La Corte Internacional de Justicia (CIJ) -máximo tribunal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)- desestimó, el 23 de mayo de 2024, una solicitud del Gobierno de México, de inicio de procedimientos en contra de su homólogo de Ecuador, por el allanamiento de la Embajada mexicana en Quito, con lo cual reclamaba una disculpa pública y, mientras tanto, el país sudamericano fuera suspendido como integrante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Las circunstancias, tal como se presentan actualmente ante la Corte, no son tales que requieran el ejercicio de su poder según el Artículo 41 del Estatuto para indicar medidas provisionales”, leyó el juez Nawaf Salam, presidente de la CIJ, quien también dijo que Ecuador ya había prometido proteger los locales diplomáticos y las residencias mexicanas.
Aunque la CIJ rechazó las medidas provisionales, enfatizó “la importancia fundamental de los principios consagrados en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”. Asimismo, declaró que “no existe un requisito más fundamental para la conducción de las relaciones entre Estados que la inviolabilidad de los enviados y embajadas diplomáticas”.
La Corte Internacional de Justicia se basó en las garantías dadas por Ecuador, tanto por escrito. como durante las audiencias públicas, para concluir que la indicación de medidas provisionales no era necesaria. Además, consideró que esas garantías eran vinculantes y creaban obligaciones legales para Ecuador.
El máximo tribunal de la ONU determinó que, en la actualidad, no existía el sentido de urgencia, ya que no había un riesgo real e inminente de perjuicio irreparable a los derechos reclamados por el Estado mexicano.
El Gobierno de México informó, el 11 de abril de 2024, que presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), una solicitud de inicio de procedimientos en contra de su homólogo de Ecuador, por el allanamiento de la Embajada mexicana en Quito, con lo cual reclamaba una disculpa pública y, mientras tanto, el país sudamericano fuera suspendido como integrante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ello en tanto el Gobierno ecuatoriano no emitiera una disculpa pública, reconociendo las violaciones a los principios y normas fundamentales del derecho internacional, con la finalidad de garantizar la reparación del daño moral infligido al Estado Mexicano y a sus nacionales.
La noche del 5 de abril de 2024, elementos de la Policía Nacional de Ecuador ingresaron en la Embajada mexicana en Quito, donde arrestaron, a Jorge David Glas Espinel -vicepresidente ecuatoriano, desde el 24 de mayo de 2013 hasta el 6 de enero de 2018-, a quien el Gobierno de dicho país sudamericano no otorgó un salvoconducto, para que viajara a territorio mexicano, luego de que la Administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador le otorgó asilo político.
Durante la conferencia de prensa matutina presidencial -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expuso que se reclamaba “juzgar y declarar que Ecuador es responsable del daño que las violaciones de sus obligaciones internacionales han causado y siguen causando a México”.
El Gobierno de Ecuador demandó a su homólogo de México, ante la Corte Internacional de Justicia, por violaciones del derecho internacional, según lo anunció, el 29 de abril de 2024, Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, de dicho país sudamericano.
Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín -presidente de Ecuador desde el 23 de noviembre de 2023- aseguró, el 15 de abril de 2024, que no se arrepentía de haber ordenado el asalto a la Embajada de México en Quito para detener a Jorge David Glas Espinel -vicepresidente ecuatoriano, desde el 24 de mayo de 2013 hasta el 6 de enero de 2018-, quien el Gobierno de dicho país sudamericano no otorgó un salvoconducto, para que viajara a territorio mexicano, luego de que la Administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, le otorgó asilo político.
No obstante, el 17 de mayo de 2024, el mandatario ecuatoriano se dijo abierto a restablecer relaciones con México, pero lo condicionó a que se respetara “la no intervención en temas judiciales” de su país y descartó tajantemente la liberación del ex vicepresidente.
“Respecto a México, siempre tendremos la apertura para arreglar nuestras diferencias […] En la parte diplomática, estamos abiertos a restablecer relaciones, siempre y cuando se respete un principio muy importante, que es la no intervención y (…) no inmiscuirse en temas judiciales” internos de Ecuador, afirmó Noboa Azín, durante un evento en Madrid, última escala de una gira europea.
El presidente de Ecuador enfatizó el tener “buena voluntad” para superar la crisis diplomática entre ambos países, antes de la Cumbre Iberoamericana, misma que se celebraría en noviembre de 2024, en la ciudad ecuatoriana de Cuenca.
