Durante la tarde de este sábado 20 de julio, a las afueras de donde se ubicaba el negocio de la taquería Memo’s, dieron el último adiós a Guillermo Hernández y Guillermo Hernández Jr., padre e hijo, asesinados el martes 16 de julio.
En las inmediaciones de la colonia Independencia en Tijuana, entre la calle Vicente Guerrero y la esquina con la calle Ignacio Allende, Guillermo Hernández fue ultimado por heridas causadas por proyectil de arma de fuego, mientras que su hijo falleció por la misma causa camino al hospital.
Abraham Guzmán, amigo de la familia, compartió que han recibido mucho apoyo por parte de los familiares y la comunidad, tanto emocional como para solventar los gastos ante la pérdida de quienes eran el sostén de la familia.
“No se han comunicado las autoridades, pero sí ha habido un poquito más de movimiento por parte de la Fiscalía para la investigación. Ya vemos que pidieron algunos videos; de cierta forma ya empieza la investigación y hay un poco de movimiento”, agregó.
De igual manera, destacó que la investigación apunta hacia el cobro de piso.
“La familia se siente un poco amenazada, eso sí, se los puedo comentar directamente que sí tienen miedo”, mencionó.
Agregó: “Que se haga justicia; sabemos que la justicia aquí en México no es muy grata, eso es lo que buscamos y aquí vamos a estar”.
Asimismo, espera que la situación se aclare, pues hay más casos similares en la Zona Centro: “La verdad no sé qué es lo que está pasando aquí, pero vemos que es un foco rojo”.
Ramón, taquero de la zona, expresó que no se siente seguro trabajando, pues teme que llegue el momento en que le cobren piso, por lo que le gustaría contar con más vigilancia de las corporaciones policíacas en la zona.
“Era una persona muy querida aquí en la colonia. Se siente la inseguridad a flor de piel; ha habido muchos eventos aquí. Llevamos viviendo aquí toda la vida y esta es la época más insegura”, señaló.
En las inmediaciones se congregaron alrededor de 100 personas, quienes acompañadas de un conjunto musical bailaron y entre lágrimas se despidieron de quienes reconocieron como personas queridas en la colonia.
Al grito de “¡justicia!”, se despidieron para emprender marcha hacia el panteón de Los Olivos, donde serán sepultados.
