos residentes de Tijuana, algunos con antecedentes por delitos menores “y ligas con la gente de Sinaloa”, expuso el agente a ZETA; y aunque indicaron que en años pasados había sido víctima de un intento de secuestro, está en proceso de investigación.
Autoridades en la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad de Baja California aún desconocen si este hecho está relacionado con la pugna interna del CAF, que los provocó a realizar operativos adicionales para combatir los ataques de asesinos en moto; rastrear a los homicidas en la zona de Natura y Villas del Campo; y reducir la incidencia homicida en Zona Centros, Zona Norte y Camino Verde.
EL REACOMODO DEL APACHE
La principal línea de investigación ante el recrudecimiento homicida, que James Brayan Corona “el Apache”, habría traicionado al CAF y a sus asociados del CJNG, reveló un investigador.
No pasó mucho tiempo para que autoridades en la Mesa de Seguridad Estatal confirmaran la información cuando incrementaron los ataques públicos y el 21 de junio localizaron una manta que decía: “ESTO LE PASARA A TODA LA GENTE QUE TRABAJE CON EL APACHE O EL VOLTIADO ATTE CJNG” [sic].
Corona es un narcotraficante mexicoamericano con base criminal en la colonia Libertad de Tijuana, a quien intentaron matar el 26 de marzo en un restaurante en Chula Vista, y al día siguiente atacaron a su familia en un domicilio en Otay Ranch, San Diego, California.
La manta con la consigna fue localizada por agentes investigadores en la cajuela de un Honda Accord gris, 1996, placas 37755A3, cuando sus ocupantes fueron intervenidos al circular en la calle 5 de mayo en la Zona Norte de Tijuana. Eran dos jóvenes: Mayda y/o Maira Santillanes Rivera, sonorense de 23 años, y Edgar Raúl Barajas Flores, nayarita de 20 años.
Ambos fueron asegurados cuando policías municipales advirtieron que transportaban “restos humanos en bolsas negras de basura”. Lo que llevó a una investigación que los dirigió al domicilio que ocupaban: unas cuarterías en la zona de tolerancia, donde la Fiscalía General de Estado hizo un cateo y localizaron rastros de sangre de las víctimas y cal. Con estos elementos, Santillanes y Barajas fueron presentados ante la juez Martha Elvia Luna Vargas, por desaparición forzada en la modalidad de transporte, y dado los elementos presuntamente incriminatorios encontrados en el cateo, solicitaron prisión preventiva oficiosa.
Sin embargo, la Jueza Vargas consideró que, teniendo un domicilio fijo (donde localizaron sangre y cal), no era necesaria la medida cautelar, ni ellos representaban peligro para la sociedad, por lo que fueron liberados y citados a comparecer el jueves 28 de junio. Pero los imputados ya no se presentaron.
Sobre las consecuencias del reacomodo criminal del Apache, uno de los investigadores dijo que el cambio de bando se dio antes de que atentaran contra su vida, y que él y sus operadores criminales “están a dos fuegos, sus ex compañeros y cómplices del CAF y del CJNG que saben sus costumbres, dónde viven y dónde se mueven, los buscan para matarlos; lo que siempre sucede en casos como este, sea que decidan quedarse con una célula o cambiarse, los contrarios los matan para que sirvan como escarmiento, ejemplo, y advertencia para los demás. Por eso lo hacen en lugares públicos o a plena luz del día, sin importar si van con sus familias o si pueden matar niños”.
MENOS MUERTES, PERO MÁS VISIBLES Y VIOLENTAS
A pesar del repunte en homicidios en lugares públicos, oficialmente la incidencia homicida en Tijuana continúa a la baja. Junio sumó 143 muertes violentas, un 34 por ciento menos que las 217 ocurridas en junio del 2023. En el primer semestre, Tijuana sumó 947 muertes violentas, 19 por ciento menos que las mil 172 del año pasado. Lo que significa que hay menos muertes, pero hay más violencia y notoriedad, al cometer los homicidios en lugares públicos.
El mes más violento del año ha sido abril, con 170 homicidios en Tijuana y 224 en el estado; aunque julio registró 30 muertes violentas en tres días, la mayoría en sitios públicos.
El 10 de junio, con un tiro en la cabeza le quitaron la vida a un hombre al salir del Bar Tarros en la calle Sexta del centro. El homicida fue detenido a poca distancia de la escena, pues al intentar huir en un patín eléctrico recibió un disparo en el abdomen.
Dos días después, fue asesinado Ezequiel Domínguez Hernández, quien tenía antecedente por robo de vehículo del 2018. Lo mataron al interior de la hamburguesería Carl’s Junior del centro comercial Pacífico alrededor de las 11 de la mañana. El homicida recorrió el local buscándolo; cuando lo ubicó, salió y reingresó minutos después para dispararle en la cabeza, salir corriendo y subir en un auto sedán gris estacionado sobre el Libramiento Rosas Magallón, en la rampa descendente a las 5 y 10.
Dentro del Bar Porky’s en la calle Sexta de la Zona Centro, la noche del 29 de junio privaron de la vida a balazos a un hombre; un joven de 21 años fue encontrado lesionado de bala a una cuadra del lugar.
