Tan pronto llegó diciembre, trajo ya el frío a Tijuana. Así como llegó la era navideña, que inicia con el adviento, ya todo se juntó. La Navidad viene y es una nueva oportunidad de ser mejor y mejorar cada uno su conducta.
La reflexión, la penitencia, el perdón, la visión individual, la conciencia, es para analizar la personalidad y ver qué traemos de más (lo dañino) y qué necesitamos para mejorar el camino por esta vida.
La Navidad es el momento de mejorar como persona, así como las relaciones humanas con sus consanguíneos: buscar la disculpa, el perdón, la reconciliación que tanta falta hace en muchos. Hoy en el moderno y vertiginoso vivir, que las circunstancias nos obligan a tomar esa carrera rutinaria, nociva y estresante en estas eras. Son contados los momentos de reflexión que podemos tener hoy en día, no hay tiempo; pero llegó la Navidad y es la oportunidad de oro para tomar ese relajamiento. Un respiro, meditación, aire. Poner la mente a ser analista y tomar decisiones que habrán de mejorar la vida personal para tener una nueva carta de presentación en 2024.
El colorido encandila; alegra los ojos, el alma; se impregna al ser el portador de vida que mueve un cuerpo humano. Debe ofrecer una nueva era, una nueva oportunidad para vivir y ser una persona sensacional en muchos aspectos.
Navidad, nueva oportunidad. Cerramos una página y se abre una en blanco, que habrá de pintarse mejor que las anteriores, si tomamos la decisión. Por ello, feliz Navidad; nos tocó vivir aquí y poder celebrar ese día. Dichosos nosotros que la vida nos da una nueva oportunidad de festejar decentemente (¿Y en Jerusalén y en Gaza?).
El destino es el destino, y así nos tocó nacer y vivir. Feliz Navidad a todos y feliz Año Nuevo 2024, porque ya llegó invierno… señal de que es Navidad.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.