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22 horas demoraron las autoridades del gobierno del Estado y del Sistema Educativo Estatal en suspender las clases en Baja California ante la tormenta registrada en la zona costa desde la madrugada del 22 de enero de 2024 y advertida un día antes, desde las dos y media de la tarde del domingo por Protección Civil Municipal de Tijuana.
El área de comunicación social de la Secretaría Estatal de Educación en Baja California responsabilizó a Protección Civil Estatal de no tomar la decisión y hacer evitar las recomendaciones de suspender clases.
La junta de coordinación en las que se toman las decisiones de suspensión de clases en Tijuana se registran en Mexicali en una reunión encabezada por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y participan el secretario de gobierno, el de educación y el director estatal de protección civil.
La descoordinación cronológicamente se registró así: Mientras el Ayuntamiento de Tijuana advertía sobre la tormenta a las 2:30 de la tarde del domingo 21 de enero: la gobernadora se encontraba en una actividad política de Morena en el World Trade Center de la Ciudad de México; el secretario de Educación en España; el Sistema Educativo Estatal en sus redes sociales EducaciónBC reafirmaban que sí habría clases el lunes pese a los pronósticos de tormenta y Protección Civil Estatal presumía que en todos los municipios de Baja California existe la misma y homologada situación climatológica, pues en sus redes sociales advertía de lluvias de “moderadas a fuertes” para todo el lunes, sin considerar la tormenta que Protección Civil Municipal sí advirtió en sus redes sociales.
La suspensión de clases se anunció hasta el mediodía del lunes 22 de enero. La Universidad Autónoma de Baja California, UABC, suspendió clases hasta las 12:30 de la tarde y el Sistema Educativo Estatal hasta las 11:56 de la mañana. El anuncio, la gobernadora lo hizo hasta las 12:45 del mediodía, luego de su regreso de la Ciudad de México.
La demora en la decisión pone en riesgo a la población, pues a la hora de la cancelación de clases ya habían pasado diez horas de lluvias y la mayoría de estudiantes, profesores y personal administrativo ya estaba en las escuelas. Poniéndolos en riesgo por las inundaciones, socavones y ríos en la ciudad.
“Los encargados tomaron las decisiones, pero las lluvias fueron más consistentes de lo esperado. Luego de ver las condiciones viales, dimos la instrucción de suspender las clases en el resto del día y analizar las condiciones”, explicó la gobernadora Ávila Olmeda.
El martes quedaron suspendidas clases para permitir que se analicen las condiciones de vialidades y haya mantenimiento en infraestructura. Es decir, el gobierno tomó precauciones por la infraestructura y no por las vidas humanas que se pudieron haber perdido, como lo ya acontecido en Tijuana en el Cañón el Pato con la vida de dos universitarios que perecieron en noviembre de 2022 al regresar a sus hogares luego de otra demorada y descoordinada suspensión de clases en Baja California.