Al menos 600 personas, integrantes de 235 familias, abandonaron sus domicilios particulares en Chiapas y llegaron a Guatemala, ante la violencia generada por la disputa territorial entre los grupos criminales ligados con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS).
“[Estamos en coordinación] para la atención a personas que están escapando a esta confrontación entre grupos [criminales] en México”, dijo, el 24 de julio de 2024, César Bernardo Arévalo de León, presidente de la República de Guatemala -desde el 15 de enero del presente año-, a representantes de medios de dicho país centroamericano, durante la visita a la construcción de un hospital, en el departamento de Sololá.
“Nosotros desde el primer momento estamos colaborando con las autoridades del Departamento de Huehuetenango y de la municipalidad de Cuilco, a través del Ministerio de la Defensa, para poder coordinar la atención que se le está dando a las personas que están escapando a esta confrontación entre grupos que tienen lugar en el lado de México, de manera que ya estamos presentes desde el primer momento, para darle atención a esos refugiados”, señaló el mandatario guatemalteco.
Según los reportes de medios locales, nacionales e internacionales, desde el martes 23 de julio de 2024, los pobladores chiapanecos comenzaron a cruzar la frontera sur de México, en camionetas de redilas, para llegar al municipio de Cuilco, en el departamento de Huehuetenango, a unos 40 kilómetros de Chiapas.
Ello según contó a la agencia estadounidense The Associated Press (AP), la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), que integra el grupo de instituciones que brindarían atención a las personas movilizadas.
El 20 de julio de 2024, en la Región Sierra, colindante con la frontera con Guatemala, miembros de grupos delictivos bloquearon carreteras, además de que hubo ataques a vehículos con explosivos y drones, lo que provocó la muerte de una persona y dejó a varios heridos. Además, hubo falta de víveres por el cierre de negocios y de circulación de empresas que surten dichos productos.
Del lado guatemalteco, autoridades municipales e integrantes de comunidades religiosas urgieron al acopio de comida, colchonetas, toallas femeninas, ropa interior y medicina para quienes fueron refugiados en escuelas.
Así lo informó la gobernadora del municipio , Elsa Hernández, quien señaló que al menos 600 mexicanos llegaron a una aldea en Cuilco, en donde se instaló un campamento para brindar atención a los desplazados.
“Pero en este momento estamos viendo un desplazamiento forzoso de población, en su mayoría mexicanos que están ingresando a territorios de Cuilco, eso debido a la violencia que se está viviendo en territorio mexicano”, indicó Elsa Hernández, gobernadora del departamento guatemalteco de Huehuetenango, citada por el medio digital Latinus.
Por instrucciones del presidente Arévalo de León, la brigada militar implementó el plan “Cinturón de Fuego”, para garantizar la seguridad de los guatemaltecos y de los propios mexicanos que trataban de escapar de los grupos criminales.
“Quiero recalcar que la seguridad está controlada, es decir para la población guatemalteca está la seguridad, pero para la población mexicana no se han pronunciado las autoridades, lamentablemente para proteger a sus ciudadanos”, enfatizó la gobernadora, en una entrevista con el medio local Radio Mass 98.9.
“Según tenemos datos preliminares, hay más o menos como 300 personas desplazadas de territorios mexicanos hacia Cuilco, entonces necesitamos el apoyo para ayuda humanitaria, albergues, alimentos, medicamento por ejemplo lo estamos convocando para una reunión, para poder atender esta situación”, concluyó Hernández.
Por otro lado, la mayor Ann Marie Argueta, vocera del Ministerio de la Defensa Nacional guatemalteco, expuso a la agencia francesa AFP, que la cifra de personas desplazadas sería de aproximadamente 180, las cuales estarían albergadas en la aldea Ampliación Nueva Reforma.
No obstante, del lado mexicano, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas, le indicó a la agencia estadounidense AP, que no había recibido reportes de desplazamientos en la zona.
