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miércoles, septiembre 11, 2024
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Hillbilly Elegy

Esta película no es un estreno en Netflix, mucho menos en la cartelera, pero trasciende en estos momentos porque se basa en las memorias de J.D. Vance, el joven republicano que aspira a la Vicepresidencia de Estados Unidos, hombro a hombro con Donald Trump.

Ron Howard asumió la tarea de dirigir esta historia, y aunque el contexto histórico de la comunidad rural donde nació y se formó el político conservador no está muy desarrollado, ilustra el origen de este abogado en el pueblo rural de Middletown, Ohio, en el seno de una familia sumamente disfuncional, blanca, empobrecida, violenta, donde el eje fue la abuela cuya vida estuvo marcada por un embarazo a los 13 años de edad, y Bev, la madre adicta a la heroína, con cinco matrimonios de los cuales, pues, como suele decirse, no se hizo uno.

Glenn Close y Amy Adams tuvieron estas dos tareas titánicas de asumir a dichos personajes que marcaron la infancia y adolescencia de J.D, quien cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Yale por mero carácter y determinación, aunque ahora se comprende su resentimiento hacia las élites, un tanto expuesto en este filme agridulce.

Owen Asztalos es el responsable de encarnar al adolescente J.D. en este mundillo plagado por violencia doméstica de la cual fue víctima de manos de Bev en una de sus constantes crisis, cuando ésta comenzó a robarse los opioides del hospital en el que trabajaba como enfermera. Vaya escena, imposible de olvidar para el espectador, y qué podrá decirse de Vance.

En este entorno de pobreza y marginación de los Apalaches surge, entonces, un joven que busca la salida y la encuentra a través del estudio, con el empuje de la abuela que se empeña en respaldarlo cuando parecía que su realidad lo condenaría a ser una estadística más del fracaso entre la población blanca del sur de Estados Unidos.

La cinta retoma la historia de Vance (ya interpretada por Gabriel Basso) cuando se apoya en su novia y futura esposa para enfrentar otro momento decisivo en su vida: necesita conseguir una entrevista para una residencia en un prestigioso despacho de abogados para seguir cubriendo sus gastos universitarios, y justo cuando la obtiene su pasado lo llama, a raíz de una sobredosis de su madre.

Las raíces de nuevo amenazan el futuro de un protagonista que, en vez de partirse en dos, reconcilia sus dos posibilidades de vida y da un paso adelante, trazando el camino de un hillbilly que podría llegar a la Casa Blanca en noviembre. Por lo pronto, vale la pena ver esta cinta ahorita. ***

Punto final. – Sobre esta misma realidad social es muy superior el largometraje “Spring Night, Summer Night”.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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