“Pero lamentablemente, hasta el día de hoy, la única condición ha sido que nosotros devolvamos a un criminal sentenciado a una cárcel de máxima seguridad, lo subamos a un avión y lo mandemos ahí. Eso no podemos hacerlo”, agregó Noboa Azín.
“Dejaríamos un pésimo precedente si es que cedemos” a la petición de liberar a Glas Espinel, insistió el presidente ecuatoriano, quien reiteró que “la decisión que tomamos era la adecuada y la responsable”.
“Espero hacerlo, sólo puedo esperar, tener la buena voluntad, pero lamentablemente hasta el día de hoy la única condición ha sido que devolvamos a un criminal sentenciado que está en una cárcel de máxima seguridad, lo subamos a un avión y lo mandemos a México”, afirmó Noboa Azín, en el mismo día, en una entrevista con la agencia española EFE.
“Al tratar de tener de huésped a una persona que estaba cumpliendo no una, dos condenas de gobiernos pasados, no del mío, y era en ese momento un prófugo de la justicia […] Respetamos los diferentes poderes del Estado, y el Poder Judicial tiene su independencia. Si él es condenado, si él es sentenciado, nosotros tenemos que acatar eso. Eso es un sistema democrático y un sistema que respeta el derecho internacional”, añadió el presidente ecuatoriano.
La Convención de Viena también “habla de que no debería de haber intervención [de los países] en asuntos judiciales […] Le doy un ejemplo”, prosiguió, “el sentenciado por corrupción por hacerle daño a muchos ecuatorianos, estaba cumpliendo una sentencia con medidas sustitutivas, estaba en la cárcel, de la cárcel lo mandan a arresto domiciliario para presentarse una vez a la semana”, dijo Noboa Azín.
“Es como si alguien está en la cárcel, se escapa de la cárcel y entra corriendo a una embajada. Dejaríamos un pésimo precedente, si es que cedemos ante eso, el día de mañana otra nación puede decir, mira, se te escaparon 100 personas de la cárcel y se metieron a nuestra embajada, súbelos en un avión, llévalos a otro país. No podemos hacer eso”, insistió el mandatario ecuatoriano.
Noboa Azín aseguró que su Gobierno defenderá también en instancias internacionales su actuación en el asalto a la Embajada de México en Ecuador. “Creo que va a ser un punto y aparte histórico en cómo no se pueden usar embajadas para solapar cualquier tipo de criminalidad internacional”, advirtió.
El 9 de mayo de 2024, la Organización de Estados Americanos (OEA) resolvió que Ecuador sí violó la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas, al asaltar la Embajada de México en Quito para arrestar al ex vicepresidente ecuatoriano.
El Consejo Permanente de la OEA se dijo consternado “por la intrusión de la policía del Ecuador a la Embajada de México en ese país la noche del viernes, 5 de abril de 2024, en violación del artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
Dicha norma establece que las misiones diplomáticas son inviolables, por lo que los países que las reciben en su territorio, están obligados a protegerlas contra toda intrusión o daño. A su vez, el artículo 29 de la misma convención establece que el personal diplomático, además de ser inviolable, tampoco puede ser detenido o arrestado.
El 16 de abril de 2024, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, instó a Ecuador a proteger la vida del ex vicepresidente Glas Espinel, recluido en una cárcel de máxima seguridad desde el día 6 del mismo mes y año.
La CIDH manifestó en un comunicado “su preocupación por los hechos relacionados con la intrusión de la Embajada” y llamó a la “observancia de las normas internacionales sobre la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y las que rigen el asilo diplomático en la región”.
Asimismo, la Comisión Interamericano de DD. HH. pidió a Ecuador “a adoptar las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad personal de Jorge Glas, beneficiario de medidas cautelares otorgadas por la CIDH”.
La CIDH recordó que el 31 de diciembre de 2019 decidió “otorgar medidas cautelares a favor del señor Jorge David Glas Espinel en los términos del artículo 25 de su Reglamento”, y que el Estado ecuatoriano “ha informado periódicamente sobre la implementación de las medidas”, pero remarcó que, “aunque las circunstancias del señor Jorge Glas han cambiado, las medidas cautelares permanecen vigentes hasta la fecha”.
Además, la Comisión Interamericano de Derechos Humanos anunció que había tomado nota de la resolución de condena a la intrusión policial ecuatoriana a sede diplomática mexicana, emitida el 10 de abril de 2024, por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, de la cual forma parte.