Residentes de la colonia Anexa del Río responsabilizaron a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) de un socavón que ya provocó daños estructurales a 12 viviendas de la calle Tomasa Esteves, afectando 58 personas.
Aunque el socavón ocurrió el pasado 14 de febrero de 2024 ha ido creciendo, porque llamas a la CESPT y no viene.“Se está haciendo más grande. La casa blanca se está ladeando, y los departamentos ya se les ve el hueco de abajo”, dijo Alma Yolanda Morales a ZETA.
Situación que confirman los datos proporcionados por Protección Civil municipal, puesto que en un inicio se habían engomado en rojo 2 viviendas y 6 en amarillo. Y ya para este 20 de febrero, se engomaron 4 viviendas más en rojo y 6 en amarillo, para sumar un total de 12 inmuebles afectados.
Alma Morales relató que la fuga en un tubo de agua data de hace tres años, cuando personal de la paraestatal “venía, lo pegaba y echaba tierra” en lugar de cemento. El domingo 11 de febrero comenzó a ver mucha agua.
“De un de repente ya no miré agua, pero se oía, y resulta que el agua encontró cauce para las casas de enseguida” y fue cuando se hizo el hoyo, pero ni así vino la CESPT. Entonces, en la calle dejó de haber agua hasta el 17, que la CESPT volvió a restablecer el servicio mediante mangueras.
Las autoridades nos han manifestado que no se puede reparar, y que por las lluvias que se esperan este martes 20 se colocarán unos costales de arena para evitar que más agua siga filtrándose el hoyo. Se están retirando los automóviles estacionados en la vialidad, en el tramo comprendido entre Carlota Maldonado y la privada Viuda de González.
“Ahorita mi mamá está preocupada por lo que va a pasar, que puede pasar lo mismo que en la colonia Sánchez Taboada” dijo Alma, quien fue una de damnificadas de los derrumbes de 2010 en aquella zona de la ciudad.
El señor Jesús, residente de la casa contigua de la que destruyeron los escurrimientos de agua, comentó que cada que se rompía el tubo “el agua se venía desbocada, como embudo” a la de su vecino contiguo mientras se empezó a ver hueco debajo de la casa.
El día que se registró el socavón por primera vez un vehículo de la CESPT había llegado a reparar, pero cuando ocurrió la fractura del suelo se retiró. “Les dio miedo y se fueron, luego regresaron a los dos o tres días y nada más pusieron esa manguera”.
ZETA solicitó información a la CESPT, pero no se obtuvo respuesta.