Las organizaciones no gubernamentales Amnistía Internacional (AI) y Seguridad Sin Guerra rechazaron, el 25 de junio de 2024, la propuesta de la virtual presidenta de la República electa, Claudia Sheinbaum Pardo, de que la Guardia Nacional estuviera adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), debido a que advirtieron que ello rompía con el orden constitucional y conllevaba diversos riesgos para la población, por lo que exigieron regresar a las Fuerzas Armadas a sus cuarteles.
“Esta es una reforma significativa porque trastoca sustantivamente la disposición del artículo 129 de la Constitución […] avanzar con una serie de reformas de esa naturaleza es, en realidad, una redefinición de las relaciones cívico-militares, que rompe el orden constitucional definido desde 1917, mediante el cual se estableció que las Fuerzas Armadas en tiempos de paz no podrían realizar más actividades que las propias relacionadas con la disciplina militar y que estarían subordinadas a la autoridad civil”, expusieron las ONG.
“En ese sentido, hacemos un llamado a la próxima presidenta y al Congreso de la Unión a desechar la iniciativa de reforma constitucional […] realmente sienta la base para la participación de militares en todos los órdenes de la vida pública civil de nuestro País y válida todas las tareas extraconstitucionales y violatorias de las obligaciones internacionales de México que han sido otorgadas a las Fuerzas Armadas”, agregaron AI y Seguridad Sin Guerra.
Según añadieron las ONG, dee concretarse la reforma constitucional, implicaría una violación al principio de la separación de poderes y la independencia judicial, al asumir las Fuerzas Armadas tareas de investigación, incluso en casos de delitos en los que el propio personal castrense estuviera involucrado.
“Hemos visto a lo largo de los años que las Fuerzas Armadas se protegen a sí mismas y no están dispuestas a que sus efectivos rindan cuentas ante la justicia […] Amnistía Internacional y Seguridad Sin Guerra hemos insistido y constantemente evidenciado, no sólo lo fallido de un paradigma militar que desde 2006 no ha logrado contener ni el trasiego de drogas ni la violencia, sino también los riesgos para las libertades y derechos humanos de tener una GN castrense”, enfatizaron las organizaciones no gubernamentales.
Las ONG recordaron que de los 14 casos en los que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había emitido sentencias contra México, al menos seis se referían a violaciones perpetradas por miembros del Ejército, incluyendo tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, violencia sexual, desaparición forzada y ejecución extrajudicial.
“Por lo que, esta reforma, además de las graves implicaciones en el orden jurídico mexicano, mantiene al País alejado de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”, agregaron las organizaciones no gubernamentales, las cuales indicaron que para evitarlo y cumplir con lo dispuesto por la Constitución y las obligaciones internacionales de México, Sheinbaum Pardo debería presentar un plan de desmilitarización, así como a poner en marcha mecanismos de fiscalización de la actuación de las Fuerzas Armadas, cuando desempeñaran de manera extraordinaria labores de seguridad pública.
Asimismo, solicitaron a la virtual presidente de la República electa, buscar mecanismos para regular la participación de las FF. AA., subordinadas a la autoridad y mandos civiles; garantizando recursos para las Policías estatales y municipales; además de actuar bajo el criterio de que las personas debían de estar en el centro de la seguridad pública.
“Desde Amnistía Internacional y el Colectivo Seguridad Sin Guerra consideramos que un Gobierno electo bajo las reglas democráticas debe preservar el orden constitucional y el respeto al pacto de la relación cívico-militar que ha sometido a la autoridad y mando civil a las instituciones militares, a la vez que ha limitado sus funciones en tiempos de paz a actividades exclusivas a la disciplina militar”, insistieron las ONG.
El 24 de junio de 2024 -durante una conferencia de prensa llevada a cabo en su casa de transición-, la virtual presidenta de la República electa rechazó que la adscripción de la Guardia Nacional a la SEDENA implicara militarización, ya que sería ella quien dictaría la política de seguridad, en coordinación con la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), del Gobierno Federal.
