A raíz de la aprobación de la Ley de Infancias Trans, grupos pro familia se movilizaron a través del “Firmatón”, recolectando firmas para promover una iniciativa de ley para prohibir tratamientos de hormonización y mutilación a menores de edad.
“Es una metodología que se ha estado usando a nivel mundial en aquellos países que se llaman progresistas y tienen gobiernos progresistas, y que han estado promoviendo diferentes ideologías. Es un proceso que se inicia con ciertas leyes como los matrimonios igualitarios”, explicó Alejandro Adonay, ciudadano que participó en la recolección de firmas desde el pasado 18 de julio, cuando inició a nivel estatal.
Según compartió, la recientemente aprobada ley de infancias trans no requiere el consentimiento de los padres, por lo que están actuando en busca de proteger a la niñez.
“Cambiarse de nombre y sexo en un acta de nacimiento es lo de menos; mañana puedes decidir volver a tu sexo biológico y no pasa nada, pero ya hormonizarse o mutilarse sus órganos sexuales es algo que va a cambiarte la vida para siempre”, agregó.
Por ello, están en desacuerdo en financiar con sus impuestos esta iniciativa. De igual manera, temen que un niño pueda acceder a clínicas públicas para este tipo de servicios.
“No conocemos ninguna clínica que trate niños y lo que estamos tratando de evitar es que se formen. Pudiera haber, tal vez, clínicas que traten adultos; esa es decisión de ellos y es respetable”, señaló.
Las firmas que continúan recabando serán presentadas al Congreso del Estado.
La activista Ma. Teresita Díaz Estrada, del departamento de incidencia política de Comunidad Cultural Tijuana (Cocut) LGBTQ+ y miembro de la Alianza Inclusiva y Diversa de México (AIDMX), comentó a ZETA que a raíz de estas acciones se promueve la desinformación, pues la ley no promueve cirugías ni se pueden realizar sin el consentimiento de los padres.
“Nosotros no estamos haciendo cosas para que se cambien de sexo quirúrgicamente ni se administren hormonas. Eso no viene en la ley. Les están diciendo mentiras porque ningún niño puede ir solo o sola a un registro civil y decir: ‘me voy a cambiar el nombre’”, comentó.
En ese sentido, para iniciar un proceso deben acudir al Registro Civil con la CURP del menor y las identificaciones de los padres, esperar un periodo de 10 días en el que personal de la Procuraduría de Niñas, Niños y Adolescentes en Baja California y DIF Estatal realizará una visitaduría para entrevistarlos; y pasado el periodo se otorga la rectificación.
Además, señaló que no existen clínicas de hormonización para menores.
“La hormonización y mutilación de cuerpos no son cuestiones de las personas trans. Ellos deben hacerlo a través de un médico especialista, que es un endocrinólogo, y aquí solamente en el estado existen dos”.
Dichas intervenciones quirúrgicas tienen costos que van desde los tres mil hasta los 10 mil dólares. Igualmente, aconsejó que dicha iniciativa de ley debería orientarse en contra de las cirugías estéticas en menores de edad y no solamente enfocarse en el crecimiento de los derechos de la comunidad trans.