“Si en tu paraíso solo había paz
yo no sé qué culpa quieres pagar
aquí en el infierno de la ciudad”.
Jacinto Cenobio, letra: Francisco Madrigal.
El infierno de la depresión, el infierno de la ciudad, el infierno del calor, el infierno de Auschwitz, el infierno de Dante, el infierno bíblico, el castigo del infierno. Película de Damián Alcázar.
En Tik Tok el Papa Francisco explica, considerando las pinturas de la Capilla Sixtina, que el Infierno no es un lugar, sino un estado de la persona o del alma, coincidiendo con las enseñanzas de Juan Pablo II sobre el asunto.
Una amiga de Tijuana dice que en el verano “en Mexicali el diablo anda en short”. Las temperaturas varían entre 45 y 52 centígrados, calorón termonuclear o infernal. Aunque el frío también quema.
El escritor Javier Sicilia (conspitario.mx), constantemente y desengañado conocedor de la realidad mexicana, partidario de anular el voto democrático, reta a los políticos que quieren administrar el infierno.
El pueblito polaco de Oscvieciim fue transformado por la Alemania Nazi en el Infierno de Auschwitz. El campo de la muerte, lo vivieron personalidades como Viktor E. Frankl, San Maximiliano María Kolbe, Edith y Rosa Stein, la familia Polanski, las hermanas Frank, los papás y Simon Wissenthal, el pastor luterano Dietrich Bonhoeffer (Flosseumburg). Tito Brandsma, comunicador y religioso carmelita holandés. Más de 6 millones de personas murieron en los infiernos o campos de exterminio. Aquí en la tierra, no en el más allá.
El cielo y el infierno, no son lugares de gozo o castigo. Psiquiatras y encargados de la salud mental y espiritual, refieren que la persona humana experimenta, entre otros, el infierno de la depresión. Y lo más dramático es no saber por qué y cómo sanar.
Juan Pablo II y el Papa Francisco coinciden que, en el caso del infierno, más que del más allá, se trata del más acá, del estado de la persona humana. Para Karol Wojtyla el Cielo es vivir siempre en la presencia de Dios. Y el infierno es estar privado eternamente de Dios. Entre más nos alejamos de Dios, más experimentamos el infierno. Al centro de todo esto, hay que tener presente que en el caso del cristianismo no se trata de un Dios ajeno al hombre, sino un Dios cercano al hombre, encarnado en Jesucristo, y sintetizado todo para Él en dos amores: a Dios y al prójimo.
¿Cuándo volverá a suceder? Quién sabe, pero en este 2024, el día del Amor y la Amistad coincide con el Miércoles de Ceniza. 14 de febrero.
En la Ciudad de Dios, San Agustín considera que el Reino de Dios aquí en la tierra es la Iglesia, y no ajena en su interior y exterior a buenos y malos; pero al final en el verdadero reino no habrá cizaña, paja, o maldad. Es ahora -insiste el obispo de Hipona (siglo IV)-cuando hay que vivir como Dios manda. En Tik Tok el pontífice argentino Bergoglio expresa que los católicos no debemos convertir la Iglesia en una aduana: esto pasa y esto no pasa, esta persona es mala, esta persona es buena. Aún manteniéndose en la verdad y en los mandamientos, el juicio le corresponderá a Dios. Lo que no implica renunciar a un honesto y recto juicio de las cosas y situaciones para mantenerse en el ahora.
Si la inquisición europea causó el holocausto musulmán e indiano en el orbe, la Alemania hitleriana nazi provocó el holocausto en la Segunda Guerra Mundial; y ahora Israel y Hamas son causa del palestino en Gaza y Cisjordania; como Rusia, está provocando un infierno en Ucrania y alrededores. Tanto como el crimen organizado en todo México.
Juan XXIII, el llamado Papa Bueno, expresaba que la paz no es ausencia de guerra, sino fruto de la justicia.
El que dice que ama a Dios a quien no ve, y no ama al prójimo a quien sí ve, es un mentiroso. Porque nadie puede amar a Dios a quien no ve, sino ama al prójimo a quien sí ve (San Juan). Los únicos diablos están en nuestros corazones, decía el poeta argentino Alberto Cortez.
Germán Orozco reside en Mexicali, B.C.