El 20 de enero mataron a un hombre frente al Factory Performance en la popular Avenida Revolución; el 17 de marzo hubo un acribillado frente al Tropic’s Bar de la calle Sexta; el 13 de abril un masculino fue asesinado en el exterior del Farándula Antro Bar en Zona Río; y el 19 de mayo, hubo un baleado mortalmente frente al bar Chupa Chupa en el bulevar casa Blanca en El Pípila.
En el bar desnudista la Cueva del Peludo, en La Mesa, se han cometido tres homicidios: la noche del 27 de marzo acribillaron a Alejandro García, guardia de seguridad del lugar; el día 6 de junio, en el interior, atacaron a Rubén Duarte Roque, el R., operador criminal de David López Jiménez, Cabo 20, y sus escoltas resultaron lesionados; y el 15 de junio asesinaron a otro sujeto al interior, hirieron a una bailarina y a un mesero.
Afuera del antro Mala Vida en la Zona Río Tijuana, el 19 de mayo asesinaron a un taxista y al policía municipal con licencia, Christian Azael Martínez Conde.
Las ejecuciones públicas han tenido otros escenarios: El 20 de mayo mataron a un hombre al interior de una carnicería en la Obrera; el 21, un empleado fue asesinado en el Hotel Playas de Tijuana. El 26 de junio les quitaron la vida a dos hombres dentro de unos abarrotes en la colonia La Cima.
En mercados sobre ruedas, donde han denunciado extorsión por parte del crimen organizado, también han sucedido ejecuciones: el 29 de junio, Laura Leticia, una vendedora de ropa en el mercado del fraccionamiento Presidentes, fue asesinada a balazos; su hermana y cuñado habían sido localizados muertos una semana antes. El asesino de Laura huyó en una camioneta Pathfinder, mismo auto usado en el homicidio de otra vendedora en el mercado de la colonia Alemán el 22 de mayo.
El 5 de marzo en el mercado de La Gloria, la víctima fue un hombre; y el 7 de enero otro fue asesinado en el del fraccionamiento Playas de Tijuana. En 2023 más de 10 vendedores de sobre rudas fueron víctimas de homicidio en Tijuana, de acuerdo a declaraciones públicas del secretario de Seguridad de Tijuana, Fernando Sánchez.
Trabajadores del transporte público también han sido atacados. Un conductor de DiDi sobrevivió a un ataque armado en la colonia el Tecolote la noche del 19 de junio; un chofer de taxi blanco con franja verde fue acribillado en las chanchas de futbol de Camino Verde el 21 de junio, donde balearon a otro taxista el 17 de junio. En Granjas Familiares un taxista fue asesinado el 12 de junio; un conductor de Uber, el 8 de febrero en la colonia Defensores de Baja California; y un taxista fue atacado a balazos el 31 de enero mientras esperaba pasaje en la Plaza Loma Bonita.
PLANTA DE ASESINOS: LOS RESGUARDAN EN VILLAS DEL CAMPO Y NATURA
Información de las corporaciones en la mesa de seguridad, indica que los cárteles están reclutando homicidas y los llevan a residir a la zona este de Tijuana, particularmente en casas que invadieron en fraccionamientos como Villas del Campo y Natura. Desde ahí los movilizan.
Este patrón fue identificado en la alianza criminal de CAF-CJNG, pero ante el constante cambio de criminales entre cárteles, dicen que ya también hay zonas habitadas por sicarios del Cártel de Sinaloa. Razón por la que residentes lícitos en esos fraccionamientos, viven en permanente peligro no solo por los invasores, sino también por los asesinos.
Uno de los investigadores reflexionó: “Lo común en fechas recientes, ha sido que los homicidas detenidos en flagrancias o con orden de aprehensión, por asesinatos ocurridos en Zona Centro, La Mesa, Tecate, Playas incluso Tecate, vivan en el otro extremo de la ciudad, del lado de bulevar 2000. Entonces ya no se trata de delincuentes vecinos, que se están peleando por controlar la venta de droga en una cuadra de una zona específica; están armando su planta de homicidas desechables”.
Elementos de las fuerzas coordinadas contactados por ZETA, manifestaron que, como parte de la estrategia de combate, las policías en calle están trabajando en operativos -no informaron de la naturaleza de las acciones- para identificar y detener a los asesinos que usan motocicletas para facilitar la aproximación al objetivo y la huida.
Entre los incidentes documentados, está el homicidio del 2 de julio en el bulevar Federico Benítez y avenida 20 de Noviembre, cuando una familia fue atacada a tiros mientras circulaba en un Nissan Altima gris con placas de California. En el vehículo quedaron los cadáveres de Luis Bernardo Santana y Citlali Viridiana Gaxiola, mientras una niña de aproximadamente cinco años resultó ilesa de la agresión. Según testigos, dos hombres en una motocicleta se acercaron y uno de ellos disparó a corta distancia.
El mismo día, los números de emergencia atendieron el reporte de “detonaciones de arma de fuego” en el interior de lo que parecía una taller o depósito clandestino de motocicletas localizado en la calle E de la colonia Rubio en La Mesa. Al llegar, los agentes encontraron a dos hombres asesinados; un tercero murió en el hospital, mientras un cuarto sujeto sobrevivió con lesiones menores. Pero en este hecho las investigaciones apenas iniciaron.