“… falta en el estado de naturaleza un juez público e imparcial, con autoridad para resolver los pleitos que surjan entre los hombres, según la ley establecida. Pues en un estado así, cada uno es juez y ejecutor de la ley de naturaleza; y como los hombres son parciales para consigo mismos, la pasión y la venganza pueden llevarlos a cometer excesos cuando juzgan apasionadamente su propia causa, y a tratar con negligencia y despreocupación las causas de los demás”.
-John Locke
Este 12 de julio se celebra en México el Día del Abogado, lo cual me motiva a dedicar estas líneas al gremio de las y los profesionales del derecho, al cual tengo la honra de pertenecer, y compartir algunas reflexiones.
En primer lugar, deseo señalar que hace tiempo que debemos referirnos a esta fecha como el Día del Abogado y la Abogada. Son años ya de que la lucha feminista nos ha enseñado que el lenguaje importa y que no verbalizar a las mujeres equivale a invisibilizarlas. Esta premisa aplica, por supuesto, para todos los ámbitos de la sociedad.
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En segundo lugar, como dato cultural, vale recordar el origen de esta celebración. La fecha 12 de julio, fue propuesta en 1960 por Federico Bracamontes, abogado, periodista y fundador del Diario de México, dado que, en esta misma fecha -pero en 1553- se impartió la primera cátedra de derecho en América, en la Real y Pontificia Universidad de México (hoy la UNAM). El profesor de aquella primera clase fue Bartolomé Frías y Albornoz, quien enseñó la cátedra “Instituta” (derecho romano). Así, la propuesta de Bracamontes fue secundada por el gremio de la abogacía y en 1960 fue decretada como fecha oficial por el Presidente Adolfo López Mateos.
La frase que me he permitido citar al inicio de esta colaboración, del filósofo John Locke en su “Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil”, nos ilustra la importancia de las y los profesionales del derecho en nuestra sociedad. En términos generales, para Locke, en el “estado de naturaleza” -como él le llamaba- todas las personas son iguales, independientes y libres. Sin embargo, sabiendo que las personas son parciales ante sus propios intereses, y que esta parcialidad conlleva el riesgo de que se perjudiquen la propiedad y las libertades de otros individuos, es necesaria la existencia de reglas compartidas y de personas encargadas de hacerlas valer.
Esta es la base de la vida en sociedad. Ese es, de origen, el valor de las y los profesionales del derecho. Con el desarrollo de las sociedades, las y los abogados ejercen una serie de roles necesarios para prácticamente todos los ámbitos de la vida pública y privada: Personas litigantes, juezas, procuradoras, notarias o consultoras legales de diversa naturaleza.
Asimismo, son las y los abogados quienes con sus conocimientos dan sentido y forma a nuestros derechos humanos en los marcos legales correspondientes. La vida en sociedad se basa en los derechos de las personas, y estos derechos se van conquistando y garantizando de manera progresiva, lo cual no sería posible sin la participación y dedicación de las y los profesionales del derecho, de la mano de las personas activistas en diversas causas sociales.
Un gran ejemplo es el derecho a la información en nuestro país, citado por vez primera en nuestra Constitución Política en 1977 de manera muy general y sin mayores detalles. Años más tarde, en 2002, un grupo de personas abogadas y periodistas (el grupo Oaxaca) se organizó para impulsar desde la esfera ciudadana el derecho a saber, dando pie a la primera Ley Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental de 2002. Hoy en día, tras la reforma constitucional en materia de transparencia de 2014, el derecho a la información se encuentra al mismo nivel que los demás derechos fundamentales en México. De esta manera, y con otras experiencias, las y los abogados han sido partícipes de la construcción y el constante perfeccionamiento del Estado.
Por lo anterior, celebro a las y los abogados en su día, ya que sin su labor en la diversidad de ámbitos, la vida en sociedad no sería posible. ¡Enhorabuena!
Adrián Alcalá Méndez es bajacaliforniano, comisionado presidente del INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información, y Protección de Datos Personales).
