Olvidados por las autoridades, los afectados de los deslizamientos de Tijuana siguen habitando sus casas dañadas, a unos pasos de la tragedia que cambió sus vidas. Obligados por la emergencia, en un principio desalojaron sus viviendas, pero al cabo de unos meses han ido regresando para evitar la rapiña y por ser insuficientes los 4 mil pesos mensuales que a algunos les da la Secretaría del Bienestar para rentar una casa.
Pese al riesgo que conlleva, entre escombros y calles destrozadas, afirman a ZETA: “No tenemos a dónde ir”.
Con sus propios medios han hecho conexiones de agua potable y electricidad, pero siguen batallando con el vandalismo y la inseguridad, tener que dejar los carros lejos de su casa y, en algunos casos, contar con drenaje en mangueras.
Piden al gobierno hacer las obras de remediación que impidan nuevos deslizamientos, rehabilitar las calles dañadas y reubicarlos en casas o terrenos más afines a las dimensiones de sus propiedades perdidas. Quieren justicia y recuperar la normalidad.
Si bien, Protección Civil “monitorea” por dron los deslizamientos, pero a decir de su director, Miguel Ángel Ceballos Ramírez, “no se sabe” cuántas personas siguen viviendo en esas zonas inseguras, “porque muchas veces las personas no están” cuando se acude al lugar.
Ante una nueva eventualidad, categórico el funcionario afirma que “sería responsabilidad de ellos, porque ya fueron notificados de que no pueden estar en la zona por el riesgo que conlleva; nosotros no hacemos desalojos, invitamos a la población a que no esté en la zona”.
Asimismo, aclaró que aun cuando se hicieran las obras de remediación, “sería muy difícil” que volvieran a habitarse las zonas donde hubo inestabilidad de las laderas.
Lo cierto es que son mínimos los resultados que pueden presumir las administraciones de Montserrat Caballero Ramírez y Marina del Pilar Ávila Olmeda en la atención a esta problemática que ha dejado más de mil 160 viviendas dañadas a lo largo de la historia de Tijuana.
Aunque hay maquinaria trabajando en la obra de remediación de Camino Verde, no se han edificado las 30 pilas como lo había indicado en febrero de 2024, Arturo Espinoza Jaramillo, titular de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT), al declarar que el proyecto contempla 130 y estaría listo en abril.
A ello se suma el retraso de más de un año del programa de reubicación de los damnificados a las casas en Vista Horizonte II y III, ya que a las 188 viviendas apenas les están conectando los servicios de agua y electricidad.
ZETA solicitó una entrevista con el actual secretario de Gobierno, Alfredo Álvarez Cárdenas, para conocer más detalles sobre el trabajo hecho en el proceso de reubicación, pero hasta el cierre de edición, no fue concedida.
“Han venido mucho las autoridades, pero no se ha hecho nada” coinciden los afectados consultados por ZETA. Los gobiernos municipal y estatal dan un “muy mal servicio”, ya que priorizaron los parques del Cerro de Las Abejas y Esperanto, cuando hay más de 375 familias -sólo en Camino Verde- batallando para rentar. “Tienen que darle prioridad a todo esto, pero no hacen caso. Nada más vienen, dicen que sí, y al último se les olvida”, reprochó Ramírez Tapia.
VIVIENDO ENTRE CUARTEADURAS
Cerca de la ventana de la cocina que da a la calle Sierra Encantada, en la que puede verse la calcomanía roja de Protección Civil (zona de riesgo), Leonor León relata que hace casi un año regresó junto con su esposo a su casa, ya que “las rentas no se pueden pagar con lo que nos estuvo dando el gobierno” y no tiene a dónde ir.
La casa con grietas y averías deja pasar la lluvia en varios cuartos. “Ando poniendo costales de arena, barriendo el agua, tratando de que no se me meta. Cuido que no se inunde, pongo ollas y cacerolas, porque qué hago”, dijo la mujer de la tercera edad.
Hace un par de meses ingresó sus papeles para ser reubicada, sin embargo, aún no le dan fecha de cuándo podría recibir una casa. “Han venido mucho las autoridades, pero no se ha hecho nada. Aquí entran muchos vándalos y hacen averías, los soldados ya se fueron y ya no andan asustando a los maleantes como meses atrás se les veía”, agregó.
Metros más adelante, Jesús Ramírez Tapia limpia de escombros su terreno. Afirma no haber autorizado que su casa de dos plantas y unos cuartos que rentaba, fueran demolidos tal como ocurrió hace diez meses, cuando maquinaria del Ayuntamiento derrumbó lo que aún estaba en pie.
Asegura que en próximas semanas echará una plancha de concreto y construirá una casa grande de un nivel con tabla roca, porque ya no puede costear la renta de 14 mil pesos del inmueble al que se fue, luego de que su casa presentara daños.
Para él no son una opción las casas de Vista Horizonte por ser “muy pequeñas”, ni los terrenos cerca de Natura que ofrece el gobierno por estar “muy lejos”. En cambio, pidió a las autoridades rehabilitar la calle destrozada, que los ayuden a emparejar los terrenos y a conectar el drenaje, ya que les robaron algunas de las mangueras.
“Mis proyectos de hacer cuartos de renta pensando en que serían el sustento de uno en el futuro, ya no los podré hacer por cómo estamos viendo las cosas, que sigue habiendo movimiento”, compartió Ramírez, quien no siente miedo de quedarse ahí, a razón de que el especialista que hizo el estudio para la obra de remediación, les había comentado que el lugar sería habitable, y minimizó que esa opción fuera descartada por el gobierno estatal.
