Insertada en Ciudad de México, la nueva apuesta fílmica de Pedro Pablo Ibarra narra la historia de Vivi (interpretada por Fiona Palomo), joven escritora que se ve obligada a buscar un compañero de renta para pagar la hipoteca de su departamento, pero su arrendador, Ro (José Eduardo Derbez), tiene un peculiar estilo de vida: nunca paga renta.
No obstante, dicha artimaña la lleva a reencontrarse como escritora y descubrir sus verdaderos valores.
Escrita por Miguel García Moreno, “El Roomie” llegará a salas de cine nacional este fin de semana, con actuaciones de Leticia Calderón, Herlanlly Rodríguez, Irving López, Edgar Vivar y Giuseppe Gamba, con quien ZETA dialogó sobre dicho estreno.
“Me parece una comedia muy interesante porque las audiencias que la han visto entran al mundo de nuestra película e incluso se ven reflejados con los personajes. Esta sigue a Vivi, una novelista que lleva mucho tiempo sin escribir, entonces no tiene dinero y está con lo de la hipoteca encima, y pues su mejor amigo (y su agente), a quien interpreto, que se llama Mauro, le aconseja precisamente buscarse un roomie. Así es como estas dos personas se encuentran y cómo nuestra película se echa a andar”.
De su similitud con la realidad, compartió:
“Tengo roomie desde que tengo 20 años, es difícil para muchos, incluso imposible que adquieras casa propia, hacer tu patrimonio, pero sub arrendando no sólo encuentras apoyo económico, también moral; es bien padre vivir con personas que están pasando por lo mismo que tú, porque lo normalizas, ¿sabes?, y porque te das cuenta que tu lucha o tus sueños, o los impedimentos o cualquier cosa, es común. Me parece que esto enriquece la vida de las personas, porque te das cuenta que tu problema no es excepcional, y que lo te pasa a ti no es necesariamente excepcional, que lo puedes compartir con otras personas. Creo que, de alguna manera, tus roomies se terminan por convertir en tu comunidad, en tu familia nueva”.
Referente a Mauro, “todos los personajes que hago tienen roles distintos, de repente tiene su luz y su amor particular; es un tipo muy orgulloso de quien es, que se ha cuestionado un millón de veces su identidad, ha intentado incluso cambiarla, y tras esta prueba y error de estarse cuestionando, de estar intentando incluso cambiar quién eres, pues llegas a tener una identidad ya mucho más desarrollada; eso es precisamente lo que tiene Mauro: un tipo al que no se la cuentan, que se ha preguntado, que ha pasado por absolutamente todo y hoy en día porta sus colores y su identidad con un inmenso orgullo, es un tipo al cual yo le aprendí muchísimo y del cual estoy muy agradecido que me haya escogido para darle vida”.
Para Gamba, el entretenimiento y la producción han evolucionado, sin embargo, él continúa tomándose el tiempo para no descuidar el rigor: “Hay demandas de contenido, pero eso en mí no infiere cómo yo abordo mi trabajo, cómo yo abordo las cosas; me tomo mi tiempo para habitar a los personajes, actuar en complicidad con ellos, con dignidad y respeto. Ante ello, me mantengo en constante evolución como artista, soy un creador comprometido con mi sociedad y comunidad, intentando ser responsable de mi voz y del espacio que ocupo, no tomo atajos. Actualmente continuó explorando mi faceta como músico en rock, folk, pop, norteño y como creador escénico en el rol de guionista, productor y director”. Por último, Giuseppe habló sobre sus inquietudes: “La falta de empatía, me inquieta lo transaccional que es. Me inquieta que no nos demos cuenta que… o luchas, todas las luchas son luchas-ninguna. Somos regidos por nuestro inconsciente, y precisamente si cosificamos a los animales, a las personas, va a ser imposible parar. Cuando alguien más lo hace, lo detectamos y no nos parece, pero me parece que hay muy poca no sólo empatía, sino responsabilidad. La palabra culpa se utiliza mucho y la palabra responsabilidad se utiliza muy poco. Creo que el humano está muy poco consciente del privilegio que implica siquiera ser humano”.