Las pruebas de ADN mitocondrial, anunciadas por el ex fiscal Ricardo Iván Carpio a finales de enero de 2023, ya se encuentran en marcha desde mayo de 2024. Estas facilitarán identificar la genética de cuerpos encontrados en estado de osamenta o descomposición avanzada.
El fiscal central de Baja California, Rafael Orozco Vargas, informó que, tras un mes de funcionamiento, se han podido recabar alrededor de 120 muestras. Según explicó, debido al alto costo, se analizan por paquetes de 30, acumulándose durante aproximadamente una semana.
“El análisis sale mucho más rápido y se obtienen incluso muestras que con el examen nuclear eran imposibles de obtener”, comentó. Asimismo, con este tipo de prueba se puede acceder incluso a huesos calcinados, siempre y cuando no estén carbonizados.
El laboratorio de genética tiene su sede en Mexicali, donde se invirtieron alrededor de 120 millones de pesos, según comentó. Con esto, son la tercera fiscalía que cuenta con este equipo a nivel nacional, después de las autoridades federales.
Sin embargo, ante la solicitud de colectivos de búsqueda para realizar estas pruebas en cuerpos con mayor antigüedad en fosas comunes, comentó que aún no se ha llevado a cabo, pero está en planeación. Actualmente, es requisito tomar la muestra antes de dirigir un cuerpo a dicho destino.
Antonio Uribe Torres, coordinador de la Fiscalía de Desaparecidos en Tijuana, explicó que con la tecnología actual no es posible perder las muestras, ya que son registradas en el banco de datos y también digitalizadas.
Compartió que, según registros, desde 2016 se han abierto un promedio de 10 mil carpetas de investigación, avanzando en alrededor de ocho mil.
“Las pruebas que se están haciendo a nivel mitocondrial, todo eso hemos trabajado para que sea una búsqueda digna de las personas desaparecidas aquí en Baja California”, compartió Eddy Carrillo, presidente del Colectivo de Búsqueda Todos Somos Erick Carrillo.
Desde 2019 se han exigido protocolos de este nivel, ya que se estima que alrededor del 10 por ciento de los hallazgos sin vida realizados se encuentran en estado de descomposición avanzada.
“Hay más de mil sin identificar, huesos, osamentas, calcinados, no calcinados, dañadas por el sol; entonces, ese puede ser mi hijo o de mis compañeros”, acotó el activista. Aunque celebró la inclusión de esta tecnología, exhortó a las autoridades a realizar las pruebas de ADN de los cuerpos faltantes en fosas comunes, ya que muchos familiares continúan buscando a sus seres queridos.
Paula Sandoval, presidenta del Colectivo Familiares Unidos Buscando a Nuestros Desaparecidos, recriminó casos de personas que encontraron a sus familiares después de años en fosas comunes, como Ramón Guillermo Sánchez, quien se hallaba desde 2020 y cuyo cuerpo aún no ha sido entregado.
Por ello, realizó un exhorto a las autoridades para que dichos laboratorios lleven a cabo una correcta regularización y puedan encontrar a sus familiares con prontitud.