“Rosalba”, es una adulta mayor de 65 años que reclamó ser víctima de robo, maltrato y prepotencia por parte de servidores de la Nación, adscritos a la Secretaría del Bienestar, quienes se han negado a entregarle su pensión.
En entrevista con ZETA, “Rosalba” nombre ficticio pues teme represalias por parte de servidores de la Nación, relató que ella era beneficiaria de la pensión para personas con discapacidad, de repente dejó de recibirla, y comenzó su calvario.
Al momento de poner su queja, no le daban información, hasta que finalmente le dijeron que por la edad, ya debería migrar al Programa de Adultos Mayores, que no debía hacer nada, pues ellos se encargarían del trámite.
Sin embargo, pasaron los meses y no había dinero depositado en su cuenta, y cuando volvió a preguntar, le dijeron lo mismo, que no iniciara el trámite por sí misma, pues se iba a sobreponer con el que ellos habían hecho.
Al tiempo, y después de varias llamadas, cartas y entrevistas con Gilberto Herrera, subdelegado de Bienestar en Tijuana, se enteró que nunca se hizo el cambio de programa de Personas con Discapacidad a Adultos Mayores, por lo que ahora tendría que empezar de nuevo por ella misma.
A finales de noviembre, “Rosalba” acudió al banco del Bienestar, ubicado a un costado del puente del Chaparral, donde de manera altanera, desde su punto de vista, le dijeron que debía llevar copias de ciertos documentos y hacer fila.
Ella preguntó dónde estaba la línea para personas con discapacidad, pero le dijeron “¿Cuál fila de discapacidad? Si aquí todos son adultos mayores”; después de eso, fue una serie de intimidaciones por parte de los servidores, quienes a su vez incitaron a que las personas que ya estaban ahí, también la agredieran por “quererse meter a la fila”.
Cuando finalmente la atienden, le piden el NIP, número único de su tarjeta bancaria, para poder sacar el dinero, a lo cual ella se niega a dar porque no lo recuerda y porque sabe que es personal.
Esta negativa vuelve a hacer otro revuelo, en el que ahora es grabada por un servidor de la Nación llamado “Julián”, y en el que se observa cuando pregunta a los adultos mayores si es verdad que le prohibieron el paso y la acusa de querer entrar antes que ellos y de no respetar a la gente que ahí estaba.
“La señora quería entrar primero, y dijo que no los respetaba a ustedes… dijo que ella venía por su dinero, y únicamente, por su dinero”; en respuesta, la gente comenzó a gritarle que se fuera, que hiciera fila y que debería sentir vergüenza, aunque nunca se ve que ella esté armando un alboroto.
Al respecto, Gilberto Herrera, subdelegado de Bienestar en Tijuana, defendió al servidor, afirmando que es considerado como uno de los que tiene el trato “más digno y respetuoso”, entre los empleados, y que la grabó porque ella hacía lo mismo con él, por lo que sólo quiso guardar constancia.
Señaló que los siete meses que le debían no tenían razón de ser, pues ese beneficio era para menores de edad con discapacidad, y cuando el sistema lo detectó, la sacó; y que además, ya recibió su pensión correspondiente al último bimestre del año.
“No es parte de nuestra tarea dejar en video constancia sobre el actuar de los ciudadanos en las oficinas o Banco del Bienestar; en este caso, el Servidor de la Nación quiso dejar constancia del intento de ingresar al banco sin hacer fila”, dijo Herrera, aunque en el video se observa otra situación.
El funcionario aseguró que la afectada puede acudir al Banco del Bienestar, sin temor a alguna represalia o mal trato.