En el caso del homicidio del agente León Bueno Loreto, las primeras indagatorias revelaron que los homicidas fueron informados de que llegaría a dos domicilios localizados entre las calles Río Nilo y Fresno del Mirador Capistrano, Delegación Cerro Colorado. En las inmediaciones lo estuvieron cazando, esperándolo a bordo de un vehículo compacto azul y del KIA gris que transportó al sicario que le quitó la vida.
El agente salió de servicio a las cinco de la mañana y llegó a la escena casi nueve horas después. Se estacionó, descendió de su Nissan blanco, caminó por la parte de atrás, el auto KIA se emparejó y el tirador le disparó desde el auto a menos de dos metros de distancia; el agente se agachó y corrió en sentido contrario, buscando protegerse, pero el matón bajó para colocarse en posición de tiro, matándolo a distancia. El reporte del ataque se registró a las 13:40 horas. De acuerdo al registro balístico, el arma empuñada para quitarle la vida al uniformado se usó en dos crímenes recientes: el asesinato de un hombre no identificado entre 35 y 40 años, cuyo cuerpo fue encontrado a las 18:51 horas del viernes 17 de noviembre sobre una escalera de concreto en la calle Achecatzín de la colonia Camino Verde en Sánchez Taboada; y las lesiones por arma de fuego sufridas por Juan Carlos Lira el 10 de noviembre, también en Camino Verde, por parte de tres desconocidos que portaban un arma corta y una larga.
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