En otro punto de la delegación Sánchez Taboada, en la calle Francisco Zarco de la colonia Reforma, vive Josefina, afectada por tres drenajes tapados a raíz de que se sigue “recorriendo” la tierra que ya está frente de su vivienda.
Como no funciona la coladera grande, se estanca el agua, si alguien lava, se inunda el patio de los demás “Huele horrible. Comemos puro drenaje. No queremos ni abrir la puerta”, declaró.
El problema tiene varios meses y ninguna autoridad “hace caso”. La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) “viene, mira y se va, pero no tenemos a dónde ir más que aguantar”, señaló Josefina, dispuesta a ser reubicada.
A 30% DE VIVIENDAS EN VISTA HORIZONTE SE LES TRASMINABA EL AGUA
Vianney Padilla, representante territorial de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) en Tijuana, reconoció que están pendientes de entregar 188 viviendas a los damnificados de deslizamientos de la ciudad. En Vista Horizonte II, faltan por entregar 98 casas que estuvieron terminadas desde diciembre de 2022, cuya entrega a las familias se proyectaba para febrero de 2023, pero fue retrasándose por falta de conexión de luz y agua.
En cuanto a las casas que no han sido entregadas y ya fueron vandalizadas, informó que serán reparadas para entregarlas íntegramente a las familias.
En Vista Horizonte III no se tiene un “retraso tan importante”. El avance de la construcción de las casas está al 95%, falta pintura en fachada y algunos detalles de limpieza, además de las conexiones de agua y electricidad, apuntó la funcionaria en entrevista con ZETA.
El programa conjunto entre Conavi y Gobierno del Estado ha dado atención a 500 familias que ya recibieron una casa o están por otorgárselas. En Lomas de la Esperanza se entregaron 130 viviendas y en Vista Horizonte 175.
Rosalinda Espinoza, reubicada de la colonia Sánchez Taboada en Vista Horizonte, consideró que la casa que recibió “está bien”, aun cuando es más pequeña que su propiedad dañada, salvo que a la nueva vivienda se le trasmina el agua por paredes y techos “porque no está bien impermeabilizada”. Aseguró haberse acercado a Conavi para manifestar la problemática, pero “por una cosa u otra, los ingenieros no tuvieron el tiempo suficiente de venir arreglar”.
Al respecto, la representante territorial de la Conavi reconoció que en un principio alrededor del 30% de las viviendas edificadas presentaron esa afectación, sin embargo, muchas ya fueron subsanadas. “Las viviendas tenían un año de garantía, y a partir de eso una recomendación que se le hace a las personas es darles mantenimiento, volver a impermeabilizar su casa por sus propios medios”.
Vianney Padilla aclaró que el registro de las personas que sí dieron el reporte dentro del año de garantía quedará atendido en su totalidad. Se está trabajando en el proyecto de Vista Horizonte IV, donde se podrían edificar 44 casas más. En promedio las personas esperan entre cuatro meses y un año para que se les asigne el subsidio de vivienda, ya que este depende de que se cuente con suelo disponible (aportado por el gobierno municipal y estatal), así como la suficiencia presupuestal de la Conavi.
DAN PERMISO PARA OBRA
Mariana Morales Alvarado, representante de las víctimas y futuros afectados de Lomas del Rubí, denunció que el Ayuntamiento de Tijuana otorgó permisos para la construcción de una plaza comercial colindante con Valle del Pedregal, pese a que sigue activo el deslizamiento de tierra que dejó 167 inmuebles dañados, afectando alrededor de 500 personas.
Sobre las calles Liberal Patria, Reforma, Libertad de Expresión y Paseo del Rubí aún viven 120 familias expuestas a la inestabilidad de la ladera, aunado al riesgo que existe para las de Valle del Pedregal.
Sobre el permiso del área comercial, Miguel Ángel Ceballos, director de Protección Civil, minimizó que el área comercial “está a más de 150 metros de donde viene avanzando el deslizamiento”, en tanto, Juan Carlos Higuera, afectado del deslizamiento de La Sierra que provocó el colapso de dos edificios, pidió que la calle Tarahumara sea reparada, puesto que en las condiciones en que está, destrozada hasta su propiedad, es “muy difícil mantener una vida normal”, por la rapiña e inseguridad que ésta genera, sin que la autoridad efectúe rondines como ha presumido.
“Hemos tratado de acercarnos al gobierno municipal, pero siempre nos ponen trabas”, bajo el pretexto de que hay un litigio entre la dueña de los departamentos y la CESPT.
“Lo único que queremos es que el gobierno dé la cara. Es muy frustrante acercarse al gobierno y no tener solución. Nadie viene para acá, no hay atención; quedamos en el olvido, Dios no quiera el día de mañana que los escombros caigan encima de los locales vacíos, y un tubo o un pedazo de concreto salga volando y si alguien va pasando, no me imagino el problemón que tendrá el Ayuntamiento, porque esto ya debió haberse arreglado”, expuso, por lo cual “es un peligro inminente” para quienes circulan por el Bulevar Cuauhtémoc Sur.
Para finalizar, Marco Antonio Burgos Aguirre, otro residente que ha permanecido en la zona, criticó que Protección Civil se limite a pedir que se evacúe con tal de que el gobierno no sienta ninguna responsabilidad, ni proporcione atención alguna.