En el Hospital General, “cuando hay una cosa, no hay otra, siempre está en desequilibrio” el abasto de medicamentos, según una enfermera que lleva tres años laborando en ese nosocomio y pidió el anonimato para no ser catalogada como “problemática”.
“A veces hay medicamentos en abundancia, pero no hay insumos como jeringas, equipos de bomba y en ciertos momentos te dan contadísimos los paquetitos de gasas, porque no hay; de igual manera es con los guantes, puede haber abundantemente, pero luego te dan unos muy corrientes, porque no hay”, complementó. En cuestión de fármacos, escasean sobre todo los antibióticos, como Metrodinazol. Para suplir estas carencias, se le pide al familiar del internado ir a comprarlo, incluso algunos trabajadores de la salud llevan soluciones o material, sobre todo en el caso de Pediatría. “Como enfermeras a veces pagamos de nuestra bolsa para trabajar bien”, expresó la entrevistada, en cuya opinión, “hay mucho desperdicio”, ya que se usa una mínima parte de fármacos y soluciones al no contar con el tamaño adecuado.