Un enfrentamiento a balazos, llevado a cabo presuntamente el 19 de febrero de 2024, entre presuntos miembros de los grupos criminales de Los Tlacos y La Nueva Familia Michoacana, dejó un saldo de al menos 17 personas muertas, en el municipio de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero.
Según lo reportaron medios locales, el 20 de febrero de 2024, citando testimonios de pobladores que vivían en lo alto de la Sierra, la confrontación entre los grupos de civiles armados, ocurrió en un punto conocido como Piedra Concha.
La Nueva Familia Michoacana es liderado por los hermanos Jhonny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias “El Pez” y “El Fresa”, respectivamente, mientras que Onésimo Marquina Chapa, alias “El Necho”, es el presunto jefe de “Los Tlacos”, grupo criminal también conocido como el Cártel de la Sierra o Federación Guerrerense.
En un video que circula a través de las diversas redes sociales, se observan cadáveres tirados, desnudos, a los cuales les disparaban aunque ya estuvieran muertos, además de que sus verdugos los juntaron en una pira y los quemaron hasta carbonizarse.
Asimismo, en la grabación se escucha la voz de un hombre que porta un fusil de asalto de alto calibre y que recorre el lugar donde se encontraban los cuerpos de al menos 16 hombres sin vida. El individuo armado asegura que las víctimas pertenecían a La Familia Michoacana, mismas que vestían ropa con camuflaje tipo militar.
José de Jesús González Hernández, Joel Ocampo Gorostieta, Dagoberto Sosa Arriaga y Leopoldo González González, obispos y arzobispo de las diócesis de Chilpancingo-Chilapa, de Ciudad Altamirano; de Tlapa; y, de Acapulco, respectivamente, se reunieron con líderes de la delincuencia organizada para pactar la paz, pero no hubo acuerdos, por la división del territorio de dichos grupos.
Así lo reveló el obispo de Chilpancingo-Chilapa, de la Iglesia católica, durante una conferencia de prensa, llevada a cabo el 14 de febrero de 2024, luego de la celebración litúrgica del Miércoles de Ceniza, llevada a cabo en la Catedral de la Asunción de María, ubicada en la capital guerrerense.
Sin embargo, el 18 de febrero de 2024, José Filiberto Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, reveló que en una sola llamada, sin testigos, sin la intervención de nadie más en la conversación -llevada a cabo alrededor de las 09:00 horas del día 13 del mismo mes y año-, fue suficiente para que los líderes de dos grupos del crimen organizado, Onésimo Marquina Chapa, de Los Tlacos, y Celso Ortega Jiménez, de Los Ardillos, concretaran una supuesta tregua. “Los dos grupos pactaron la tregua porque tienen intereses en común, la venta de pollo, el servicio del transporte”, dijo el también sacerdote católico.
El 20 de febrero de 2024, el presidente Andrés Manuel López Obrador Obrador reconoció el “poder” que tenían los grupos del crimen organizado para movilizar a la gente, y con esa base social pactaban treguas para frenar enfrentamientos entre ellos, como era el caso entre Los Tlacos y Los Ardillos, en Guerrero.
Cuestionado por un reportero, el titular del Poder Ejecutivo Federal afirmó que su Gobierno estaba haciendo su tarea para frenar a la delincuencia y atendiendo las causas para quitar la base social al crimen organizado.
“Se está combatiendo la delincuencia y en todo país. Lo que pasa es que creció mucho, se dejó crecer, esto viene desde tiempo atrás, desde hace dos o tres sexenios y echaron raíces, se fortalecieron en comunidades, tienen en algunas partes base social de respaldo, de apoyo, también entraron por la vía de los partidos lo que ha venido sucediendo en el país desde hace algún tiempo y se está combatiendo, pero es un proceso y lo vamos a seguir haciendo”, dijo el mandatario nacional.
“¿Pero llegan a tener tanto poder para, entre ellos, acordar una tregua en la capital, en Chilpancingo?”, cuestionó el periodista al presidente de la República, durante su conferencia de prensa matutina, llevada a cabo en el Salón Tesorería del Palacio Nacional.
“Sí, tienen bastante capacidad de movilización. Hace como seis meses, ocho meses, tomaron Chilpancingo con mucha gente, no sé, mil, dos mil y estaban buscando un enfrentamiento y lo que hicimos fue no caer en la provocación, se retiró la Guardia Nacional porque querían la confrontación. Entonces, tomaron Chilpancingo, aquí yo hablé del tema a la gente diciéndoles de que no se dejaran manipular”, agregó el político tabasqueño.
“Incluso, pusimos aquí unas fotos de unos dirigentes que acaban de regresar, creo que de Paris [Francia], de estos dirigentes de grupos de la delincuencia y se fueron, pero se no es fácil que desaparezcan, son procesos, vamos avanzando bastante, sobre todo porque ahora los jóvenes son atendidos, sobre todo porque los pobres son atendidos porque creció tanto la delincuencia porque se abandonó al pueblo y la gente no tenía ningún apoyo”, respondió López Obrador.
El mandatario nacional insistió que su Administración estaba trabajando con la gente en el país, y especialmente en los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, “donde más se está atendiendo al pueblo y hay un cambio completo”. Asimismo, adelantó, sin dar fecha, que próximamente visitaría Chilpancingo, Iguala y Chilapa.