Vecinos del fraccionamiento El Paraíso, en Tijuana, impidieron que empleados trabajaran en el predio, conocido por albergar a la familia Arellano Félix, y donde ahora pretenden construir 22 departamentos.
Alrededor de las 10:00 horas de este sábado, el grupo de vecinos se plantó frente a la manzana 7, lotes 1, 2 y 3 de la calle Ottawa, donde trabajadores hacían labores de limpieza de escombro.
De acuerdo con los residentes, desde agosto del 2023, comenzaron a tapar con madera, para impedir el paso, sin embargo, quien se presentó como dueño del terreno, nunca mostró permisos, ni el proyecto que iban a realizar, tampoco la acreditación como propietario, y al ser cuestionado se fue.
Este viernes demolieron una barda y metieron maquinaria para sacar escombro, una vez más, sin presentar documentos que acreditaran la propiedad, ni permisos para demoler, excavar o sacar escombros.
Marco De la Herran, representante jurídico de asociación de residentes del fraccionamiento El Paraíso AC, dijo a este Semanario que el noviembre se entregó un oficio a la Dirección de Administración Urbana y a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial, para preguntar si se contaba con los permisos para operar en dicha propiedad.
El oficio lo respondieron el 15 de enero, en donde la DAU afirmaba que sólo se encontró un expediente de uso de suelo favorable para uso habitacional, en abril de 2021, pero no se especifica si es para multifamiliar, o como en el caso del resto de los predios, uso residencial.
El 20 de febrero se volvió a enviar un oficio para informar de las obras de demolición y excavación que se estaban haciendo sin permisos y sin socializar el proyecto con el resto del vecindario.
“Nosotros no somos autoridad para prohibir, pero como sociedad se nos debe de informar sobre los proyectos y socializarlos, y sobre todo, que estos no se hagan al margen de la Ley, como está sucediendo”, dijo Bernardo Reynoso, presidente de la Asociación de Residentes del fraccionamiento El Paraíso.
Este sábado, los vecinos pidieron a los empleados que salieran del predio, pues sin permisos a la vista, no podían operar, pero estos hicieron caso omiso, por lo que llamaron al 911.
Al llegar y explicar la situación, los policías solicitaron los permisos y al no tenerlos, también les pidieron que pararan labores, pero fueron ignorados dos veces más, hasta que advirtieron que, de no parar, serían detenidos.
Los representantes de los vecinos continuarán buscando una respuesta por parte de las autoridades, mientras que el resto seguirá vigilante de que no sigan trabajando sin la documentación requerida.