Un juez federal en Baja California ordenó la inmediata libertad del presunto narcotraficante Fernando Sánchez Arellano, alias El Ingeniero y/o El Alineador, pero sólo por lo que ve al proceso penal que se conocía en dicho tribunal por el intento de corromper a los militares que lo capturaron hace más de nueve años en Tijuana; sin embargo, el hombre continúa preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano por otras cuentas pendientes relacionadas con delincuencia organizada.
La libertad de Sánchez Arellano fue concedida en la causa penal 666/2023 del Juzgado Decimocuarto de Distrito en el Estado de Baja California, donde era enjuiciado por el delito de cohecho al ofrecer dinero a sus captores a cambio de que no lo detuvieran en cumplimento a órdenes de aprehensión que pesaban en su contra. Pese a que el delito imputado se habría cometido en flagrancia, autoridades ministeriales ejercitaron acción penal casi un año después y ejecutaron la orden judicial de captura seis años tres meses más tarde.
El ex líder del Cártel Arellano Félix (CAF), con operación en esta frontera y fundado por sus tíos, también se hacía llamar Fernando Canales Villanueva y/o Fernando Eduardo Arellano Félix, con los apodos del Ajustador, Fernandillo o La Persona, fue detenido por elementos del Ejército Mexicano la tarde del 23 de junio de 2014 cuando salió de un restaurante de hamburguesas en compañía de su familia a bordo de una camioneta Pathfinder color gris. Aunque Sánchez intentó evadirse, los soldados le interceptaron cuestionándole su identidad.
El Alineador primero utilizó el nombre de Canales Villanueva, pero al verse descubierto con la información que tenían sus aprehensores, con mucho nerviosismo pretendió sobornarlos expresando “que aguantáramos, que nos daría miles de dólares para que lo dejáramos ir”, según lo reportado por los militares en su parte informativo. Los agentes castrenses le manifestaron al entonces jefe del CAF que no tratara de corromperlos, mostrándole un oficio girado el 31 de mayo de ese año por un agente del Ministerio Público de la Federación, donde solicitaba su localización y presentación, motivo por el cual debía acompañarlos.
Mientras era revisado corporalmente, el imputado insistió “que aceptáramos la cantidad de dólares que nos ofrecía a cambio de su libertad”, detallan los captores. Sánchez Arellano les entregó en ese momento una bolsa color café marca Tous que al ser revisada por los militares contenía 119 mil 200 dólares americanos en billetes de diferentes denominaciones, por lo que el detenido y el numerario fueron puestos a disposición de un fiscal federal.
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El señalado como uno de los principales generadores de violencia en Baja California, principalmente en Tijuana, fue enviado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1 Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, prisión de máxima seguridad donde quedó a disposición de jueces federales de Estado de México, Baja California, Nayarit y Tamaulipas por delincuencia organizada y delitos contra la salud, entre otros cargos. Además, desde su detención se ha mencionado el interés del Gobierno de Estados Unidos para extraditarlo, aunque no se tiene dato de alguna solicitud oficial al respecto a autoridades mexicanas.
BATALLAS LEGALES
Desde entonces, El Ingeniero se encuentra privado de su libertad, inicialmente en el penal federal Altiplano, de donde fue trasladado a finales de septiembre de 2015 al Cefereso Número 13 CPS Oaxaca, tras la fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán en julio de ese año, como medida de seguridad. Sin embargo, año y medio después, el 10 de enero de 2017 fue retornado a la prisión del Estado de México tras obtener el amparo y protección de la justicia de la Unión para el efecto de que se dejara insubsistente la orden de traslado relativa y se regresara al quejoso a aquel centro penitenciario.
A su regreso al Cefereso de Almoloya de Juárez, Sánchez Arellano habría padecido depresión, según se advirtió de un escrito presentado por sus abogados, que aseguraban que el preso estaba incomunicado con su familia y viví en una celda con ratas y cucarachas, por lo que les ha manifestado ideas suicidas. La presunta discriminación que sufría el referido personaje y sus padecimientos de lumbalgia crónica postraumática aguda, estreñimiento e insomnio, le llevaron a quejarse de sus condiciones de internamiento, por lo que un juez le amparó para que se le brindaran las atenciones médicas necesarias.
De los procesos iniciados en contra del sobrino de los hermanos Arellano Félix, algunos han sido librados legalmente. Como la causa penal 10/2009, en la que inicialmente el Juez Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Nayarit dictó auto de formal prisión el 18 de mayo de 2015 por delincuencia organizada con la finalidad de cometer delitos contra la salud. Pero, el 29 de junio de 2016, el Segundo Tribunal Unitario del Vigesimocuarto Circuito con sede en Tepic, Nayarit, revocó el fallo y decretó en su lugar auto de libertad por falta de elementos para procesar, al considerar que la versión de testigos protegidos, sólo señalaban hechos genéricos de los que no se advertía la delincuencia organizada.
También libró otro proceso penal por delincuencia organizada en la causa criminal 461/2009, cuando un juicio de amparo señaló como violatorio de garantías individuales el auto de formal prisión dictado por el Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales del Estado de Nayarit el 10 de julio de 2014. En la revisión del amparo, magistrados estimaron que los testimonios y datos de prueba que obraban en el expediente no resultaban aptos y suficientes para establecer que el inculpado es miembro -con funciones de líder- de la organización criminal denominada Cártel de los Hermanos Arellano Félix o Cártel de Tijuana.
Un asunto más se encuentra entre los vaivenes judiciales, pues se ha ordenado la reposición de procedimiento y se inclina la balanza en favor del imputado Fernando Sánchez Arellano, como lo es el proceso penal iniciado en el Juzgado Mixto de Primera Instancia de Playas de Rosarito por el atentado en las instalaciones de la Policía local el 18 de diciembre de 2007, hechos en los que murió un uniformado durante un intento de asesinar al entonces director de Seguridad Pública, Jorge Eduardo Montero Álvarez, además de resultar herido otro agente. Homicidio calificado y tentativa de homicidio, los delitos.
Sin embargo, El Ingeniero tiene pendientes otros procesos penales en su contra, como el que existe en el Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, con residencia en Toluca, por el delito de delincuencia organizada, en el que es coprocesado el presunto jefe de células del CAF, Teodoro García Simental, alias El Teo y/o El Tres Letras. Ahí se imputa a Fernando ser miembro de la organización criminal con funciones de líder y se señala que sus operaciones “datan por lo menos desde el año 1998 hasta el 2 de julio de 2014, en que se detuvo al referido encausado”. En el expediente se señala que el CAF operaba entonces en Mexicali, Tijuana y Tecate, Baja California; y Culiacán, Sinaloa.
Sánchez Arellano tiene vigente otra causa penal en su contra, la 54/2014 del Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México con sede en Toluca, por el delito operaciones con recursos de procedencia ilícita, en su modalidad de custodiar recursos con conocimiento de que proceden o representan el producto de una actividad ilícita en territorio nacional.
Recientemente, el 24 de diciembre de 2023, fue presentada una demanda de amparo en favor del Alineador, reclamando incomunicación para ver a su familia y defensores, ordenando el juez, el día 27, dar fe judicial del estado físico visible del quejoso y del lugar en que se encontraba en ese momento en el penal Altiplano. Etiquetas: Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, El Alineador, Cártel Arellano Félix, CAF, proceso penal, cohecho, Juzgado Decimocuarto de Distrito en Baja California, delincuencia organizada, Tijuana, operaciones con recursos de procedencia ilícita.