Renuente a la música atípica y sin emociones, Jorge Muñiz se enfoca al sentimiento y elegancia arriba del escenario. Entusiasmado por la nueva generación de artistas, Coque invita a no dejar de lado el trasfondo de las composiciones
Con la música como motor de sus emociones, cuya virtud heredó de su padre, el gran Marco Antonio Muñiz y del maestro Armando Manzanero al formar parte de su grupo de coros, el intérprete mexicano Jorge Alberto Muñoz Gardner, conocido por su mote artístico Coque Muñiz, hace exploración del sentimentalismo en la música a propósito de su arribo a la frontera en el mes de los enamorados junto Carlos Cuevas, el próximo 14 de febrero en El Foro.
“Llevamos un proyecto distinto donde podemos separar bien nuestras carreras arriba del escenario, hemos aprendido a seleccionar canciones, sobre todo para que las personas se vayan con el abrazo de su pareja o familia. Vamos acompañados por un grupo de ocho músicos, la gente lo va a disfrutar”, mencionó el intérprete de 63 años sobre su próximo espectáculo en Tijuana.
“La audiencia que va a escucharnos sabe que siempre nos gusta charlar entre cada canción, alguna broma para que se rían y se haga un ambiente agradable; hacemos un contraste muy padre, Carlos es un extraordinario compañero y eso nos motiva a platicarle al público algunas anécdotas divertidas”, complementó.
En convergencia con el espectáculo que compartirá en la región, Coque analiza la pérdida de la exploración sonora y el cambio de pensamientos del público conforme avanzan las generaciones sin demeritar el talento de nuevos artistas:
“Oyes una canción que tiene muchos años, que la repetiste con tu familia o pareja por alguna razón, pero no sabes para quién, qué, ni quién la escribió. Cuando hablas de las historias de algunos temas y los que tuvimos la fortuna de conocer de dónde provienen, es algo increíble, los intérpretes tenemos que compartir la intención y objetivo del compositor”, precisó Muñiz.
“Desde hace tiempo se ha prestado a decir que las canciones viejas son mejores que las nuevas, y siempre he peleado por decir que hay de todo y para todos, que van naciendo jóvenes constantemente en la industria de la música, talentos que están a la orden de lo que demanda el negocio y con una gran madurez. Es imposible decir que no tenemos a artistas con talento, porque, para fortuna, los tenemos en abundancia”, exaltó el intérprete de “La otra parte de ti”.
Desde su perspectiva, el entendimiento de las letras no ha decaído, sino que se ha transformado, “es otra industria la de ahora, existen buenos compositores, en mis primeros años compartí con grandes talentos, maestros, eso te forjaba a escribir tus propias canciones, pero gracias al cambio que hemos vivido, los chavos no necesitan conocer a alguien, no tienen que ir a los festivales de la radio donde compartíamos con diez o quince compañeros; ahora la preferencia musical se da en Spotify, en plataformas, y creo que en gran parte cada quien hace su equipo”, consideró.
“Admiro mucho a los jóvenes que traen la onda de los corridos tumbados, reggaetón y qué padre, son movimientos que hacen despertar a otras generaciones. Simplemente tenemos que aceptar que cambió la fórmula, los artistas de hoy no andan igual que nuestros padres o mis contemporáneos. Yo escucho a Grupo Frontera, Carín León, Natanael Cano, las canciones de Christian Nodal; todos muy buenos, con grupos de compositores excelentes”, abundó.
Respecto a la pérdida del romanticismo y sofisticación sobre la tarima, “nadie habla del amor, el otro día platicábamos y coincidimos que se volvió un tema casi tabú, todo el mundo le corre, solamente hablan de lo que ven en redes sociales, pero no saben que la música es el instrumento para impulsar el sentimiento de esta parte tan hermosa que tenemos los humanos, de amar, querer, desear, a veces olvidar y sentirse feliz por tener una pareja que está contigo; pareciera que cada vez tenemos menos tiempo para el amor, con dependencia a otros temas, estamos más lejos de la gente que queremos, si algo malo se hace viral, ponemos toda nuestra atención en eso, pero hay que luchar por nuestros ideales, seguir felices. La música es chispa para encender las emociones, somos animales en peligro de extinción los que hablamos de amor”, subrayó el hijo de El Lujo de México, de quien, para concluir, expuso:
“Mi padre siempre salía con unos trajes preciosos, siempre elegantes. Hacía cosas, por ejemplo, no sentarse para que su vestimenta no se arrugara, pero eso también ha cambiado. Uno de los que impuso otras facetas en la presencia arriba del escenario fue Ricardo Montaner, salía de traje, pero con tenis. Cada quién puede vestir como quiera, lo importante es que tengas buena presencia, limpio, que el público vea en ti a un artista decente, caballeroso, ser gente educada y profesional; hay que tratar de ser coherente con la edad”.