Joseph Robinette Biden Jr. -presidente de Estados Unidos, desde el 20 de enero de 2021- firmó, el 4 de junio de 2024, una orden ejecutiva que restringiría el acceso al asilo -lo que permitiría a las autoridades deportar rápidamente o enviar de vuelta a México a los inmigrantes sorprendidos cruzando de forma ilegal la frontera-, una vez que las detenciones de la Patrulla Fronteriza estadounidense superaran las 2 mil 500 al día.
El mandatario de EE.UU. anunció oficialmente, durante una conferencia llevada a cabo en la Casa Blanca, nuevas medidas ejecutivas en materia de inmigración, afirmando que los republicanos no le “dejaron otra opción”.
“Estoy superando la obstrucción republicana” y las autoridades ejecutivas me permiten “hacer lo que pueda por mi cuenta para abordar la frontera”, enfatizó el presidente estadounidense, quien criticó a los legisladores por no haber logrado avanzar en un acuerdo bipartidista sobre la frontera.
Biden afirmó que uno de los pasos críticos era la colaboración con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y con la virtual ganadora de la elección, Claudia Sheinbaum Pardo, con quien había sostenido una llamada.
“He decidido firmar una orden ejecutiva para responder a la presión que vivimos en la frontera […] La frontera no es tema político que se puede esgrimir como un arma. Tenemos que pensar en el pueblo estadounidense”, agregó el mandatario de EE.UU.
“Hoy anuncio que no podrán llegar a la unión americana aquellas personas que crucen ilegalmente la frontera para solicitar asilo, sólo podrán hacerlo después de solicitar asilo de manera legal antes de cruzar la frontera”, insistió el presidente estadounidense.
“Eso nos dará la oportunidad de retomar el control de la frontera. Esta política seguirá así, en pie, hasta que el número de cruces sea uno que podamos controlar […] Estamos queriendo responder de manera responsable a nuestra realidad. Tenemos que hacer reformas en nuestra política fronteriza y tener una de asilo viable cuanto antes”, detalló el mandatario de EE.UU.
“El presidente Biden cree que debemos asegurar nuestra frontera. Es por eso que hoy anunció acciones ejecutivas para prohibir que los migrantes que cruzan nuestra frontera sur reciban asilo ilegalmente”, indicó un comunicado de la Casa Blanca.
“Estas acciones no son permanentes. Serán discontinuadas cuando el número de migrantes que cruzan la frontera entre los puertos de entrada sea lo suficientemente bajo para que el sistema estadounidense maneje segura y eficiente las operaciones fronterizas”, enfatizó la Casa Blanca.
Por su parte, el mismo día, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional- que hablaría vía telefónica con Biden, el 4 de junio de 2024, sobre dicha orden ejecutiva. No obstante, el mandatario mexicano indicó que “hay posturas de los dos gobiernos”, pero apostó por una política de buena vecindad y “que cuidemos nuestra integración económica”.
“Para nosotros es muy importante el que en la política migratoria del gobierno de Estados Unidos se incluyan cuando menos dos cosas: Una, la regularización de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos desde hace muchos años y que aportan al desarrollo de esa gran nación”, agregó el político tabasqueño.
Además, el presidente mexicano vaticinó que cualquier candidato estadounidense que atendiera las demandas a favor de connacionales en Estados Unidos, “va a contar, sin duda, con la simpatía de millones de mexicanos”. Asimismo, reiteró que “es muy buena” la relación con su homólogo de EE.UU.
En tanto, Donald John Trump -presidente de Estados Unidos, desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021 y futuro candidato republicano para las elecciones de noviembre de 2024-, calificó, el mismo día, de “amnistía” la orden ejecutiva que el mandatario demócrata tenía previsto firmar para limitar las solicitudes de asilo en la frontera.
“Seamos claros: la orden ejecutiva de Joe Biden es una amnistía, no es para seguridad fronteriza […] La invasión fronteriza y la delincuencia migratoria no cesarán hasta que el corrupto Joe Biden sea deportado de la Casa Blanca“, arremetió, en un comunicado, Karoline Leavitt, secretaria nacional de prensa de la campaña de Trump, quien también aseguró que “migrantes ilegales de Biden están asolando” Estados Unidos y había provocado “una ola de criminalidad en todos los estados”.
Según lo informó la agencia británica Reuters, basada en “dos fuentes conocedoras de la iniciativa”, la política migratoria también permitiría el cierre temporal del límite territorial sur de EE.UU. y que no tendría excepciones humanitarias, es decir, no aplicaría a niños y adolescentes no acompañados, así como a víctimas de tráfico de personas.
“Se espera que el presidente de EE.UU., Joe Biden, dé a conocer esta importante acción ejecutiva este martes. Se trata de la medida más drástica del Gobierno en la frontera sur de Estados Unidos, en un intento de Biden de imponerse en materia de inmigración a pocas semanas del primer debate presidencial, utilizando la misma autoridad que el expresidente Donald Trump trató de emplear cuando estaba en el cargo. La autoridad entrará en vigor a lo largo de este día, según un alto funcionario del Gobierno estadounidense”, explicó CNN.
“Quedan exentos los niños no acompañados, las víctimas de una forma grave de trata de personas, quienes presenten una urgencia médica aguda o una amenaza inminente y extrema para la vida y la seguridad, entre otros. Los inmigrantes también pueden solicitar una cita a través de la aplicación móvil de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., conocida como CBP One, para presentar su solicitud de asilo en un puerto de entrada”, detalló la misma cadena televisiva.
“Sin embargo, si los migrantes no son capaces de demostrar que califican para asilo bajo este estándar más elevado, serán deportados en cuestión de ‘horas’ o ‘días’, según indicaron los funcionarios. En ese caso, la situación variará dependiendo de la nacionalidad del migrante o solicitante de asilo”, mencionó, por su parte, la agencia española EFE.
“Aquellos que sean mexicanos o nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, serán devueltos directamente a México en virtud de acuerdos previos de Washington con las autoridades mexicanas. Por otro lado, aquellos que lleguen a la frontera desde otras partes tanto dentro como fuera del continente americano, como Colombia o Ecuador, serán expulsados en vuelos de deportación”, insistió EFE.