Anteriormente, los menores que deseaban realizar el cambio de género debían viajar a uno de los cinco estados permitidos: Sinaloa, Jalisco, Oaxaca, Ciudad de México y Morelos
Oscar Benjamín Piña Reyes supo de su identidad de género a los 11 años. A pesar de que su acta de nacimiento lo registraba como femenino, logró rectificarlo a masculino a los 14 años, en mayo de 2024, con el apoyo de su madre. Para hacerlo, tuvo que viajar hasta Jalisco, donde el trámite se completó en tres horas.
En junio de 2023, la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió un fallo que instaba a Sonora, Baja California Sur y Baja California a reformar la ley para permitir el cambio de género en menores. Finalmente, el jueves 20 de junio de 2024, el Congreso del Estado de Baja California aprobó la reforma al artículo 134 del Código Civil del Estado, permitiendo a la comunidad trans ejercer este derecho.
La reforma fue aprobada con 14 votos a favor, 6 en contra y una abstención, y entrará en vigor una vez que sea publicada en el Periódico Oficial de Baja California. Según la activista Susana Barrales, se requerirá la compañía y aprobación de un padre o tutor.
“Actualmente se visibilizan entre 15 a 25 casos en el estado; yo sé que no es una gran mayoría, pero por eso es importante que las legislaciones y los gobiernos tomen en cuenta todas las voces, que, aunque haya pequeños grupos, también son merecedores de derechos”, compartió la diputada de Morena y presidenta de la Comisión de Igualdad y Juventudes, Michel Sánchez Allende. Agregó, que este derecho también abre la puerta para otros, como es salud, educación y trabajo.
Para la comunidad LGBTTTQIA+ de Baja California, esta reforma representa un avance en sus derechos, ya que anteriormente sólo Jalisco y Sinaloa permitían el cambio de género a menores desde los 12 años, al igual que Oaxaca, Ciudad de México y Morelos. Como directora de la Casita de Unión Trans, Barrales ha establecido una red de apoyo hasta Guadalajara para quienes deseen realizar el trámite.
Isabel Reyes, madre de Oscar, narró que el punto de inflexión ocurrió cuando intentó que él usara un brasier, momento en el cual su hijo le reveló sus sentimientos. Desde entonces, decidió apoyarlo plenamente desde el inicio.
“No voy a negar que pregunté dos o tres veces ‘¿Estás seguro?’. Estaba respetando, sólo quería estar segura de que él estaba seguro. Le dije: ‘Nos enfrentaremos juntos a esta batalla contra toda la familia y contra todos, pero si estás seguro, te apoyaré'”, compartió.
A pesar del apoyo de su familia materna y amigos en la escuela, Oscar enfrentó resistencia inicialmente por parte de sus maestros. “Con el tiempo, me di cuenta de que, aunque son figuras de autoridad, no debo tener miedo”, afirmó.
Por ello, junto con su madre, el abogado Jonathan de la Rosa y la Casita de Unión Trans, iniciaron una demanda que les permitió obtener el reconocimiento de su nombre elegido en su acta de nacimiento, trámite que completaron en Guadalajara y que incluso logró que las invitaciones a la ceremonia fueran reimprimidas con su nuevo nombre: Oscar Benjamín Piña Reyes.
“Ahora que he pasado por todo esto, conozco la lucha que enfrenté. Me siento feliz, apoyado, respetado y parte de la comunidad, listo para lo que venga”, señaló Oscar. El menor planea ayudar a otras personas de la comunidad que atraviesan situaciones similares.
Isabel, su madre, añadió: “A veces los padres no permiten que sus hijos los eduquen o los sensibilicen sobre los temas que viven. Ya no es sólo blanco o negro; hay muchos matices, y apoyaré lo que sea mejor para él, lo que lo haga sentirse identificado”.
Susana Barrales reiteró que la reforma no busca imponer ideologías, sino garantizar la libertad y los derechos de la comunidad. “No queremos cambiar a nadie; desde pequeños, sabemos quiénes somos y compartimos nuestras vidas”, concluyó.