Un acto de abuso sexual en el set de filmación, es la premisa que sigue “Un actor malo”, segundo largometraje de Jorge Cuchí, protagonizado por Alfonso Dosal y Fiona Palomo, que llegará con 800 copias a cartelera de cines en México este fin de semana. Abordando la incomodidad e impulsando a la conversación en un drama de tensión, ira, miedo, repulsión y desesperación, el espectador es testigo y juez a través de una experiencia inmersiva
El rodaje de una cinta se detiene en el momento en que la actriz Sandra Navarro (Fiona Palomo) acusa al actor Daniel Zavala (Alfonso Dosal) de violarla en una escena de cama. Declaraciones de inocencia, amenazas de denuncia judicial y productores evitando que la situación salga de control, siguen la trama inspirada en los incidentes de “El último tango en París”, de Bernardo Bertolucci, pero transportada a la actualidad, ante mayor conciencia social.
Retratando la revictimización y lo que enfrentan los abusados cuando deciden alzar la voz por justicia, “Un actor malo”, filmada en un hotel en Tultitlán (Estado de México), evidencia y reflexiona a través de la ficción el acoso en la industria del entretenimiento.
“Me encontré una entrevista de la actriz María Schneider, quien realizó una escena de sexo anal simulado con Marlon Brando (1973), en la que ella dijo haberse sentido violada, y en la que el director dijo no arrepentirse porque quería obtener una reacción de rabia y humillación. Entonces le dijo a Brando que le untara mantequilla, avalado en la idea de que el artista tiene el derecho de hacer lo que sea necesario para que su obra sea una cosa fantástica. Si eso ocurriera hoy, le esperarían policías afuera del set porque estaría confesando un crimen”, señaló a ZETA Jorge Cuchí.
“¿Qué pasaría si este evento sucede en estos tiempos de nuevas conciencias? Eso detonó en mi cabeza la idea de una película sobre un incidente que se sale de control”, resaltó el también publicista sobre el filme que incluye en sus créditos a Gerardo Trejoluna, Juan Pablo de Santiago, Karla y Ana Karina Guevara.
“A Dosal lo conocí en teatro y en ‘Narcos México’, el tipo es espectacular, con una disciplina brutal y rigor impresionante. Entre los dos moldeamos el personaje y Fiona vio el proyecto como una gran oportunidad de demostrar su talento, tomar la cinta como un parteaguas de su carrera”, reveló sobre sus protagonistas.
“Un actor malo” carece de música y se conforma de sonido directo, “lo que quería era que lo vivieras, no que te subrayaran la emoción, entonces el espectador tiene que decidir si sentirse triste, tenso, atrapado, vivir una experiencia profunda e intensa que aborda una temática universal, de interés social, que se traslada al ambiente laboral y te permite poner en esa situación de vulnerabilidad”, afirmó Cuchí, quien prepara tres guiones: una adaptación literaria, un melodrama posmoderno y una cinta de terror.
“‘Un actor malo’ es un cine que quiere hablar con la audiencia, un cine de autor que no tiene que ser hermético ni independiente. Está dirigida a un gran público que podrá sorprenderse consigo mismo. Los hombres ni siquiera entendemos el daño de violar a una persona, solamente lo entendemos a menos que nos sacudan a través del miedo, y creo que muchos casos de delitos se han podido prever, gracias a las mujeres que levantan la voz”, subrayó.
Para el cineasta, la reflexión de este filme es con base a “diálogos sobre la justicia y la gran frustración que tenemos con nuestros sistemas penales y judiciales, que no nos dan respuesta, que son lentos, engorrosos y de repente las redes sociales son rápidas y efectivas, a lo mejor racionalmente no nos satisfacen, pero emocionalmente te crean una sensación de que lograste algo de justicia y yo quería reflejar eso: un mundo lleno de frustración, pero sin mostrar una postura clara porque quiero que salgan del cine con sus propias conclusiones”.
Y concluyó:
“Escribo pensando que soy un espectador, me gusta retar mis emociones con argumento y contraargumento, y ya luego decidir qué emoción es más importante. Al final, las emociones, aunque sean contradictorias, coexisten, es muy complicado, es un mundo muy disparatado”.