La Zona Centro y turística de Ensenada ha tenido mejoras en materia de infraestructura vial y en áreas de esparcimiento, a diferencia de las colonias de la periferia que concentran el mayor índice de marginalidad donde los residentes han quedado prácticamente incomunicados.
Al igual que las calles, áreas públicas como la playa municipal, la plaza cívica o parques de la Zona Centro han sido restauradas, en contraste con la infraestructura de colonias en muy malas condiciones.
Al problema de la falta de calles pavimentadas y abasto de agua en los fraccionamientos a las orillas de la ciudad, se suma el conflicto con el equipamiento o mantenimiento del sistema de abasto de agua generando daño ambiental. Ejemplo de la precariedad es el fraccionamiento Montemar, ubicado en la Zona Noroeste, donde el gobierno municipal estima que el 80 por ciento de las calles están destruidas, al igual que las banquetas.
Como en este núcleo habitacional hay decenas de colonias donde los vecinos carecen de toda infraestructura como iluminación, áreas de esparcimiento o verdes, señalización y calles, han recurrido a la denuncia pública para recibir atención de las autoridades.
Montemar surgió como parte de un boom de viviendas de interés social que se presentó entre 2001 y 2011 por la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi), apoyados por el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit).
El desarrollo fue vendido a sus entonces compradores de casas como proyecto futurista y construido en 2010 por la compañía Geo Baja California, SA de CV, con casas de 120 metros de terreno con 47 metros de construcción a un costo en efectivo de 501 mil pesos, de acuerdo con el valor estimado de la organización Propiedades.com.
La burbuja inmobiliaria fue creada por las grandes empresas constructoras junto con el gobierno, quienes prometieron complejos habitacionales con calidad de vida, habilitando parques, centros comerciales, hospitales e incluso un campus universitario, los cuales nunca se concretaron.
Aunado a ello, los habitantes en el puerto enfrentan un serio problema de movilidad en las horas pico por el mal estado de las calles, la mayoría repletas de baches y socavones que complican el tránsito vehicular.
Al problema de vialidades cerradas por reparaciones, algunas hechas con dinero del Gobierno del Estado, otras del Ayuntamiento y el resto con recursos de Energía Costa Azul (ECA), filial de la transnacional Sempra Energy, se le suma que el Gobierno Federal ha descuidado las descargas de los arroyos.
Sobre el Arroyo Ensenada, que conecta los fraccionamientos de la Zona Noroeste, entre muchas otros el de Montemar, donde hay un tiradero de aguas negras afectando directamente a miles de habitantes, ZETA habló con habitantes a lo largo del cauce, quienes informaron que han sufrido de enfermedades derivadas del agua contaminada.
Las víctimas del problema ambiental han enfrentado enfermedades gastrointestinales, dolores de cabeza y mareos. Debido a que los estudiantes deben atravesar el cauce para acudir a las escuelas, las mamás aseguran que hay evidencia de que las enfermedades de sus hijos provienen del tiradero.
La insalubridad se respira a lo largo del cauce con la cantidad de agua grisácea y el color de la arena negra acumulada en los laterales del escurrimiento. Las familias están asustadas con la cantidad de moscas e insectos que rondan el ambiente, pero también dentro de las casas.
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MONTEMAR NACIÓ ILEGAL
Aunque el 80% de las vialidades están destruidas, hay dos que están inutilizadas y son intransitables: Delfín y Foca.
Geo Baja California, SA de CV fue una empresa que durante años acumuló deuda por servicios en fraccionamientos no entregados en todo Baja California y al final se declaró en quiebra.
A más de 10 años que el fraccionamiento está habitado, el Ayuntamiento de Ensenada evalúa si está entregado o no.
El subdirector de Infraestructura del Ayuntamiento de Ensenada, Javier Vera Delgado, informó que están evaluando el tema para intervenir con la reparación de calles, aunque reconoció que no tienen una partida presupuestal para llevar a cabo la reparación de las calles más afectadas con concreto o asfalto.
