Dos amigos se encuentran por la calle:
— Y este año, ¿dónde vas a ir de vacaciones?
“Pues tengo ganas de ir a la playa, como el año pasado”.
— ¿El año pasado fuiste a la playa?
“No, ¡pero entonces también tenía ganas!”.
Autor: Un anti viajes.
Jaimito en la escuela
— Jaimito, ¿cuánto es 4+4?
“Este… no sé, debe ser 9, ¿no?”.
— Mal, Jaimito, y ahora tienes nueve días fuera de la escuela. A ver, Fernandito, ¿cuánto es 10+5?
“15, señorita”.
— Muy bien, Fernandito. Por haber contestado bien, tienes 15 días de vacaciones.
De pronto la maestra notó que Jaimito reía sin parar, entonces le preguntó:
— ¿Por qué ríes tanto?
“Es que Fernandito es tonto, maestra”.
— ¿Por qué, si él contestó correctamente?
“Es que si hubiera contestado 365, ¡se hubiera ganado todo un año de vacaciones!”,
Autor: Pepito, quién más.
La familia del burro
Un burro muere frente a una iglesia. Una semana después el cuerpo seguía allí y el sacerdote decide llamar al jefe de policía.
“Señor policía, ¡tengo un burro muerto hace una semana frente a la iglesia!”.
El policía, gran adversario político del padre, contesta:
—¿No es el Señor quien tiene la obligación de cuidar de los muertos?
“¡Así es! Pero también es mi obligación avisar a los parientes”.
Autor: Anónimo de la FGE.
Tránsito
A Luis lo para un patrullero de tránsito cuando conducía hacia su casa en compañía de su esposa.
—¿Cuál es el problema, agente?
“Circulaba usted a 120 k/h en una zona de 80”.
— ¡No, señor! Iba a 85.
La esposa interviene:
“No es cierto, Luis, ¡ibas a 110!
Luis le echa una mirada de advertencia a su mujer, a lo que el oficial dice:
“También lo voy a multar porque tiene fundida la luz de freno de la izquierda”.
— ¿Luz? ¿Cuál luz? ¡No tenía ni idea!
“No te hagas el tonto, Luis, ¡te dije que llevabas la luz fundida desde hace seis semanas!”.
Esta vez Luis le echa una mirada venenosa, de esas que causan pavor.
El oficial de tránsito informa a Luis:
“También lo multaré por no usar el cinturón de seguridad”.
— ¡Pero si me lo quité en el momento que me detuvo!
“¡Por favor, Luis! ¡Pero si tú nunca lo utilizas!”.
Luis no soporta y, en el colmo de la exasperación, grita a su mujer:
“¡CIERRA EL PICO, HIJA DE LA CHILINDRINA!”.
El oficial pregunta a la mujer:
— Señora, ¿su esposo le habla así normalmente?
“No, ¡sólo cuando está borracho!”.
Autora: Ex esposa.
Militares
El coronel a su ayudante:
“Mañana a las nueve habrá un eclipse de Sol, fenómeno que no ocurre todos los días. Ordene que salga la tropa al patio en traje de faena para que puedan observar esta rareza natural, y yo estaré presente para explicarla. Si llueve, no podrá verse nada, así que ordenará usted que se lleven a la tropa al gimnasio”.
El ayudante del coronel al capitán:
“Por orden del coronel, mañana a las nueve habrá un eclipse de Sol; si lloviera no podrá verse desde el patio y, por consiguiente, en traje de faena el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, cosa que no ocurre todos los días”.
El capitán al sargento:
“Mañana a las nueve, en traje de faena, el coronel eclipsará al Sol en el gimnasio, como ocurre todos los días que hace buen tiempo, si llueve tendrá lugar en el patio”.
El sargento al cabo:
“Mañana a las nueve, el eclipse del coronel en traje de faena por el Sol tendrá lugar en el gimnasio; si llueve allí, cosa que no ocurre todos los días, la tropa formará en el patio”.
Comentarios entre la tropa:
“Mañana si llueve, el Sol eclipsará al coronel en el gimnasio. Lástima que esto no ocurra todos los días”.
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La orden decía: Buscar y arrestar al sargento Pérez con el mayor sigilo.
Una semana después llega un comunicado a la capitanía: Sargento Pérez arrestado, seguimos buscando al Mayor Sigilo.
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Según afamados científicos extranjeros, se ha descubierto una nueva escala para medir la inteligencia humana. La nueva unidad de medida es el tar, infalible para medir el coeficiente intelectual de los seres humanos. Por ejemplo, Albert Einstein debió tener un megatar. Por lo tanto, se deduce que existe la inteligencia megatar, y así se completa la escala: la inteligencia kilotar, la centar, decatar, la inteligencia tar y la inteligencia militar (fin de la escala).
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Dos mujeres platican:
— ¿Qué no estabas enferma? Porque vi salir ayer a un médico de tu casa.
“Eso no es nada”.
— ¿Por qué?
“Porque yo vi salir a un general de la tuya, ¡y no estamos en guerra!”.
Autor: Anónimo pero observador de la GN.