“¿Quién dicta la política de seguridad? La presidenta de la República. Todos aquellos que dicen que esto es militarización, no es militarización. Militarización sería si quien dictara toda la política de seguridad fuera una institución solamente del Ejército y no es así. La política de seguridad la define el Gobierno de la República, con la presidenta de la República, el Secretario o Secretaria de Seguridad Ciudadana. Su labor es coordinar esta política de seguridad pública y colaborar con la Guardia Nacional, con la Defensa, con la Marina”, detalló Sheinbaum Pardo.
Asimismo, la virtual mandataria nacional electoral recordó que en esta tarea también intervenía la Fiscalía General de la República (FGR), que, según lo indicó, durante la próxima Administración sería invitada a formar parte de las reuniones del Gabinete de Seguridad.
Sheinbaum Pardo reiteró que estaba de acuerdo en que la SEDENA estuviera al mando de la Guardia Nacional porque, hasta ahora, se había formado de instituciones de dicha Secretaría y pensar en una institución aparte implicaría la creación de nuevas áreas.
“Hasta ahora, la Guardia Nacional se ha formado a través de las instituciones de la Secretaría de la Defensa Nacional: su formación operativa, su formación disciplinaria, su esquema de constitución tiene mucho que ver con la Secretaría de la Defensa Nacional. Pensar en una institución aparte sería construir completamente un área de capacitación, de formación, etcétera”, agregó la virtual presidenta de la República electa.
“Y, además, coincido con el presidente [Andrés Manuel] López Obrador, en que los antecedentes de la Policía federal, particularmente lo que fue en las manos de [Genaro] García Luna, pues es algo que no queremos que vuelva a repetirse nunca en nuestro país”, sostuvo Sheinbaum Pardo, quien también rechazó que la adscripción de la Guardia Nacional a la SEDENA implicaría la desaparición de la SSPC Federal.
“La Guardia Nacional es una institución que tiene el objetivo de procurar justicia, paz, seguridad en nuestro país en la construcción de la paz, pero la Secretaría de Seguridad tiene su cargo, por ejemplo, tiene distintas áreas de coordinación entre la propia Sedena, la Marina y la Guardia Nacional. Tiene tareas que tienen que ver con la prevención, tiene varios temas, entonces nosotros queremos fortalecerla como la conductora de la política de seguridad”, adelantó la virtual presidenta de la República electa.
Antes, el mismo día -durante su conferencia de prensa matutina-, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que Sheinbaum Pardo impulsara que la Guardia Nacional fuera parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional, el político tabasqueño destacó el papel de la Guardia Nacional y consideró que si no estaba sujeta a una institución como la Secretaría de la Defensa Nacional, “se va a echar a perder”.
“La Guardia Nacional, en tan solo cinco años, ya tiene el reconocimiento del pueblo de México […] Lo que se busca desde el principio es que la Guardia Nacional pase a formar parte de la SEDENA, como la Fuerza Aérea, una rama, así está en España, en Francia, en otros países y soy partidario de eso porque se ha construido en cinco años la Guardia Nacional, se ha hecho todo un esfuerzo para formar, disciplinar, a más de 120 mil elementos, nunca se había tenido una corporación así para la seguridad pública”, explicó López Obrador.
Aunado a lo anterior, el titular del Poder Ejecutivo Federal consideró que si la Guardia Nacional “se deja, como pasó con la Policía Federal, en Gobernación [SEGOB], en la Secretaría de Seguridad Pública, se va a echar a perder”.
“Si depende de una secretaría, como la de Defensa, que tiene una tradición de formación a sus elementos, tiene sus colegios, doctrina, disciplina, hay garantía de que no se corrompa la Guardia Nacional [….] Me dio mucho gusto que ayer la presidenta electa planteó, porque es lo más conveniente, que la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de Defensa.l”, insistió el político tabasqueño.
Sin embargo, el 25 de junio de 2024, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro Prodh) -una asociación civil sin fines de lucro, fundada en 1988 por la Compañía de Jesús- advirtió, en su cuenta de la red social X, que “de entregarse la Guardia Nacional a la SEDENA, como se ha anunciado, no sólo se cederá legalmente al Ejército esta corporación, que iba a ser policial”.
“La propuesta presidencial del 5 de febrero también incluye ampliar el fuero militar, dar a GN militar más facultades de investigación de delitos, y ampliar intervención militar en vida pública modificando el art. 129. Esa propuesta de reforma es regresiva y profundiza el poder militar”, enfatizó la asociación civil.