“Estamos viendo desde dos puntos de vista, primero confirmar que el fraccionador entregó la obra formalmente al Ayuntamiento debido a la cantidad de problemas en material de pluviales además de las vialidades”, dijo.
Esta semana meterían maquinaria para rehacer la vialidad en cuanto a terracería, y esperan que en la parte superior puedan llegar al área de rodamiento con base hidráulica en lo que consiguen dinero para realizar una pavimentación.
“Por lo pronto tenemos que buscar la manera de estabilizar el tema de las calles”, indicó el funcionario municipal.
Vecinos estiman que tiene al menos cinco años con las calles inhabilitadas, por lo que deben recorrer la zona a pie. De acuerdo con el Programa de Población, colonias aledañas a Montemar, como la Popular 89 y Puerto Azul, presentan un grado de marginación alto y la mayor concentración de personas con limitaciones para realizar alguna actividad de esparcimiento.
En Montemar viven unas mil 300 personas con una red vial compuesta por el Circuito Oriente, principal acceso al subsector y la Avenida Calafia como eje articulador y conector.
El subsector se encuentra en zona de alto riesgo, entre cauces o cañadas y pendientes pronunciadas, lo cual dificulta la dotación de infraestructura como la pavimentación. Su principal actividad económica es el comercio al por menor de abarrotes y alimentos, con un 67.04%.
VIVEN RELEGADOS, SIN DRENAJE NI ÁREAS VERDES
De acuerdo con el diagnóstico de impacto de obras del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FAISMUN), en los Indicadores de Rezago Social en el Municipio en 2023, la colonia Montemar no tiene drenaje.
Aunque el año pasado, bajo oficio R33/130/22-22 se aprobó la construcción de drenaje pluvial y letrinas en Avenida Tiburón de ese fraccionamiento, con una inversión de 350 mil pesos, la obra no se llevó a cabo.
Infraestructura Municipal respondió a Sindicatura que no hubo una fecha de inicio de la obra, la cual prometía beneficiar a por lo menos 90 familias.
A lo anterior se suman otros problemas sociales, como los animales en las calles y una fuga de aguas blancas que escurre las 24 horas del día sobre la calle Manatí, la cual tendría que estar atendida por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE).
En febrero, la paraestatal realizó trabajos de reparación en el fraccionamiento, ya que por las lluvias, el cárcamo de bombeo registró ruptura, debido a un percance producto de las intensas lluvias.
Ante el mal estado del cárcamo, cayó un muro que socavó la banqueta y parte del predio en el que se localiza la planta de bombeo de aguas residuales, lo que ocasionó la avería en la infraestructura. No hubo personas lesionadas.
Antecedentes de la entonces Secretaría de Economía Sustentable y Turismo, refieren que en 2015 notifican a Geo Baja California por incumplir con el mantenimiento del cárcamo. En el oficio SPA-ENS-1773-19 dejaron claro que son incompetentes para actuar, debido a que el cárcamo nunca fue entregado legalmente a la CESPE.
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En el mismo reconocen que los vecinos afectados quedan expuestos a contraer problemas de salud, toda vez que las aguas negras son un foco de infección, aunado a que el escurrimiento de aguas negras presenta un daño medioambiental por contaminación a cuerpos de agua.
ES UN COLECTOR TAPADO: CESPE
Los ciudadanos han usado los arroyos como basureros y los empleados de la CESPE han sacado de los colectores desde cobijas, cadáveres de animales y enseres domésticos que impiden el flujo de las aguas residuales.
Sobre el problema de aguas negras a lo largo del arroyo, Alonso Centeno, director de la paraestatal, dijo que se trata de un colector dañado que ha ocasionado la contaminación.
Esta semana el personal a su cargo está trabajando en el lugar “y con eso se resolverá el problema”.
La situación es crítica porque el taponeo de este colector se debe a que las personas arrojan desechos en ese lugar, provocando un fuerte derrame de aguas residuales; esta vez extrajeron grandes cantidades de escombro.
Para mejorar las condiciones de la zona, es necesario que la Comisión Nacional del Agua participe en el tema de desalojo de personas que tienen una invasión dentro del cauce del arroyo y son quienes lanzan la basura.